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Prepara tu casa para el frío con las calderas de gas

Actualizado el
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Frío

Cada vez que llega el frío empezamos a temblar al pensar en el coste de las facturas de energía. Durante este artículo te contaremos una serie de consejos para preparar tu vivienda contra el frío y, a la vez, ahorrar energía cuando se tiene una caldera de gas.

1. Pon a punto los radiadores

Antes de encender por primera vez los radiadores o cambiar alguna configuración en tu caldera es recomendable comprobar el estado de cada radiador para verificar que funciona bien.

Si cerraste la llave de los radiadores cuando terminó el frío el año pasado, debes recordar abrirla y comprobar que el agua circula sin problemas. Si ves que no es así, igual es necesario purgar los radiadores.

2. Comprueba la caldera

Independientemente de que a tu caldera le toca pasar o no la inspección este año, es conveniente realizar una serie de comprobaciones antes de poner en marcha el sistema de calefacción:

  • Revisa la presión de la caldera y hazlo cuando esté en frío. Aunque generalmente la presión debe estar entre 1-1,5 bares (zona verde del manómetro), es bueno consular qué presión es mejor para tu tipo de caldera. Si tuviese una presión inferior a 0,5 bares, lo más probable es que la caldera no funcione.
  • Si tu caldera también sirve para calentar el agua sanitaria, cámbiala a Modo inverno o Calefacción + ACS.
  • Ajusta la temperatura de trabajo de la caldera. Si esta es de condensación, se aconseja que la temperatura sea de 55-60 ˚C. En el caso de una mixta (calefacción+ACS), la temperatura de salida del agua de los grifos recomendada dependerá de si se trata de un sistema instantáneo (40-50 ˚C) o de una caldera con acumulador incorporado (55-60 ˚C).

3. Revisa el termostato

El termostato es el dispositivo que se encarga del encendido y del apagado del sistema de calefacción, por lo que hay que asegurarse de que funciona correctamente.

Para ello, sube la temperatura ambiente y comprueba si la caldera se pone en funcionamiento. Después, baja la temperatura del termostato y chequea si el sistema se apaga.

4. Determina una temperatura adecuada

Establece la temperatura de tu casa a 21 ˚C, algo tan sencillo como esto puede hacerte ahorrar hasta un 20 % de energía. Piensa que, por cada grado por encima de los 21, se gasta un 7% más de energía.

Además, y aunque en muchos casos hayas oído que es más caro encender la calefacción que mantenerla encendida, conviene que tengas en cuenta que, a pesar del pico de gasto del encendido, si bajas la temperatura a 16 ˚C durante la noche, estarías ahorrando un 13% con respecto a mantenerla encendida a 20 ˚C.

5. Instala válvulas termostáticas en los radiadores

Si quieres poder regular la temperatura de cada radiador es bueno instalar válvulas termostáticas.

Estas válvulas funcionan de manera automática y se componen de dos piezas diferentes:

  • Un elemento sensor que funciona mediante un fuelle lleno de gas: el gas se caliente a medida que aumenta la temperatura de la habitación, expandiéndose y provocando el desplazamiento de un pasador situado en la carcasa de la válvula. Esto reduciría el caudal de agua que atraviesa el radiador. La distancia entre pasador y fuelle puede modificarse girando el elemento sensor, cambiando así el punto de ajuste de la temperatura de la habitación.
  • Una carcasa de la válvula: esta puede incluir un limitador que restringiría el caudal de agua máximo que atraviesa el radiador y garantizaría una refrigeración razonable del agua, incluso cuando el termostato solicite la máxima aportación de calor.

6. Cierra los radiadores que no uses

Si no vas a usar una estancia de tu casa, cierra el radiador para evitar un gasto innecesario.

7. No cubras los radiadores

Cubrir los radiadores provoca que se requiera de un mayor esfuerzo para ofrecer la temperatura a la que la has configurado y, por tanto, un mayor consumo de energía.

8. Pon reflectores en los radiadores

Colocar un panel reflectante entre el radiador y la pared te ayudará a aprovechar y distribuir mejor el calor, recuperando entre un 10-20 % del calor que se pierde hacia el muro.