Cómo afectan a nuestro gasto las diferentes estaciones del año
Primavera, verano, otoño e invierno. Seguramente todo el mundo sepa qué es esto y, sobre todo, describir las diferentes estaciones climatológicamente hablando. Las grandes diferencias en cuanto al tiempo que existen entre ellas afectan a los gastos a los que tenemos que hacer frente.
Cambio de ropa
El gasto del verano comienza cuando el clima se vuelve más cálido, no necesariamente cuando empieza oficialmente la estación. Tal y como está cambiando el tiempo hoy en día, igual tenemos que ponernos el pantalón corto en mayo que en julio. Sin embargo, para poder ahorrar en el cambio de armario, es mejor esperar a las rebajas de verano.
Mayores horas de luz durante verano
Según un estudio de Psychology Today, las personas son más positivas cuando hay sol y ese entusiasmo puede incitar a algunas personas a ir de compras y gastar más dinero. Si eres de esa gente, realiza alguna otra actividad que no requiera gastar dinero.
Trastorno afectivo estacional o depresión estacional
En Estados Unidos. cerca de medio millón de ciudadanos sufre trastorno afectivo estacional, una forma de depresión que afecta durante los meses de otoño y de invierno debido a la menor luz solar.
Gastos al viajar en función de la época
En las vacaciones de verano se gasta más dinero de lo esperado y se llegan a acumular casi la mitad de los gastos de nuestras tarjetas de crédito, según la agencia Experian. Es cierto que viajar no siempre es barato y que el verano es una época muy cara para viajar.
Aumento del gasto para combatir el calor o el frío
Las altas temperaturas en el hogar suelen venir acompañadas con un aumento sustancial del gasto en el día a día. Uno de los aspectos donde más gastamos dinero es en la factura de luz, debido al aumento del uso de aparatos de climatización. Lo mismo ocurre con nuestro esfuerzo por calentar la casa en invierno.
Comemos diferente según la estación del año
En función de la estación del año consumimos un tipo u otro de alimentos. En verano, además, se suele comer peor. En invierno somos más saludables ya que apetecen platos calientes de cuchara, y en casa.
Compras de ropa fuera de temporada
Aunque comprar un abrigo cuando hace calor nos puede agobiar, a veces interesa comprar las prendas fuera de temporada y conseguirla mucho más barata. Por ejemplo comprar unas botas, abrigos y otra ropa de invierno es mucho más económico cuando está terminando el invierno, así como comprar trajes de baño a finales del verano. Si haces esto, tendrás ropa nueva antes de que empiecen las siguientes rebajas.
Quedadas en lugares cubiertos los días lluviosos
En lugar de gastar nuestro presupuesto en un bar, podemos invitar a algunos amigos a casa y hacer actividades allí, saldrá mucho más barato.
Cuando el clima no es demasiado caluroso o frío
Un clima más caliente de lo esperado en invierno o más frío en verano puede afectar a nuestros hábitos de consumo, ya que dejamos de hacer las actividades típicas de esta época del año y limitamos ciertos consumos al no encontrarnos en temperaturas extremas.
Aumento de las compras online
Los días de mayor frío influyen también en nuestras compras online, que se ven incrementadas en cuanto el tiempo desciende unos grados. Si el tiempo no permite salir a dar un paseo o hacer otras actividades, siempre puede ser buen momento para buscar alternativas económicas como leer un libro o quedar con un amigo para charlar.