Thomas Herzog: el precursor de la arquitectura sostenible
Herzog es un reputado arquitecto alemán nacido en Múnich el tres de Agosto de mil novecientos cuarenta y uno, conocido mundialmente por su particular visión en el uso de la climatología y la energía solar aplicadas a la arquitectura, usando pieles avanzadas tecnológicamente en sus construcciones.
Su talento fue precoz y a los 32 años de edad Thomas Herzog se convirtió en el profesor de arquitectura más joven del país germano. También creó su propia empresa más tarde, en 1983, a los cuarenta y dos años de edad.
Se licenció en la universidad de Múnich en el año 1965, más tarde comenzaría a trabajar con Peter C. von Seidlein, hasta 1969, años más tarde se convirtió en asistente en la universidad de Stuttgart doctorándose en Roma en 1972, en la universidad de la Sapienza.
Fundó ese año su propio estudio junto a otros socios; uno de ellos, Hanns Jörg Schrade, comenzó a trabajar con él en mil novecientos noventa y cuatro.
En mil novecientos setenta y tres fue nombrado profesor en la universidad de Kassel, más tarde pasaría a trabajar en Darmstadt.
En mil novecientos noventa y tres obtuvo una cátedra en la prestigiosa universidad técnica de Múnich y se convierte en profesor invitado y honorífico en distintas universidades europeas, estadounidenses y asiáticas.
Su mayor obra y legado, es la experimentación en el campo del uso de la energía solar y sus aplicaciones en distintos modelos de construcción.
Algunas de sus mayores obras son:
Pese a que las obras de Thomas Herzog son multitud, debemos resaltar algunas de las que mayor trascendencia tienen; El tejado de cristal inclinado, formando un ángulo de 45º en la orientación sur del residencial Richter en Múnich (Entre 1979 y 1982) este, llega hasta el suelo y es capaz de producir energía a través de sus células fotovoltaicas, en el lado opuesto, la pared norte por el contrario, se encuentra completamente aislada contra el frío propio de la ciudad alemana.
Otra de sus grandes aportaciones es el Design Center ubicado en la localidad austriaca de Linz, una nave de más de doscientos metros de longitud, sin necesidad de columnas interiores durante casi ochenta metros, esta obra presenta un tejado de cristal con un sistema que permite obtener una iluminación completamente natural sin producir deslumbramientos, impidiendo también las radiaciones solares en el interior, evitando temperaturas demasiado elevadas durante los meses de verano. Además de presentar un gran sistema de ventilación natural sustituyendo a la mecánica.
Este arquitecto siempre ha aplicado los principios ecológicos en sus trabajos, otro ejemplo es la feria de muestras de Hannover donde edificó un pabellón soportado por una estructura de acero con una cubierta suspendida.
Las fachadas del edificio son acristaladas, orientadas estratégicamente buscando la luz natural, el tejado está compuesto de madera, que actúa como aislante del clima.
Se trata de una persona con una visión diferente del mundo, que aplica técnicas nuevas buscando la eficiencia y el respeto y cuidado del medio ambiente.