Seguridad y ahorro de la calefacción eléctrica
Mucha gente cree que la calefacción eléctrica es cara y poco segura. Sin embargo, este tipo de calefacción, sobre todo la convectiva de bajo consumo puede llegar a ser muy económica y mucho más segura para niños y personas mayores que la calefacción por gas natural.
Seguridad en la calefacción eléctrica
Como todo en esta vida, la mayoría de problemas de seguridad que se dan en los sistemas de calefacción eléctrica (y de gas natural) viene dado por un uso inadecuado de las mismas. Bien es cierto que, en la actualidad, la seguridad intrínseca de los sistemas de calefacción eléctrica es más alta que los de gas natural. No hay que olvidar que una fuga de gas natural no sólo puede producir un incendio, sino que puede ser perjudicial para la salud.
Si quieres calentar tu vivienda de forma segura puedes realizar una serie de acciones:
- Revisar el calefactor: ver si los cables y el sistema de calefacción en sí están bien.
- Nunca cubrir un calefactor ni encenderlo durante un tiempo prolongado.
- Máxima precaución en el baño.
Los sistemas de calefacción eléctricos pueden ser más peligrosos para niños y mayores puesto que pueden no ser conscientes del peligro. Por suerte, existen muchas normativas asociadas a este tipo de calefacción para que eso no ocurra:
Sin duda, un buen sistema de calefacción para niños, además de cumplir con las normas básicas en cuanto a su instalación y mantenimiento deberá cumplir con una serie de normas relacionadas con la seguridad ya que existen diversos riesgos:
- Que los puntos calientes de los radiadores y los tubos de conexión estén protegidos.
- Que haya sistemas de regulación y control del aparato de calefacción para que no se produzca un exceso de calor.
Ahorro con la calefacción eléctrica
Como hemos dicho, mucha gente cree que la calefacción eléctrica gasta más, sin embargo es todo lo contrario. Se puede conseguir un gran ahorro gracias a la calefacción eléctrica.
Una de las primeras formas de conseguir un ahorro gracias a este tipo de calefacción es elegir radiadores y sistemas con gran eficiencia energética. Los sistemas que funcionan con gas no tienen esta opción.
Otra opción es instalar un termostato, aunque la mayoría ya vienen con él, y determinar la temperatura entre los 19 y 21 grados durante el día. Este tipo de termostatos, además, se pueden controlar de forma remota lo que permite aumentar la eficiencia energética.
Un racionalizador de potencia también te permitirá ahorrar puesto que no será necesario subir la potencia. De la misma forma, podemos ahorrar contratando una tarifa de discriminación horaria.
Si a todo esto le añades elegir una calefacción por convección de bajo consumo, el gasto en calefacción será mucho menor. Este tipo de calefacción emiten la totalidad del calor que generan y hacen circular el aire, permitiendo alcanzar la temperatura deseada y manteniéndola estable con un menor consumo energético, además de reduciendo la pérdida de calor.