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Combatir el estrés con la nutrición ortomolecular

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Nutrición ortomolecular
Nutrición ortomolecular

El organismo humano no está diseñado para soportar un estrés constante y, cuanto más tiempo nos vemos expuestos a él, menos capaces son nuestros cuerpos de afrontarlo.

Si los nutrientes necesarios para la síntesis de las hormonas suprarrenales escasean, o si las necesidades del estrés consumen las hormonas a mayor velocidad de la que se producen, el cuerpo no puede continuar enfrentándose al estrés. Cuando la reacción de resistencia supera sus límites, el organismo alcanza la etapa final del síndrome de adaptación general: el agotamiento.

Consecuencias del estrés continuo

Como resultado del estrés continuo, durante esta etapa pueden surgir una variedad de enfermedades y síntomas. El estrés o distrés provocará un agotamiento de las glándulas adrenales, que, a su vez, puede ocasionar multitud de problemas cada vez más comunes en nuestra sociedad, como son: fatiga, inmunodeficiencia, hipotiroidismo, aumento de peso y de grasa corporal, niveles de colesterol aumentados, desarreglos hormonales, aumento del riesgo de osteoporosis, depósitos de calcio en articulaciones y arterias, presión sanguínea elevada, desequilibrios en la glucemia, retención de líquidos, deficiencias nutricionales, contracturas musculares, fibromialgia, ansiedad, insomnio, etc.

  • Razones para tomar suplementos a la dieta
  • Demandas aumentadas de nutrientes para la síntesis de hormonas.
  • Apoyar especialmente a las glándulas adrenales, para evitar los efectos perniciosos de un estrés crónico.
  • Reforzar otras zonas del cuerpo negativamente afectadas por el estrés (como los sistemas cardiovascular e inmunitario).
  • Aportes dietéticos insuficientes (dieta inadecuada, alimentos empobrecidos, etc.).
  • Suplementos nutricionales necesarios para combatir el estrés
  • Vitaminas: Complejo B, Vit. C
  • Minerales: Magnesio
  • Aminoácidos: L-Tirosina, L-Teanina, GABA
  • Antioxidantes: Acido Alfalipoico

¿Cómo actúan?

  • Complejo B: Varias de las vitaminas de este complejo poseen cualidades para reducir el agotamiento nervioso. También logran mejorar los síntomas nerviosos más comunes como ansiedad, irritabilidad, tensión e insomnio.
  • Vitamina C: Los niveles de esta vitamina se reducen bastante cuando la persona se encuentra sometida a estrés, y su suplementación puede apoyar la función adrenal y disminuir los niveles elevados de cortisol.
  • Magnesio: El estrés aumenta la excreción urinaria de este mineral y esto provoca deficiencia de magnesio intracelular, lo cual aumenta los efectos adversos del estrés. La suplementación con magnesio produce la relajación de los nervios y los músculos, lo que ayuda a reducir la rigidez y la tensión musculares producidas por el estrés.
  • L-Tirosina: El estrés extremo provoca un agotamiento de los niveles de norepinefrina (noradrenalina) cerebral, lo que puede afectar al rendimiento y al estado del ánimo. La tirosina es el precursor de la noradrenalina.
  • L-Teanina: Supone mas del 50% del total de los aminoácidos libres en el té verde. La l-teanina estimula directamente la producción de las ondas cerebrales alfa. Participa en la formación del neurotransmisor inhibidor acido gamma amino butírico (GABA). Produce un efecto reductor sobre la ansiedad, además de atenuar el aumento de la presión arterial provocada por el estrés intenso.
  • GABA: Agente calmante cerebral natural. Efecto tranquilizante del sistema nervioso central. Bajos niveles de GABA se asocian con varios trastornos neurológicos, como ansiedad, depresión, insomnio y epilepsia. Puede mejorar la relajación y el sueño.
  • Ácido alfa lipoico: Antioxidante hidrosoluble y liposoluble. Esencial en la producción de energía en la mitocondria.

Plantas que nos ayudan

Adaptógenos

Son plantas que ayudan al cuerpo a adaptarse a su entorno (cambios estacionales, cansancio, situaciones extenuantes,…). Los más conocidos son la rhodiola, el eleuterococo, la ashwagandha y la esquisandra.

  • Rhodiola rosea: posee actividad cardioprotectora en situaciones de estrés. Aumenta la resistencia a la fatiga, aumenta el rendimiento mental, la capacidad de concentración y disminuye la producción de cortisol como respuesta al estrés en los pacientes con síndrome de fatiga.
  • Eleuterococo: También se le conoce como Ginseng siberiano. Ayuda a normalizar la forma en la que el organismo responde al estrés y actúa regulando la fabricación y secreción de hormonas adrenales. También fortalece estas glándulas, lo cual es muy importante para aquellas personas que sufren de estrés crónico. También estimula el sistema inmune y promueve una mejor general en el rendimiento físico y mental.
  • Ashwagandha: También se la conoce como Ginseng Indio. Potencia el rendimiento mental y físico, mejora la capacidad de aprendizaje y disminuye el estrés y la fatiga. Sus propiedades pueden atribuirse a sus efectos sobre las hormonas adrenales. Puede tener efecto tanto de estimula un sistema inmune deprimido como de debilitar un sistema inmune hiperactivo.
  • Schisandra chinensis: Estimula el sistema nervioso y mejora la claridad mental y la rapidez de reflejos. Posee efecto ansiolítico. Puede estimular el sistema inmune, proteger el hígado, aumentar la capacidad del organismo para soportar el estrés y puede provocar un suave efecto sedante.

Plantas calmantes y sedantes

Acción calmante sobre el sistema nervioso orientada a mantener un buen equilibrio emocional. Calman el nerviosismo, mejoran los estados de ansiedad e inducen el sueño. En este grupo se incluyen la valeriana, el espino albar, la manzanilla, el lúpulo, la pasionaria, la tila, la avena, la betónica, la melisa...

Si quieres tener más información sobre nutrición y dietética, visita El jardín de Nutricia, de Gloria García Valverde, naturópata y nutricionista.