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Qué son las casas biopasivas y porqué están en alza

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Una de las consecuencias sociales que ha traído la pandemia es un cambio en las preferencias a la hora de buscar casa. Tras vernos obligados a permanecer entre cuatro paredes mucho más de lo normal, las carencias de nuestra vivienda se han hecho más evidentes en muchos hogares.

Espacio, calidades de los materiales, demanda en energía, aislamiento al ruido, luz natural o bienestar son aspectos hoy aún más valorados entre las personas que buscan casa.

En virtud de ello, una nueva tendencia ha aumentado exponencialmente su demanda en el mercado inmobiliario: las casas biopasivas. Un tipo de construcción que reúne los requisitos que buscamos en nuestro hogar ideal. Ojo, no estamos hablando de lujo. Aunque el verdadero lujo es vivir en una casa que apenas consume energía en calefacción o refrigeración, que ha sido realizada con materiales de calidad, naturales o ecológicos, inocuos para la salud y respetuosos con el medio ambiente.

Esto es, a grandes trazos, lo que ofrece una casa biopasiva. El concepto resulta de sumar al concepto de casa pasiva los ingredientes de ecología y de la salud.

La casa pasiva es aquella concebida para conseguir que consuma muy poca energía. Passivhaus es la certificación internacional más extendida para conseguir este tipo de viviendas, cumpliendo con sus estrictos requisitos de eficiencia energética.

Las Passivhaus se proyectan y construyen para reducir el consumo de energía hasta un 75% respecto a otra vivienda similar. La poca que necesitan para disfrutar de una temperatura confortable durante todo el año puede cubrirse fácilmente a partir de energías renovables, como la aerotermia, la geotermia o la solar.

Para obtener esta escasa demanda energética, además de aprovechar los recursos naturales mediante el diseño bioclimático, cuentan con un nivel muy superior a lo habitual de aislamiento térmico en la envolvente, esto es “la piel del edificio”, se instalan ventanas y puertas de altas prestaciones y se cuida la hermeticidad para que no entre o salga aire de manera incontrolada a la vivienda que se traduzca en un aumento de la demanda de energía para regresar a una temperatura confort.

Al modelo casa pasiva, la propuesta biopasiva añade la utilización de materiales naturales o ecológicos, libres de tóxicos, respetuosos con el medio ambiente y la salud. Por ejemplo, utilización de madera para la estructura, aislamientos de fibra de madera o celulosa, pinturas minerales. Lo que en su conjunto da lugar a una casa saludable.

Una vivienda saludable es aquella que no solo erradica los efectos perjudiciales ocasionados por materiales emisores de toxicidad o técnicas constructivas deficientes, sino que además produce impactos positivos para la salud de las personas que la habitan, dotándolas de un espacio de bienestar. En su polo opuesto estaría el edificio enfermo, definido por la OMS.

En el proceso de construcción de una casa saludable se tienen en consideración un amplio rango de factores como la temperatura, la humedad, la acústica, la luminosidad, la calidad del aire interior, la eliminación de radiactividad y campos electromagnéticos, una instalación eléctrica biocompatible, así como que la energía que se necesite para climatización y agua caliente proceda de fuentes limpias, como la aerotermia o la solar fotovoltaica.

La construcción biopasiva toma elementos de la bioconstrucción como el uso de materiales naturales, libres de tóxicos, la optimización de la calidad acústica y lumínica o la regulación natural de la humedad y la temperatura de los ambientes interiores para crear hogares saludables, sin contaminación, con una calidad del aire adecuada, apoyada también en un sistema ventilación mecánica de doble flujo, que elimina el aire contaminado del interior de la vivienda a introduce aire limpio filtrado para asegurar una calidad del aire interior óptima para la salud de manera constante.

En definitiva las casas biopasivas además de requerir muy poca energía para disfrutar de una temperatura agradable todo el año, son viviendas de bajo impacto ambiental que crean espacios de bienestar, beneficiosos para la salud. Todo ello sin renunciar al diseño personalizado.