El reciclaje como aliado del ahorro energético
¿Sabías que el hecho de incluir el reciclaje en nuestro día a día tiene grandes consecuencias positivas para nuestro planeta y para la población mundial? Con un simple gesto podemos ayudar a cuidar y preservar los recursos de los que disponemos.
Esta actividad puede ser un poco tediosa al comienzo, especialmente cuando la realizamos desde nuestros hogares, separar los residuos y dejarlos en el contenedor correspondiente cuesta más que echar toda la basura en una misma bolsa y tirarla. Pero cuando somos conscientes de sus ventajas para el medio ambiente, la economía o la salud su implantación en nuestro día a día, merece la pena.
Entre estas ventajas se encuentran: un mayor cuidado de la naturaleza, la reducción del impacto del cambio climático, la disminución de la cantidad de basura que se genera en el entorno y el ahorro energético, por mencionar solo unas pocas.
Es en este último asunto en el que queremos detenernos con mayor atención, ¿por qué reciclar ayuda a disminuir el gasto de energía? Pues bien, el reciclaje implica darle una nueva vida a los objetos, aprovechando su materia prima para fabricar nuevos utensilios de características similares. Mientras que para elaborar un producto nuevo es necesario empezar de cero el proceso de producción (lo que conlleva un consumo extra de energía), para elaborar un producto a partir de otro reciclado, hay ciertos pasos del proceso de elaboración que se omiten, por lo que se ahorra una gran cantidad de energía.
Aunque debemos mencionar que en el proceso de reciclaje también se consume energía, esos valores de consumo no son tan elevados, es decir, se ahorra mucho más de lo que se consume.
Pero para que nos hagamos una mayor idea de cómo el reciclaje puede ayudar al consumo energético, te mostramos una serie de ejemplos:
-Vidrio. Se trata de un material que nos ofrece la posibilidad de reutilizarlo varias veces sin perder sus características esenciales. El vidrio reciclado necesita alrededor de un 30 o un 40% menos de energía para su elaboración si se compara con un proceso que empezara de cero.
-Latas de aluminio. En este caso, cada vez que reciclamos una lata estamos ahorrando el 95% de la energía que se necesita para fabricar una nueva, según la Guía Práctica de la Energía del IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).
-Papel. El papel reciclado disminuye el consumo de agua en un 86% y el de energía en un 65%. La fabricación de una tonelada de papel a partir de papel reciclado permite que 17 árboles sigan viviendo.
La energía es lo que mueve al mundo y, como podemos observar, el reciclaje es un fuerte aliado para asegurarnos de que no la malgastamos. Un compromiso del que todos deberíamos formar parte, ya sea desde nuestros hogares o mediante la actividad de diferentes empresas.
Un claro ejemplo es Reciclajes Avi, una empresa dedicada al tratamiento de residuos sólidos urbanos e industriales no peligrosos. Desde su planta de reciclado, ubicada en Mos, Pontevedra, da servicio a toda Galicia. La plantilla de Reciclajes Avi la conforman una serie de profesionales que cuentan con una dilatada experiencia en el sector, por lo que si tu empresa necesita asesoramiento, ya sea legal o técnico en materia medioambiental, no dudes en ponerte en contacto.