¿Cómo elegir una caseta para mi perro?

Si tienes perro, es probable que hayas pensado que no es necesario comprarle una caseta, que puede dormir en cualquier lado. De la misma forma que nosotros tenemos nuestro espacio donde estar cómodos y relajados, es bueno que nuestra mascota también tenga su caseta para perro.
Si queremos que nuestro amigo acepte la caseta es importante que se sienta a gusto y protegido. Para conseguir esto es necesario que la caseta cumpla una serie de requisitos. Veamos cuáles son.
Elegir bien los materiales de la caseta del perro
Estos materiales deben aislar de la temperatura exterior y la humedad. Tienes casetas para perro de plástico o madera muy económicas.
Las casetas de plástico son más económicas que las de madera. Sin embargo, éstas últimas aíslan de mejor forma, el plástico se puede recalentar mucho a altas temperaturas por lo que no es buena opción para el verano.
También es importante que el suelo sea de hormigón, ya que formará una cámara de aire con la estructura.
También es crucial que el tejado esté bien construido y que no deje pasar el agua dentro de la caseta para perro.
Elegir bien el color de la caseta
Te puede parecer una tontería, pero no sólo el material permite aislar bien de la temperatura exterior. Los colores de la caseta para perros también serán determinantes a la hora de elegir.
Es importante, por ejemplo, que si vives en un lugar donde haga mucho calor, no uses colores oscuros, ya que absorben más la luz y hace más calor dentro de ellas.
Escoger la mejor orientación para la caseta
La mejor opción es situar la entrada hacia el sur o hacia el oeste, protegiéndolo así del viento que viene del norte.
También es importante orientar la puerta de la caseta a donde más le guste o donde menos viento directo haya.
Colócala en su lugar favorito
Las casetas de perro, tanto de obra como prefabricadas, pueden colocarse en casi cualquier sitio, por lo que es bueno ponerla en un sitio que le guste a él. Si sabes dónde duerme cuando está en el jardín, colócala ahí.
Además, tiene que tener espacio fuera para que se mueva. No debe ser un espacio de reclusión.
Que sea fácil de mantener
Al perro le puede encantar su caseta, pero si para tí es incómoda de limpiar y mantener, no durará mucho.
También es importante tener cuidado con los insectos o bichos que puedan entrar. Deberás limpiarla con desinfectante y amoniaco.
Si has colocado esterillas o alfombras, debes lavarlas con regularidad, aunque no parezcan sucias.