Tejados como fuente de ahorro y energía

¿Sabías que cada uno de los componentes que forman la estructura de tu casa tienen un rol determinante en el comportamiento energético de la misma? Más aún el tejado, que recibe una increíble carga fotovoltaica proveniente de los rayos UV que inevitablemente lo tocan día tras día.

Entonces podemos empezar a ver los tejados como una fuente de ahorro energético, y podemos usarlos para reducir nuestra factura y apoyar la sostenibilidad de nuestros recursos. Pero, ¿cómo hacerlo posible?

En este artículo daremos respuesta a esa y otras interrogantes tales como de qué manera podemos ahorrar energía al hacer un cambio de tejado y cómo convertirlo en una fuente de energía renovable para que tu propiedad sea más sostenible.

¡Quédate con nosotros! Te decimos cómo aprovechar tu tejado como una fuente de ahorro y energía.

¿Cómo ahorrar energía con mi tejado?

En principio, debemos tener en claro que un tejado tiene la posibilidad de proporcionar una fuente de protección contra el clima adverso y extremo del exterior. Sin embargo, en muchas oportunidades no estamos aprovechando esta cualidad, sino que el material del que está hecho tu tejado puede tener pérdidas de calor o incluso una transferencia de la temperatura del exterior hacia el interior.

Inevitablemente, esto hará que debamos subir la intensidad de nuestros climatizadores para equilibrar la pérdida y tener un ambiente más cómodo en el interior, así como otras medidas tecnológicas que mejorarán la habitabilidad de cada habitación.

Sin embargo, los tejados aislantes fácilmente solucionarían todos estos problemas. Estos evitan que las temperaturas del exterior se fundan con las del interior creando una ruptura en el puente térmico y reduciendo la necesidad de encender el aire acondicionado o la calefacción.

Ahorrar energía eléctrica con tu tejado puede ser tan sencillo como quieras, pero como expertos hoy queremos presentarte dos tipos de tejados que te ayudarán con este particular:

1. Aislamiento térmico y acústico

Instalar un sistema de aislamiento térmico en tu tejado es una solución rápida y eficiente para tus problemas energéticos. Consta de la aplicación de un material que corte el puente térmico que hay entre los materiales del tejado y la temperatura externa, a fin de mantener la estabilidad de la temperatura dentro de la propiedad. Así es como reducimos el uso de los climatizadores y aumentamos el valor del inmueble.

En este punto, son muchos los tipos de aislamientos térmicos que podemos instalar sobre tu tejado existente, por ejemplo:

• Si el tejado consta de láminas planas, podemos aislar con tela asfáltica o lámina bituminosa.
• Si se trata de un tejado inclinado o con superficies irregulares, podemos aplicar un aislamiento de poliuretano proyectado o poliestireno extruído.
• Podemos reemplazar el tejado e incorporar un tejado o cubierta aislante como el panel sándwich o las láminas de poliuretano.

Cualquiera de estas soluciones te ofrecerá un resultado similar. Sin embargo, debes tener en cuenta las características de tu propiedad, el peso que puede aguantar tu estructura y otros factores que solo los expertos tomarán en consideración.

Por eso, lo más recomendable es que te pongas en contacto con una empresa especializada como nosotros, que te ayude a determinar cuál es el tipo de aislante de tejados más apropiado según tus condiciones.

2. Techos frescos

Esta opción es similar a los aislantes, pero en lugar de incorporar un material nuevo, utilizaremos el color y la forma del tejado para reflectar los rayos del sol e impedir que se internen en los materiales de la propiedad.

Se llaman techos frescos y su diseño, así como su material están hechos para climas cálidos, ya que ayudan a mantener el interior de la propiedad con un clima más fresco y libre del abrumador calor exterior que se presenta mayormente durante el verano.

Hay varios tipos de tejados frescos, algunos utilizan materiales reflectantes y pintura blanca que repele los rayos del sol, mientras que otros incorporan jardines vivos en el tejado, lo cual funciona como aislante natural y fuente de oxígeno. Todo esto ayuda a mantener en excelente estado el tejado, aislado del calor y con un efecto refrescante durante todo el año.

Igualmente, para las temporadas más abrumadoras, en este tipo de tejados podemos instalar disipadores de calor que van tanto en la parte superior como interno en los materiales. Esto es un sistema que nos ayudará a sacar el calor de la estructura, dándole mayor transpirabilidad, reduciendo las posibilidades de sufrir humedades y mejorando mucho la sensación térmica en el interior.

¿Cómo convertir mi tejado en una fuente de energía?

Ahorrar energía y producirla son dos cosas totalmente diferentes. Si ahorrar energía te ayudará a reducir las facturas de electricidad, producir dicha energía no solo potenciará la eficiencia energética, sino que aumentará el valor de tu propiedad y lo convertirá en un ambiente completamente sostenible.

Para esto, por supuesto que necesitarás a una empresa experta en construcción de tejados y cubiertas, ya que el proceso para convertir tu tejado en una fuente de energía siempre implica el levantamiento del tejado anterior para cambiarlo por un techo nuevo. Estas son las mejores opciones para tal fin:

1. Tejados solares o fotovoltaicos

Con un concepto que data de hace más de 100 años, la tecnología y los avances en cuanto a construcción de tejados nos permiten tener un tejado solar a un precio mucho más económico. Su funcionamiento es sencillo: este tejado está hecho de láminas fotovoltaicas que transforman la luz solar y los rayos UV en energía que puedes utilizar en tu casa. Así que la energía se reutiliza, y no empleamos recursos externos, lo cual colabora con la preservación del medio ambiente y reduce el coste de las facturas eléctricas.

Estas láminas suelen ser algo pesadas y a menudo utilizan su superficie reflectante para absorber la energía que proporcionan los rayos del sol. Esto lo enlazaremos con tu fuente de difusión de la energía eléctrica y podremos así utilizar tu propia energía renovable en casa.

La misma innovación tecnológica incluso nos permite diversificar la estética de este tipo de tejados, así que hay láminas solares que se pueden instalar en las cornisas, o tejas fotovoltaicas que se ubican entre las tejas normales y generan el mismo efecto. Lo mejor es que, en cualquier caso, el coste de mantenimiento es bajo, y es un recurso que ayuda a reducir en gran manera el uso de energía eléctrica regular dentro de una propiedad.

2. Techos blancos o reflectantes del calor

Se trata de un material robusto y grande que tiene una superficie blanca reflectante que nos ayudará a reducir la temperatura del edificio, al mismo tiempo que se dirige esta energía con la finalidad de reutilizarla. En este punto se unen ambas técnicas: las láminas fotovoltaicas con las reflectantes del calor, lo cual hace el equipo perfecto para que todo tu edificio permanezca mucho más fresco mientras la energía renovable continúa su ciclo de producción y uso.

Se ha demostrado que con los techos blancos se puede disminuir la temperatura del edificio en hasta 4º C en temporadas de calor extremo. Esto es perfecto, ya que, al combinar con techos solares, obtendremos un resultado más que increíble: gastaremos menos energía y podremos emplear de forma eficiente los recursos renovables.

¿Cuánto se puede ahorrar al cambiar el tejado?

La respuesta a esta pregunta depende directamente del tipo de técnica que desees emplear. En este artículo te hemos proporcionado diferentes claves entre las que podemos seleccionar la más adecuada para tu propiedad y presupuesto. Por ejemplo:

• Los tejados de panel sándwich pueden ahorrar hasta un 40% de energía.
• Los tejados frescos pueden ahorrar hasta un 30% de energía.
• El ahorro que representa instalar tejados fotovoltaicos alcanza la sorprendente cifra de 70% en algunos edificios.

Todo depende de quién realice la instalación, como del tipo de material, instalación y recursos que empleemos en dicho proyecto. Por eso te recomendamos ponerte en contacto con una empresa experta en construcción de tejados y cubiertas en tu región.