Aspectos importantes en el mantenimiento de los coches
Todo el mundo sabe que un coche requiere de cierto mantenimiento como puede ser cambiar el aceite o los neumáticos. Sin embargo, muchos aspectos importantes se dejan de lado por desconocimiento.
Seguro que has escuchado el dicho de “más vale prevenir que curar”. En el caso del mantenimiento del coche es muy importante. Es mejor gastar un poco de tiempo y dinero en revisar diferentes aspectos de un coche y así evitar problemas, por ejemplo, con el bloqueo del coche. Casi todo el mundo sabe que hay que cambiar la correa, el aceite, los neumáticos… pero otros elementos no son tan evidentes y, sin embargo, sustituirlos es igual de importante.
Líquido de frenos
Éste es uno de los elementos que envejece con el tiempo más que con los kilómetros. La mayoría están compuestos por un alcohol hidrófilo, lo cual hace que vaya absorbiendo el agua que hay en el ambiente,lo cual produce dos aspectos bastantes nocivos:
- Baja el punto de ebullición, por lo que hierve a menos temperatura y podemos quedarnos sin frenos por un exceso de calor (fadding del líquido de frenos).
- El agua favorece la formación de óxidos y puede emulsionar el líquido, produciendo averías en el sistema de frenado.
El mismo fluido suele emplearse para el mecanismo del embrague en los coches con mando hidráulico: debemos sustituirlo también, aprovechando que hacemos lo mismo con el de los frenos.
Es algo recomendable cambiarlo cada 2 años.
Diferentes filtros del automóvil
Todo el mundo sabe que al cambiar el aceite se debe sustituir también el filtro.
La marca Saab fue pionera al incorporar un filtro en la entrada de aire al habitáculo del motor.
Dichos filtros se llenan muy rápido ya que, para aumentar su efectividad, están llenos con electricidad estática para poder atrapar el polvo, polen, etc. Se deben sustituir cada año.
Un filtro del habitáculo en mal estado puede provocar averías en el sistema de climatización, malos olores y un mayor consumo energético, ya que reduce el filtro de aire.
Cada cuánto hay que cambiar los diferentes filtros:
- Filtro de aceite: se debe cambiar cada vez que se sustituya el propio aceite; en un coche moderno suele ser cada año o 20.000 km, lo que llegue antes. En coches más antiguos, el cambio debe hacerse cada 10.000 km.
- Filtro de aire motor: muchas veces basta con limpiarlo, pero revísalo al menos una vez al año.
- Filtro de combustible: lo normal es que se sustituya cada 4 años o 60.000 km, es muy importante en los motores modernos de inyección directa de gasolina, con el fin de evitar daños en la bomba de alta presión e inyectores.
- Filtro de aire del habitáculo: se debe cambiar una vez al año.
- Filtro de aceite en la caja de cambios automática: se debe cambiar junto con el fluido hidráulico cada 60.000 km.
Los líquidos del vehículo
En el coche hay varios fluidos que envejecen con los kilómetros, pero también los cambios de temperatura, la suciedad y el tiempo terminan por hacer que pierdan sus propiedades, por lo que es conveniente su sustitución.
Líquido refrigerante
Actualmente se emplean refrigerantes orgánicos que, en principio, no hace falta cambiar.. Sin embargo, no está de más cambiarlo y hacer un flushing (limpieza con otro líquido) del circuito de refrigeración para mantenerlo en perfecto estado.
Aceite del motor
En los coches modernos se ha alargado mucho el intervalo para el cambio de aceite. Un buen aceite sintético puede superar fácilmente los 15.000 km (aunque debes revisar el nivel cada 1.000 km o mensualmente).
Aceite del diferencial y caja de cambios manual
Pese a que, según los manuales de los automóviles, este tipo de líquidos no hay que cambiarlo ni revisarlo, nunca viene mal hacerlo.
Líquido de transmisiones automáticas
Es importantísimo reemplazar el aceite en las cajas de cambio automáticas, sobre todo en las que funcionan con un convertidor de par, pues alcanzan temperaturas importantes.
Líquido de servodirección
Las direcciones eléctricas están haciendo desaparecer las de asistencia hidráulica, pero aún existen y debes cambiar el líquido cada 100.000 km o 10 años para evitar averías en los retenes.