La importancia de gestionar el talento
Prácticamente todas las empresas exitosas de esta época llegaron a donde están porque entendieron a tiempo que el principal capital que tienen y nunca deben dejar de cuidar, es el capital humano. Por eso, existen infinidad de formas de gestionar el talento de las personas que trabajan en el equipo, y es clave aprender a desarrollarlo para que la compañía goce de salud y prosperidad durante mucho tiempo.
Si bien las personas talentosas abundan hoy en día, es menester saber de qué manera aprovechar sus capacidades. Justamente por ello, en este artículo encontrarás información acerca de las claves para tener una buena gestión del talento y cómo evitar la fuga del mismo.
5 claves para tener una gestión exitosa
Como hemos adelantado en la introducción, la gestión del talento humano es una de las principales herramientas que tienen las empresas para crecer de manera sostenida y destacar por encima de sus competidores sean muchos o pocos
Aunque en sitios como por ejemplo Crehana.com encontrarás información más extensiva sobre esto, a continuación te contaremos las 5 claves para realizar esta actividad con gran porcentaje de éxito:
- Identifica el talento
Es muy importante no comenzar con el pie izquierdo al confundir el talento genuino con las funciones que puede realizar cada empleado. Los talentosos son quienes destacan del resto en algunas o muchas tareas, mientras que las funciones forman parte del día a día de cualquier empleado, sea especial o no. Si eres gerente, tu función deberá ser la de discriminar entre el talentoso y el funcional para reubicarlos o hacer lo que creas conveniente.
- Analiza la utilidad de cada uno
En caso de que no tengas demasiada experiencia en esto y hayas cumplido correctamente con el punto anterior, sería normal que no sepas a ciencia cierta en dónde ubicar a los más talentosos. Para ello, revisa la estructura de la compañía e imagina en qué áreas podrían encajar mejor para que desaten al máximo su potencial.
- Aliméntalo
Uno de los secretos no tan secretos más importantes es el de alimentar al talento, y eso se logra de una sola forma: motivando. De esta manera será mucho más fácil que el empleado prometedor se mantenga en la compañía por bastante tiempo y no piense en cambiar de lugar de trabajo o pierda el alto grado de compromiso que mostraba. Cuando el talento no está debidamente cuidado/alimentado, no es extraño que un día te enteres que esa persona ha optado por trabajar en otra empresa.
- Busca nuevos talentos
Los mejores departamentos de RRHH son aquellos que no solo se encargan de ubicar y motivar a sus jóvenes promesas o empleados más productivos, sino que además trabajan por encontrar nuevos talentos diariamente ya sea dentro de la empresa o fuera de ella. En momentos en los cuales contratar personal no es una opción viable, siempre puedes indagar más profundamente en quienes ya están en tu organización.
- Modifica la compañía
Para concluir con este fundamental punto, es necesario destacar que será más fácil que aparezca talento nuevo o el encontrado permanezca con nosotros siempre y cuando la compañía tenga una filosofía activa y favorable para que esto suceda. No es nada complicado adaptarse a ello, pues bastará con tener una estructura participativa, democrática y de incentivos meritocráticos para que todo fluya de manera natural.
¿Cómo evitar la fuga de tus mejores empleados?
Esta puede ser una de las principales preocupaciones cuando vemos que la competencia no hace más que crecer, y todos los negocios de tu sector luchan por ver cuál les ofrece a los candidatos la mejor propuesta. Para que tus empleados no se vean tentados, a continuación te diremos algunos tips para que tus mejores promesas no se vayan de la empresa.
- Fomentar una filosofía empresarial
Reconocidas empresas como Google no solo son tan atractivas para los jóvenes por los salarios que ofrecen, sino que detrás de su imagen existe toda una cultura empresarial elitista y meritócrata de la cual deseamos ser parte en algún momento. A partir de este ejemplo queremos dejar en claro lo importante que es que nuestra compañía goce de cierto prestigio institucional y de esta manera los candidatos se desesperen por trabajar en ella.
- Fidelizar a los colaboradores
Muchos líderes de empresas sólidas toman a sus colaboradores como “clientes internos”, de manera que ven la necesidad de fidelizarlos mediante cursos de todo tipo, capacitaciones varias y profesionales, remuneraciones altas, tratos amables, etc.
- Crear retos y generar una posibilidad real de progreso
Es clave que todos los empleados sean conscientes de que pueden escalar posiciones en la empresa y progresar en ella, ganando más dinero y adquiriendo ciertos privilegios cuando sean promovidos. De esta manera estarás creando un reto permanente en el cual todos tratarán de esforzarse por progresar para que sus vidas no se vean estancadas haciendo el mismo trabajo durante 10 años.
- Reconocer sus logros
Ninguna organización que pretenda caracterizarse por su capacidad de retener a los mejores trabajadores debe dejar de reconocer los desempeños positivos que estos tengan. Los métodos más comunes y efectivos son: recompensas económicas, programas especiales de reconocimientos para que los compañeros vean lo productivo que fue cierta persona, premios, y más.
- Feedback y buen ambiente laboral
Toda crítica constructiva y bienintencionada puede tener un rol clave en el desarrollo tanto profesional como personal de una persona, y es que al corregir un error posibilitarás que el empleado tome nota de ello y haga lo posible por no volver a cometerlo. Esto no solo mejorará su productividad, sino que también generará un buen clima laboral ya que sabrán que los altos cargos quieren que sus trabajadores progresen y estén satisfechos en sus puestos.
- Mantén una buena comunicación y has que se sientan importantes
La comunicación fluida entre los dirigentes de la compañía y sus colaboradores hará que aumente el grado de confianza existente y de esta manera nos aseguraremos de que se sientan realmente comprometidos con la causa. Además de eso, ninguno debe sentir que su trabajo no aporta en la consecución de los objetivos.