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Uso correcto de jabones y suavizante

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Los detergentes y suavizantes contienen ingredientes activos específicos que trabajan para producir resultados de lavado perfectos. La fórmula de cada producto varía según para qué tipo de tejido o material estén optimizados. 

 

Desde el punto de vista ambiental como económico, es muy importante mantener la dosis indicada por el fabricante para el proceso de lavado que va a utilizar. En este sentido, existen lavadoras inteligentes, con la función i-Dos, que usan la cantidad adecuada de detergente y suavizante para cada lavado. Otra manera de asegurarnos un uso responsable de jabones y suavizantes es el uso de lavandería a domicilio. Este tipo de negocios utilizan equipos muy eficientes que no solo consiguen ahorrar agua en sus procesos de lavado, sinó que también utilizan filtros especiales por los cuales se vierte menos agua jabonosa al medio ambiente.

 

Uso correcto de los detergentes

 

Al lavar la ropa, es muy importante usar el detergente adecuado, no solo por la parte económica, sino también por el ámbito medioambiental. 

 

Veamos qué tipo de detergentes hay en el mercado. Si usamos cada tipo de detergente para su especialidad, no solo ahorraremos en material y cuidaremos más la ropa, sino que también nuestra lavadora consumirá menos. Otra de las cosas que debemos hacer es echar la cantidad correcta que nos indique el fabricante. Si no hacemos esto, el lavado y aclarado tardará más y consumiremos más. 

 

Detergentes universales

 

Son de los detergentes más efectivos y se pueden usar para la ropa sucia y blanca, además de para cualquier temperatura de lavado. 

 

Los podemos encontrar en diferentes formatos, polvo, pastillas o líquido (la mejor opción). La mayor diferencia es que en la versión sólida, aparece un agente blanqueador que ilumina la ropa blanca y reduce las manchas de color. Este ingrediente está ausente de todos los detergentes líquidos.

 

Detergentes de color

 

Este tipo de detergente no contiene agentes blanqueadores ni abrillantadores ópticos, lo que los hace muy adecuados para la ropa de colores. Suelen contener aditivos que evitan que los colores se corran.

 

Detergentes suaves

 

Tampoco tienen agentes blanqueadores ni abrillantadores ópticos. Estos detergentes tienen un pH relativamente bajo y, por lo tanto, se recomiendan para el lavado suave de tejidos especialmente delicados. Algunos detergentes suaves contienen la enzima proteasa, que descompone o disuelve la suciedad de la ropa.

 

Uso correcto de los suavizantes

 

En primer lugar, echar el suavizante directamente a la ropa no es nada recomendable, puesto que pueden provocar manchas en la ropa. 

 

EL uso de suavizantes posee muchas ventajas, aunque su labor óptima depende del tipo de suavizante. Hay algunos que se centran en mejorar el planchado, en dar un olor característico o aumentar la suavidad de las prendas.

 

Dentro del uso correcto del suavizante, lo más importante es echarlo en el depósito específico y asegurarnos de que nuestra lavadora tiene el programa específico para echar el suavizante, puesto que tiene ser en el momento en que la ropa ya esté lavada y aclarada y antes del centrifugado. Algunas lavadoras antiguas no tienen esta opción automática y seremos nosotros los que tengamos que echar, de manera manual y en el momento correcto, el suavizante. 





 

La contaminación de los detergentes y suavizantes

 

En relación a los detergentes y suavizantes hay que tener en cuenta ciertos aspectos que afectan al medioambiente:

 

  • Biodegradabilidad: Solo aquellos que posean un material tensioactivo (sustancia de los jabones que causa perjuicios a la vida acuática) que pierda el 90% de su propiedad de disminuir la tensión superficial del agua a los 28 días de ser vertido se puede etiquetar como biodegradable.
  • Eutrofización: Muchos detergentes convencionales incluyen fosfatos, fosfonatos o percarboxilatos como potenciadores. Estas sustancias actúan como fertilizantes de las algas, haciendo que se reproduzcan de manera masiva. Esto agota el oxígeno del agua, que deja de estar disponible para la fauna acuática (microbios y peces), además de generar malos olores y  causar desequilibrios muy graves en lagos y ríos.
  • Blanqueadores: Aunque ya casi no se usan, pueden contener cloro u oxígeno. Lo peor de la industria del cloro es que genera sustancias organocloradas, como dioxinas y furanos, que causan muchos problemas de salud como: disfunciones hormonales, malformaciones en el feto y cáncer, entre otros, y debido a que no se pueden metabolizar, se acumulan en los tejidos de los seres vivos.
  • Antibacteriales: que pueden provocar problemas a la vida bacteriana acuática.

Envasado: Es importante usar detergentes y suavizantes cuyo formato sea reciclable.