Tipos de despidos y la importancia de contar con un abogado laboralista

El despido es una de las situaciones más delicadas dentro del ámbito laboral, tanto para las empresas como para los trabajadores. Un despido mal gestionado puede acarrear problemas para la empresa, litigios prolongados e incluso la nulidad del despido con la consecuente readmisión del trabajador. Por ello, es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado laboralista, tanto para la empresa que desea ejecutar el despido dentro del marco legal, como para el trabajador que busca impugnar y obtener la mayor indemnización posible.
Tipos de despidos en España
En el derecho laboral español, existen distintos tipos de despido, cada uno con sus requisitos formales y consecuencias legales:
1. Despido disciplinario
Este tipo de despido se produce cuando el trabajador ha cometido una falta grave y culpable, como pueden ser:
- Faltas reiteradas e injustificadas de asistencia o puntualidad.
- Indisciplina o desobediencia en el trabajo.
- Ofensas verbales o físicas a compañeros o superiores.
- Transgresión de la buena fe contractual o abuso de confianza.
- Disminución voluntaria y continuada en el rendimiento.
- Embriaguez habitual o toxicomanía si afectan al desempeño laboral.
El despido disciplinario no da derecho a indemnización, pero sí a finiquito. Para que sea válido, la empresa debe cumplir con los requisitos formales, como la notificación por escrito y la concreción de los hechos.
2. Despido objetivo
Se basa en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ETOP). Entre las más comunes están:
- Reducción de ingresos o ventas de la empresa.
- Cambios en los métodos de trabajo o producción.
- Necesidad de reducir plantilla por causas organizativas.
En este caso, el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 meses, además del preaviso de 15 días o la compensación económica equivalente si no se ha cumplido dicho preaviso.
3. Despido colectivo (ERE de extinción)
Cuando el despido afecta a un número significativo de trabajadores dentro de un período de 90 días, se considera despido colectivo y debe cumplir con una serie de requisitos adicionales, como la negociación con los representantes de los trabajadores y la comunicación a la autoridad laboral.
Si el procedimiento no se ha llevado correctamente, el despido puede ser declarado improcedente o incluso nulo, con la obligación de readmitir a los trabajadores afectados.
4. Despido improcedente
Se considera despido improcedente cuando:
- No se han cumplido los requisitos formales.
- No hay una causa justificada para el despido.
- La empresa no puede demostrar la causa alegada.
En estos casos, la empresa tiene dos opciones:
- Readmitir al trabajador con el pago de los salarios de tramitación.
- Pagar una indemnización de 33 días por año trabajado (o 45 días para períodos anteriores a la reforma laboral de 2012), con un máximo de 24 mensualidades.
5. Despido nulo
El despido será declarado nulo si se fundamenta en una causa discriminatoria o vulnera derechos fundamentales, por ejemplo:
- Despidos de trabajadoras embarazadas o en baja por maternidad.
- Despidos por motivos sindicales o de represalia.
- Despidos que vulneran el derecho a la igualdad.
En estos casos, el trabajador tiene derecho a la readmisión inmediata y al pago de los salarios dejados de percibir.
¿Por qué es importante contar con un abogado laboralista?
Tanto empresas como trabajadores deben recurrir a un abogado especializado en derecho laboral para garantizar que sus derechos y obligaciones se cumplen adecuadamente.
Para la empresa
- Asesoramiento en la selección del tipo de despido más adecuado.
- Redacción de la carta de despido conforme a los requisitos legales.
- Cumplimiento de los plazos y formalidades para evitar impugnaciones.
- Defensa en procedimientos judiciales en caso de reclamaciones por parte del trabajador.
Para el trabajador
- Análisis de la legalidad del despido.
- Impugnación del despido si es improcedente o nulo.
- Negociación de una mayor indemnización en caso de improcedencia.
- Representación en juicio para obtener la máxima compensación posible.