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¿Qué tipos de contratos inmobiliarios existen?

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abogado inmobiliario

Los contratos inmobiliarios son acuerdos escritos en los que dos partes llegan a un pacto sobre un inmueble específico. A través de este documento, una de las partes se compromete a hacer algo siempre que la otra ofrezca una contraprestación. En él se recogen los términos y condiciones de la venta, alquiler o cualquier otro tipo de operación inmobiliaria. Debiendo quedar todo por escrito y ser firmados por ambas partes para que tenga validez legal.

La formalización de los contratos inmobiliarios es fundamental en las operaciones de compraventa, por ejemplo, por lo que es muy importante conocer un poco más sobre el tema para saber cómo realizarlos e interpretarlos y evitarnos más de un quebradero de cabeza en el futuro.

¿Qué incluye un contrato inmobiliario?

Para que un contrato inmobiliario sea válido, tienen que cumplirse los requisitos fijados por la legislación en vigor:

  • Identificación de las partes: nombre, domicilio y datos de contacto de los participantes.
  • Identificación del inmueble: dirección y características del inmueble.
  • Duración del contrato: en el caso de los contratos de alquiler, debe especificarse el periodo marcado para el arrendamiento. 
  • Monto y forma de pago: se reflejará la cantidad a pagar en concepto de compra o alquiler y cuándo se harán efectivos los pagos.
  • Otras cláusulas: todos los acuerdos a los que lleguen ambas partes deben quedar recogidos en el documento.

 

Tipos de contratos inmobiliarios más habituales

Aunque hay una amplia variedad de contratos inmobiliarios, hay tres que destacan por encima de los demás por ser los más frecuentes:

1. Contrato de compraventa

Es uno de los documentos de inmobiliarios más clásicos. En este contrato se recoge de legalmente y en estricto cumplimiento de la ley, que existe una persona que vende su propiedad a otra a cambio de un cantidad pactada y reflejada en el mismo. Para ello, es muy importante que se realice antes el contrato de arras, que supone el compromiso formal de compraventa.

2. Contrato de arras

Es un tipo de contrato en el que las partes implicadas acuerdan la reserva de la compraventa de un inmueble, entregándose una cantidad de dinero como señal. El vendedor se compromete a realizar la venta al comprador y el comprador reserva el derecho a comprar el inmueble. Un documento de gran importancia, ya que recoge las condiciones que se establecen para la compraventa de la propiedad y las penalizaciones que deben asumir ambas partes en caso de que el contrato se rompa.

3. Contrato de alquiler o arrendamiento

El contrato de alquiler es más habitual de todos los que existen actualmente. La finalidad principal de estos contratos es establecer las condiciones por las que el propietario del inmueble permite que el inquilino haga uso del mismo a cambio de una contraprestación económica previamente fijada.

4. Contrato de alquiler con opción a compra

El contrato de alquiler con opción a compra es un acuerdo por el que el propietario de un inmueble se compromete a reservar la propiedad para el comprador durante un periodo de tiempo concreto a cambio de un pago inicial. Si el comprador decide ejercitar la opción y comprar la propiedad en el plazo marcado, el pago inicial será deducido del precio de la venta. En el caso de que decida no ejercitar este derecho, perderá el pago inicial, pero no tendrá ningún tipo de obligación.

5. Contrato por comisión

En este contrato se refleja que el propietario debe proporcionar todos los servicios vinculados al inmueble para que este se encuentre en perfectas condiciones para su venta. Así pues, el agente inmobiliario únicamente se dedica a cumplir la misión de buscar compradores y cerrar la compraventa del inmueble. Puede ser de vivienda habitual, de temporada o de uso turístico.

Este tipo de contratos hacen referencia a la necesidad del propietario de atraer potenciales compradores para su propiedad porque no dispone ni de tiempo ni de contactos para realizar el proceso de venta.

 

¿Por qué contratar los servicios de un abogado en los contratos inmobiliarios?

Para una persona que no tenga conocimientos en la materia, el proceso de compraventa o de alquiler de un inmueble puede resultar complejo debido a la gran cantidad de documentos, contratos y términos legales que deben dominarse. Por esta razón, independientemente de que la inmobiliaria nos esté ayudando a gestionar la operación, siempre es conveniente recurrir a un abogado especializado en derecho inmobiliario que pueda asesorarnos a lo largo de todo el proceso.

Este tipo de profesionales conocen muy bien cuáles son los trámites que debe realizarse para que el proceso sea más sencillo, siendo una de sus principales funciones la de revisar los contratos y escrituras para cerciorarse de que no se incluyen cláusulas abusivas. Pero además, pueden ayudarnos a detectar irregularidades y a efectuar reclamaciones.

Y en el caso de que seas tú el que quiere vender o alquilar el inmueble, puede ayudarte con las gestiones relacionadas con los impuestos, como la plusvalía municipal, o aconsejarte sobre posibles problemas que puedan surgir y ofrecerte las mejores opciones para solucionarlo, como en casos de embargos, divisiones de copropiedad, reclamos o conflictos con la comunidad de propietarios, por ejemplo.