Viajar tras la Covid-19
Tras la expansión de la pandemia, los viajes no van a volver a ser los mismos que antes, ya que visitar otro país o municipio puede suponer un riesgo no solo para los turistas, sino para la gente que vive en un lugar determinado. La nueva normalidad trae consigo ciertas normas de seguridad que regulan el aforo en los lugares culturales como los museos o monumentos importantes, o las playas en los rincones de costa.
Durante el decreto del Estado de alarma en el país, la actividad turística se ha paralizado por completo: los vuelos se han cancelado, los viajeros se han tenido que confinar en sus casas o volver de sus destinos y los hoteles han echado el cierre temporal.
Reactivar el turismo no va a ser una tarea sencilla para el sector de la hostelería, que deberá reducir el número de mesas para poder garantizar los dos metros de distancia requeridos entre clientes. Además, los hoteles deben cambiar el protocolo de higiene para aumentar las medidas de limpieza entre el personal y las habitaciones. Sin duda alguna, se trata de una situación atípica que va a costar asimilar y procesar.
Las autoridades, en un intento por atenuar las precauciones, recomiendan que se practique el turismo nacional por dos razones: la primera, para reactivar la economía del país y, la segunda, para dar a conocer lugares de la llamada “España vaciada”, que se tienen cerca y a los que nunca se va porque quedan demasiado al lado y se puede ir en cualquier momento.
Este tipo de viajes, pese a no ser el esperado, puede contribuir a desconectar a los usuarios y mantenerse en contacto con la naturaleza tras unos meses complicados encerrados en la vivienda, además de establecer un ahorro económico en los bolsillos de las familias que se han visto afectadas por el impacto de la pandemia.
La importancia de la tecnología en la era post pandemia
La tecnología se convierte en la gran aliada del sector para poder planear de manera segura tanto los viajes single como los familiares o de pareja y el pronóstico que se dibuja no promete una recuperación a largo plazo del sector. La preocupación ahora se centra en crear nuevos modelos que contribuyan a generar empleo y negocios adaptados a la normalidad vigente, que eviten y prevengan los contagios importados.
Así, los científicos expertos han empezado a desarrollar e implementar aplicaciones que permitan controlar las aglomeraciones y regular el aforo en, sobre todo, los lugares turísticos, como las citas previas online para evitar las largas colas para la compra de entradas o la posibilidad de obtener un audioguía por medio del teléfono móvil inteligente o smartphone. El internet de las cosas puede contribuir de manera positiva a interconectar e informar al tiempo que se mantienen las distancias de seguridad.
Ahora más que nunca se van a tener más en cuenta los comentarios y las valoraciones de la limpieza que se realicen en las instalaciones. De hecho, la reputación de los hoteles se va a basar en función de si sus medidas de seguridad e higiene son las adecuadas. En este sentido, los paradores van a tener que innovar en el sector y aplicar la digitalización para reforzar el nivel de calidad de sus servicios, además de evitar por completo el uso de las habitaciones compartidas de los viajes de solteros, es decir, de aquellas personas que recorren el mundo y se hospedan en pensiones con cuartos de baño y estancias para dormir comunes para todos los residentes.
Los sistemas domóticos resuelven por completo los problemas de distanciamiento social a la hora de limpiar las habitaciones, a través de automatizar los distintos aparatos y dispositivos electrónicos para programar, activar o pagar sus funciones a través del control remoto.