¡Únete!

¡Inscríbete gratis y recibe las mejores ofertas a través de "Territorio Ahorro"!

¡Suscríbete!

¿Cuánto cuesta poner un punto de recarga de coches eléctricos?

La instalación de un punto de recarga para vehículos eléctricos ha experimentado un auge debido al creciente número de coches eléctricos en circulación. Sin embargo, muchos conductores desconocen los costes asociados a este proceso, que varían dependiendo de diversos factores.

A continuación, explicaremos los principales gastos que implica instalar un punto de recarga en casa, así como algunas recomendaciones para optimizar la inversión.

Tipos de instalaciones y sus costes

El primer aspecto a considerar es el tipo de instalación que se desea realizar. Generalmente, se pueden distinguir tres tipos principales: cargadores monofásicos, trifásicos y enchufes reforzados.

Tipo de cargador Potencia Coste del cargador Coste total con mano de obra Propósito
Cargadores monofásicos Entre 3 kW y 7.4 kW Entre 500 € y 1,300 € Entre 800 € y 1,300 € Hogares con consumo moderado de energía
Cargadores trifásicos Entre 11 kW y 22 kW Entre 700€ y 1,200 € Superior a 2,000 € Aquellos que necesitan una carga rápida y eficiente
Enchufes reforzados Entre 3 kW y 7.4 kW Alrededor de 200 € Dependiendo de la instalación, generalmente más económico Carga puntual y menos eficiente

Si bien los costes iniciales pueden ser elevados, las ventajas a largo plazo, como la comodidad de cargar el coche en casa y el ahorro en gasolina, hacen que esta opción sea cada vez más atractiva para los conductores.

Factores que afectan el precio final de instalación

Existen varios factores que influyen en el coste final de la instalación de un punto de recarga:

  • Distancia desde el Cuadro Eléctrico: Si el punto de carga se encuentra a una gran distancia del cuadro eléctrico, los costes de instalación aumentarán debido a la necesidad de cableado adicional y posibles modificaciones en el sistema eléctrico.
  • Obra civil: En algunos casos, será necesario realizar trabajos adicionales, como abrir zanjas o perforar paredes para pasar cables. Estos trabajos pueden incrementar significativamente el presupuesto.
  • Tipo de Cargador y Potencia: El tipo de cargador que elijas y su potencia influyen directamente en el coste de la instalación, puesto que los cargadores más potentes requieren una infraestructura eléctrica mayor, lo que incrementa el coste de la instalación.
  • Legalización de la Instalación: Para garantizar que la instalación cumpla con la normativa vigente, puede ser necesario realizar una memoria técnica de diseño y otros trámites administrativos, lo que añade un coste adicional.

Ventajas de instalar un punto de recarga en casa

A pesar de que los costes iniciales pueden ser elevados, las ventajas a largo plazo son considerables. Algunos de los principales beneficios incluyen:

  • La comodidad, puesto que no tendrás que depender de estaciones de recarga públicas.
  • El ahorro a largo plazo, ya que cargar tu coche eléctrico en casa es más económico que hacerlo en puntos de recarga públicos, especialmente si aprovechas tarifas nocturnas.
  • El aumento del valor de la propiedad, dado que la instalación de un punto de recarga puede aumentar el valor de tu vivienda, especialmente si vives en una zona con alta demanda de coches eléctricos.

Recomendaciones para optimizar la instalación de un punto de recarga

Para asegurar que tu inversión sea rentable y que la instalación se realice de manera eficiente, es importante considerar ciertos aspectos:

  1. Selecciona el tipo de cargador adecuado: Según el uso que le des al vehículo y tus necesidades de carga, elige un cargador con la potencia adecuada. No siempre el más caro o potente es el mejor para tu caso.
  2. Consulta con profesionales: Es fundamental contar con un instalador certificado que evalúe tu instalación eléctrica y realice el trabajo de manera segura y eficiente.
  3. Planifica la ubicación: Asegúrate de que el punto de recarga esté ubicado de manera estratégica, cerca de la entrada de tu garaje o aparcamiento, y sin interferir en otros servicios eléctricos de la casa.

Los diferentes tipos de memorias en los dispositivos móviles

Actualizado el
2 min reading

Hoy en día, una de las cosas que más nos importan a la hora de comprar un móvil es la memoria, sólo superado por la batería del dispositivo. Esto se debe a que, actualmente, usamos el móvil para todo, incluido nuestro trabajo o estudios por lo que necesitamos de mucha memoria para no sufrir el fatídico mensaje de “memoria llena”

Sin embargo, cuando vamos a mirar la memoria de un móvil nos encontramos con diferentes conceptos que no terminamos de entender.

Memoria ROM

Proviene del inglés Read Only Memory o memoria de solo lectura. Y es que la memoria ROM se usa para almacenar datos que no cambian o que lo hacen poco en el tiempo, como puede ser el sistema de arranque del dispositivo o BIOS. Además, no se borra aunque el dispositivo se apague o quede sin energía.

Los datos sobre esta memoria no deberían cambiarse una vez que haya sido fabricada. Sin embargo, existen otro tipo de memoria ROM, la Erable Programmable ROM, que sí puede ser reprogramada.

En el mundo de los dispositivos móviles se denomina de forma incorrecta como memoria ROM a la memoria interna del teléfono.

Memoria RAM

Proviene del inglés Random Access Memory, o memoria de acceso aleatorio, por la forma en que se accede a sus celdas donde se almacena información. A diferencia del anterior tipo, se puede escribir y leer de ella, pero su información desaparece cuando se apaga el dispositivo.

Esta es una memoria muy rápida, tradicionalmente utilizada para almacenar aplicaciones y datos temporales mientras usamos el móvil y éste está encendido.

Por ejemplo, un teléfono móvil almacenará en memoria RAM el reproductor de música cuando abramos la aplicación, pero también cuando pulsemos el botón Home y abramos la calculadora, compartiendo ambas aplicaciones la memoria RAM.

Cuanta más memoria RAM tenga el dispositivo, y más rápido sea el acceso a la misma, más fluidez notaremos en el uso.

Se plantea entonces el problema de cuándo se borra la memoria RAM. Esta decisión es delicada, puesto que si no guardamos los datos de la aplicación en otro lugar, puede perderse información temporal, aunque nunca información de la aplicación en sí misma (almacenada en la memoria interna).

Hay que tener en cuenta algunos aspectos relacionadas con la memoria RAM en Android:

  • Tener más cantidad de RAM no garantiza tener más porcentaje libre, puesto que Android aprovecha dicha memoria que sobra para almacenar más aplicaciones abiertas.
  • Acceder a una aplicación que está cargada en RAM agiliza enormemente la apertura de la misma, convirtiéndose en casi instantánea.
  • Si la RAM llega al límite y abrimos una nueva aplicación, el proceso de cerrar una aplicación antigua aumenta el tiempo de apertura.
  • Si disponemos de muy poca memoria RAM, este último proceso ocurre casi con cada aplicación que abrimos, provocando un lag o ralentización del teléfono en cada acción.

Memoria Flash

Si almacenásemos toda la información en memoria RAM, perderíamos todos los datos al apagar o reiniciar el teléfono y dispondríamos de muy poco espacio para almacenar aplicaciones, fotos, etc. La memoria Flash viene en nuestra ayuda para resolver este problema.

Esta memoria, más lenta que la RAM, es la que te permitirá instalar aplicaciones, almacenar fotos, vídeos y documentos. Como ya vimos en el apartado ROM, la memoria interna del teléfono es en realidad una memoria FLASH, porque podemos guardar y leer datos en ella.

Es posible aumentarla mediante una tarjeta SIM, también de tipo memoria Flash, y así disponer de más almacenamiento. También es posible instalar aplicaciones en la tarjeta de memoria.