El poder del masaje en el cuerpo y la mente
No hay nada más eficaz que un buen masaje para relajarnos. Sumergidos en sensaciones positivas, la mente se libera y el cuerpo recarga sus baterías.
Según PORTAL MASAJES nos indica que los masajes reducen de forma significativa y sostenible el cortisol, la hormona del estrés, y mejoran la calidad del sueño, especialmente del sueño profundo.
¿Y si, en lugar de ir a lugares lejanos (y volver aún más cansado que cuando te fuiste), te regalas un masaje? La idea no te dejará con el sabor de "demasiado poco": los beneficios sobre la moral son comparables a los de un buen descanso. Un billete para renovar la energía y el optimismo, como unas vacaciones al sol, porque más allá de los beneficios físicos que se sienten inmediatamente, los masajes oxigenan la mente y ofrecen un soplo de aire fresco a nuestra psique.
Desde hace más de 20 años, los estudios demuestran su verdadero valor. En 1996, por ejemplo, un grupo de investigadores midió que un masaje de quince minutos aumentaba la actividad cerebral y el estado de alerta. Pero eso no es todo: los masajes reducen de forma significativa y sostenible los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejoran la calidad del sueño (especialmente el sueño profundo) de todos, desde los bebés hasta las personas mayores.
También se ha demostrado que reducen la hormona de la agresividad e incluso tienen efectos positivos en nuestro sistema inmunitario.
Los masajes son una sorprendente odisea
El despegue no tiene ningún misterio: las manos expertas son el pasaporte para la ansiada desconexión. Tanto es así que algunos utilizan el tacto como parte de terapias extremadamente precisas. El tacto de la mano es una de las herramientas que utilizamos para liberar y revelar emociones enterradas en el cuerpo.
El mero hecho de colocar la mano en la espalda del paciente, sin moverla, puede ser liberador en ciertos casos. Estás con ellos, no esperas nada, y eso ya es un alivio. Porque las emociones tienen una realidad fisiológica: nos aseguramos de que encuentren su salida.
Sin llegar a la terapia corporal, la visita a un centro de masajes es ya una forma de evadirse del ritmo diario. Cuando te dan un masaje, las nociones de espacio y tiempo desaparecen, viajas a tierras muy lejanas.
Técnicas ancestrales
Y para que tengas la intensa sensación de relajarte, puedes elegir un masaje que te haga soñar.
Es un hecho que los masajes son muy populares. Su singularidad nos hace sentir: ¿Pensamientos mágicos? No sólo. Los practicantes lo repiten una y otra vez: "se hacen las manos" a lo largo de su vida.
Ir al fin del mundo para perfeccionar sus habilidades, desde Tailandia a Bali pasando por Japón, India o California, es una tradición. Vuelven de sus viajes con técnicas ancestrales y eficaces (con nombres ya evocadores de fantasías: ayurvédico, lomi lomi, tui na, gua sha...) para ofrecernos la escapada soñada.