¿Qué importancia tiene la humedad ambiental para una buena climatización?
Una perfecta supervisión de la temperatura interior es ideal cuando las personas perciben que los niveles de temperatura y humedad son confortables.
En los hogares, este confort se obtiene gracias a los acondicionadores de aire; en edificios de alto tráfico, utilizando grandes sistemas de aire acondicionado (sistemas HVAC). Sin embargo, estos sistemas en ocasiones pasan por alto la influencia de la humedad en el nivel de confort, provocando incluso problemas de salud a los ocupantes.
Por otro lado, estos inconvenientes no se dan en entornos industriales, ya que muchas veces tanto los procesos de producción como la calidad del producto final dependen en gran medida de la humedad del ambiente. Por lo tanto, el aire acondicionado es monitoreado constantemente por sensores que cuantifican la humedad.
Si esto no es adecuado, se regula mediante el sistema de ventilación o una solución deshumidificadora.
Lo mismo ocurre con el almacenamiento de productos sensibles a la humedad, o obras de arte en museos, documentos valiosos en archivos o incluso en los garajes de vehículos históricos. Porque al final, los dos paros de producción como moho, esporas, grietas en chasis viejos u óxido en la chapa de los coches significan lo mismo: pérdidas económicas.
Humedad interior recomendada
Hasta la fecha, no existen normativas europeas obligatorias que regulen la correcta humedad interior, por lo que no se ha prestado la debida atención a la hora de planificar o instalar un sistema de ventilación y climatización; Solo hay ciertas sugerencias y pautas que se aplican en las regulaciones nacionales y se basan en la experiencia o en informes médicos. Sin embargo, ya se están sentando las bases en diversas asociaciones y organismos de certificación para que las recomendaciones sean un poco más oficiales, porque de hecho tan importante es la humedad correcta como la temperatura correcta en cuanto a una buena climatización se refiere. Si tenemos en cuenta que la temperatura y la humedad son variables que afectan a los hogares, oficinas, almacenes, salas de producción o tiendas durante todo el año, podemos establecer que si el rango de temperatura ideal estaría entre 20 y 27 ° C, el de la humedad sería entre 30 y 65%.
A modo de explicación, "humedad relativa" se refiere a la relación entre el contenido de vapor de agua del aire y la cantidad máxima que puede absorber a una temperatura determinada. Para la mayoría de las personas, el 40% sería el valor mínimo necesario para sentirse cómodo.
Los estudios muestran que la humedad relativa en interiores se considera particularmente agradable al 55%.
La temperatura y la humedad de la habitación interior van ligados
La relación entre temperatura y humedad relativa se establece en el índice “humidex” o sensación térmica. Este índice proporciona información sobre la temperatura "percibida" por las personas.
Por ejemplo: a una temperatura de 26 ° C y una humedad relativa del 70%, la sensación térmica es de 33 ° C y percibimos el ambiente como pesado. Por otro lado, si la humedad relativa es del 40% a la misma temperatura, la sensación térmica disminuye a 28 ° C y percibimos el ambiente muy próximo al confort con solo una diferencia en la sensación térmica de 5 ° C.
Este ejemplo nos muestra que en ocasiones es completamente inútil utilizar el aire acondicionado para enfriar la habitación sin tener en cuenta también la humedad, porque esto solo supone un gasto energético innecesario y no asegura un buen nivel de confort. Finalmente, los expertos en aire acondicionado coinciden en que las personas no sienten realmente la temperatura, sino una combinación de temperatura y humedad, que estos expertos definen como entalpía percibida.
¿Cómo conseguir la humedad perfecta?
Como ya ocurre en el almacenamiento y fabricación de productos sensibles, esto es lo que se espera para el ser humano y la salud: además de la temperatura, la humedad también será un factor fundamental a tener en cuenta.
Pero, ¿cómo se decide qué humedad es la "ideal"?
La solución es muy fácil: la ventilación residencial ya incorpora sistemas de recuperación de humedad. La mayoría de los sistemas HVAC completos pueden extraer la humedad del aire de escape y devolverla al aire de suministro. En invierno, el aire seco se vuelve más húmedo y en verano, se produce un efecto de enfriamiento al evaporar la humedad que regresa al aire de suministro. Es una solución muy eficiente desde el punto de vista energético, pero tiene que funcionar de manera muy higiénica. Si la recuperación de humedad no es suficiente, existen otras opciones para humidificar el aire.
Ya sea por vapor o por adiabático: en estos casos, siempre hay gasto de energía, electricidad o combustibles fósiles, lo que implica un coste monetario y un aumento de las emisiones de CO2. Por lo tanto, si la humedad disponible se pre-recolecta, los sistemas de humidificación adicionales son más pequeños y, lo más importante, la humedad relativa se combina de manera más inteligente con la temperatura, lo que no solo crea un mejor control del clima, sino que también representa un gran ahorro de energía. y dinero. Entonces podemos concluir que vale la pena abordar el tema de la humedad a la hora de planificar e instalar un sistema de ventilación de una forma mucho más integral que antes.
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