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Transitando las huellas de Santa Teresa de Jesús en Ávila

Al noroeste de la capital española se encuentra una provincia que conquista a cualquiera, no solo por sus paisajes, también por el valor religioso que cada uno de sus rincones guarda. Una parte importante de su historia está marcada por las huellas de Santa Teresa de Jesús.

La ruta teresiana se ha convertido en un recorrido obligado para quienes buscan qué ver en Ávila en un día. Es así como podemos visitar las iglesias, conventos, monumentos, y otras construcciones que marcaron el legado de la santa.

Huellas de Teresa: propuesta turística y religiosa

Las Huellas de Teresa comprenden actividades de índole religiosas que se hacen con la finalidad de conmemorar el Centenario de Santa Teresa de Jesús.

Así, este proyecto, que inició en el año 2015, tiene un gran valor religioso para dar a conocer el legado que dejó quien es declarada Doctora de la Iglesia. Involucra a las ciudades en las que, a lo largo de 20 años, la Santa dejó su huella.

Además, representa una oportunidad para promover el turismo de la región, dando a conocer los distintos lugares por donde estuvo presente, hace más de cinco siglos, comenzando por la casa en la que nació.

Convento de Santa Teresa de Jesús: casa natal

Debe su nombre a que fue construido sobre el hogar de nacimiento de la Santa. La cripta funeraria abovedada se encuentra bajo tierra, es lo que conocemos, hoy día, como el museo de Santa Teresa.

La construcción comenzó en 1629, dirigida por el arquitecto Fray Alonso de san José. Siete años más tarde fue inaugurada la obra.

Cuenta con un estilo Barroco Carmelita, destaca una planta de cruz latina, con cuatro capillas a cada lado y nave central. Su altar mayor se encuentra en el noroeste.

Una visita guiada por qué ver en Ávila en un día, nos llevará a ver las esculturas realizadas por Gregorio Fernández (siglo XVII). Otro punto interesante es la plaza, que resguarda algunas reliquias.

Iglesia de San Juan Bautista

Allí se conserva la pila bautismal, donde Teresa hizo el sacramento. Reformada en su totalidad, originalmente de estilo románico. Cuenta con un estilo gótico e influencias renacentistas, de inicios del siglo XVI.

La torre de ladrillo, del frente norte, fue levantada a finales del siglo, mientras que en el frontis se conserva el estilo gótico, con decoraciones de flores y esferas; muy tradicionales de Ávila.

Otras capillas que ver son las que se encuentran en los laterales, construidas con estilo arquitectónico herreriano.

Visitar este templo es trasladarnos a la Edad Media, indispensable para conocer un poco más sobre la historia de los linajes de los pobladores.

El humilladero— los cuatro pilares

Nada mejor que apreciar la vista de la ciudad de Ávila desde este punto. Este monumento religioso se forma por cuatro columnas dóricas, de unos cinco metros de altura. Desde el centro se aprecia una cruz de granito.

Su construcción fue en el año 1566, la idea surgió de Rodrigo Dávila. Este contrató a Francisco de Arellano para que llevara a cabo la obra: el «Humilladero del puente del Adaja», el cual consistía en un monumento dispuesto en las villas para dar muestra de la piedad del pueblo.

Se trata de un punto importante en la vida de Santa Teresa, pues hace alusión al encuentro que sostuvieron la Santa y su hermano al escapar del martirio en tierras moriscas. La cruz no es la original, ya que fue sustituida en el año 1995 debido a un acto de vandalismo.

Convento de Nuestra Señora de Gracia

Lugar donde Teresa fue enviada, en contra de su voluntad, para recibir educación. Comenzó sus estudios en 1531 y estuvo en el convento por dieciocho meses.

Marcó una valiosa huella en la vida de Teresa, ya que allí aprendió sobre la espiritualidad y la oración, bajo la influencia de María Briceño.

Un recorrido por este templo nos permitirá ver la caja confesional de ese entonces y el riel de comunión. También destaca el campanario de ladrillo y su estilo gótico con sillares de granito.

Para el año 1478, fue construido el Monasterio de la Encarnación, ubicado dentro de las murallas de Ávila. Tiempo después, en el siglo XVI, es reubicado en las afueras de la ciudad. Se dice que su construcción se hizo sobre un antiguo cementerio judío.

El templo fue inaugurado el 4 de abril de 1515. Tomó gran relevancia, ya que allí estuvo Santa Teresa, en 1535, ejerciendo labores de monja y, luego, de madre priora. La Santa vivió en este recinto durante los años 1535 y 1574.

La habitación que fue utilizada por Teresa se transformó en un oratorio, más tarde sería una capilla que estuvo abierta para el año 1717. Hoy en día, existe la capilla de La Transverberación.

Destaca la cúpula hemisférica y cuatro arcos principales. La decoración interior tiene una adaptación al estilo barroco y está distribuido en forma de cruz latina.

Monasterio de San José

Las huellas de Santa Teresa se relacionan con este templo, ya que fue fundado por ella, en el año 1576. Muchos detalles de su construcción están expuestos en las memorias de la Santa.

Actualmente, se pueden ver las dependencias conventuales, lo que nos da una idea del convento original. Una ruta teresiana nos llevará a apreciar la cocina, la celda, el refectorio y la campana fundacional.

Como dato curioso, existe una escalera donde Teresa sufrió un accidente, en 1577, lo cual ocasionó la rotura de su brazo izquierdo.

Real Monasterio de Santo Tomás

Este importante recinto guarda una marcada relación con Teresa de Jesús, ya que con apoyo de los Reyes Católicos la santa pudo fundar la orden de las Carmelitas Descalzas.

Fue en 1482 cuando la obra dio inicio y no se completó hasta 11 años después, en 1493. Además, se realizó el monumento funerario del príncipe Juan y un palacio que rodea el claustro de los reyes.

Su estilo gótico destaca entre las construcciones más considerables que ver en Ávila, declarado Patrimonio de la Humanidad. Distingue su inmensa fachada con un gran arco escarzano.

Existen tres claustros que se encuentran dentro del Real Monasterio:

  • Claustro de los novicios: con un diseño bastante sobrio y estilo toscano.
  • El Claustro del Silencio o el Difunto: lugar donde fueron enterrados los monjes.
  • El Claustro de los Monarcas: marca la distribución de las zonas en el Palacio, cuenta con 40 arcos en la parte inferior y 56 en la planta superior.
Actualizado el