Razones por las que los azulejos cerámicos ahorran energía
Los azulejos cerámicos son un elemento de gran estética y diseño en una vivienda. Los hay de diferentes tamaños y colores, pero sin lugar a dudas, tu estancia quedará visualmente mucho más atractiva que ante cualquier otro material.
Pero no queda todo ahí. Si nos centramos en sus propiedades intrínsecas, nos damos cuenta de que la cerámica resulta ser un material sostenible y con gran eficiencia energética. Lo que hace que apostar por este material, sea apostar por el futuro y el ecosistema. Pero, ¿qué nos aporta a nosotros el uso de la cerámica en nuestra vivienda?
A continuación, os indicamos unas razones por las qué la cerámica reduce el gasto energético, lo que a la larga también repercute en un ahorro económico para el consumidor en la factura de luz de su vivienda.
1. La cerámica es un material natural.
Mezcla de tierra, agua y fuego, ingredientes naturales, libres de químicos tóxicos, ya que todo parte de la arcilla.
2. Constituye un aislante natural para el hogar.
La masa térmica de los azulejos suaviza el calentamiento y enfriamiento, de modo que su instalación en el hogar aísla de las inclemencias externas y modera los cambios de temperatura.
3. La cerámica se limpia con agua, sin químicos.
Precisamente por su resistencia, es un material que no necesita apenas cuidados. Se limpia simplemente con agua, lo que supone un ahorro de tiempo, dinero y exposición a productos químicos dañinos. De ahí su utilidad en las cocinas y piscinas.
4. Con ella, contribuyes a reducir emisiones.
La producción de baldosas cerámicas es cada vez más sostenible. Por un lado, las fábricas suelen ubicarse cerca de las fuentes de materia prima para minimizar los desplazamientos. Por otro lado, los procesos se ajustan a los exigentes estándares europeos, que persiguen la reducción de las emisiones de gases tóxicos.
5. La resistencia minimiza los residuos.
Es un material muy duradero, no se deforma ni se abolla, y soporta los cambios bruscos de temperatura, la humedad y el paso del tiempo. Una vez puesta, no necesita mantenimiento, por lo que no es necesario cambiarlo a menudo. Además, en su fabricación se reutilizan todas las mermas, por lo que no se producen residuos.
A todas estas razones, que prueban la eficiencia energética del material, cabe sumar que supone una alternativa responsable. La baldosa cerámica es una opción ecológica mucho más respetuosa que otros materiales.
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