Ventilación mecánica controlada: funcionamiento, componentes y ventajas
A lo largo de nuestras vidas pasamos mucho tiempo en ambientes interiores. En ellos, el aire se vicia o contamina fácilmente, lo cual puede resultar muy perjudicial para la salud. Para solucionar este problema, es necesario contar con un buen sistema de ventilación.
El sistema más empleado en la actualidad es la ventilación mecánica controlada (VMC). Esta constituye un mecanismo a través del cual se renueva continuamente el aire interior de las viviendas y otros edificios, garantizando así un aire salubre y de calidad. Es por ello, que la normativa vigente exige instalar este tipo de sistemas de ventilación en obras nuevas y de rehabilitación.
Existen 2 tipos de VMC: de flujo simple y de doble flujo, siendo el más recomendable este último.
Ventilación mecánica controlada de doble flujo: ¿cómo funciona?
La ventilación mecánica controlada de doble flujo permite sustituir el aire viciado por aire limpio del exterior, a la vez que mantiene la temperatura del ambiente. Es decir, está diseñada de forma que la temperatura del aire exterior alcanza inmediatamente una temperatura similar a la del interior.
La VMC de doble flujo funciona a través de un recuperador de calor, que actúa a su vez a través de dos elementos: un ventilador extractor y un ventilador de impulsión. El ventilador extractor recoge el aire del exterior y lo traslada hacia el interior, mientras que el ventilador de impulsión realiza el proceso contrario.
Durante esta secuencia, los aires no entran en contacto en ningún momento, lo cual permite preservar la pureza del aire nuevo. Sin embargo, el aire con mayor temperatura transfiere parte de su calor al aire con menor temperatura, reutilizando así la energía anteriormente empleada en la climatización del ambiente. Esta reutilización de la energía permite recuperar parte del calor o del frío que se va a expulsar, y conlleva un gran ahorro.
Por otra parte, la VMC también contiene filtros encargados de capturar las partículas contaminantes y alérgenos que se encuentran en el aire, mejorando así su calidad. Esto es especialmente importante para personas alérgicas y en zonas con altos niveles de contaminación.
Componentes del sistema de ventilación mecánica controlada de doble flujo
Además de los componentes que se han mencionado anteriormente, un sistema de VMC también contiene los siguientes:
- Resistencias eléctricas, baterías de agua caliente o baterías de enfriamiento: junto al recuperador de calor, se encargan de que la temperatura del aire nuevo se acomode a la del interior.
- Humidificadores o deshumidificadores: aumentan o reducen la humedad según las necesidades del ambiente.
Ventajas de la ventilación mecánica controlada de doble flujo
La VMC de doble flujo es sin duda una gran opción, pues presenta múltiples ventajas y beneficios:
- Eficiencia energética: es el sistema de climatización que permite un mayor ahorro, tanto en invierno como en verano.
- Reduce la contaminación por CO2 y otros agentes como el humo del tabaco y la suciedad.
- Evita la aparición de humedades y de moho.
- Evita malos olores.
- Proporciona un gran confort a nivel térmico.
- No produce molestias acústicas.
- Mejora alergias y problemas respiratorios como el asma.
Sin duda, los sistemas de ventilación mecánica controlada son una gran opción. Te permiten disfrutar de un aire de calidad, a la vez que reduces el consumo energético y te acomodas a la legislación vigente.
Además, la aplicación de esta energía renovable en Industria es muy favorable para conseguir la aprobación de la auditoría energética obligatoria.
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