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Piladrillo, un proyecto hecho a base de entusiasmo, perseverancia y amor

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Desde el 2018, la escuela José Luis Beltrán, apoyó un proyecto socioeducativo con mirada ecológica que ha logrado captar el interés nacional internacional. Ladrillos completamente neutralizados hechos a base de pilas en desuso. Ahora, los correntinos van rumbo a Buenos Aires, en busca de la certificación de neutralización del instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Quedate hasta el final de la nota para saber de qué se trata.  

El proyecto escolar, que logró escalar y tras cuatro años de trabajo, afrontar los desafíos propuestos en el 2020, aún continúa en pie, con el apoyo de docentes, estudiantes, tutores, directivos y ahora sumando a estudiantes de otros puntos del país y captando el interés internacional. Esta semana en Quintaesencia, entrevistamos a una de las profesoras coordinadoras de la iniciativa “Piladrillo”, Teresita González Azcuága, quien destacó el trabajo de los jóvenes que decidieron no bajar los brazos, aún ante las situaciones más complejas. Ese esfuerzo, este viernes volvió a dar sus frutos ya que resultaron ganadores del título a Mejor Trabajo de la Educación Técnica en la Feria Provincial de Educación, Arte, Ciencia y Tecnología de la provincia de Corrientes.  

El evento se llevó a cabo en la escuela Técnica Juana Manso y contó con la participación de 105 proyectos provenientes de toda la provincia. Piladrillo, tras ganar la instalación local y zonal logró formar parte de la muestra y por primera vez llegan a la instancia nacional. En ese sentido, Teresita dijo: “Estamos gratamente sorprendidos y emocionados por volver a ser parte de esta feria, ya que la última vez que alcanzamos esta instancia fue en el 2018 y el proyecto, que tuvo altos y bajos, siempre siguió adelante. Por eso hoy, estamos más fortalecidos porque seguimos acá y podemos contar nuestro proceso y, sobre todo, muy expectantes por lo que se viene”.  

“En el camino tanto cada uno de los grupos de estudiantes que se sumaron al proyecto como los profesores, aprendimos muchísimo. Hubo algo en Piladrillo que siempre estuvo presente y fueron las ganas, porque cada grupo le aportó algo y eso, hace que hoy los 100 ladrillos con doble neutralización que hemos fabricado, sean un orgullo, para todos los que formaron parte en alguna de las ediciones como así también para la escuela”, explica la profesora. Destaca que el lote de ladrillos se destinará al pórtico de la escuela técnica que desde mañana abre sus puertas para mostrar su tradicional feria a la comunidad. 

Tras pasar por la feria de ciencia y contar su historia, muchos fueron los que destacaron la dedicación y la constancia como valor., “En este tiempo, en el que ser constante y perseverante es algo que escasea, nuestros estudiantes han dicho sí al desafío de ir por un ladrillo hecho de pilas, que, al contar con doble neutralización, aporta mayor seguridad, por ello ahora buscamos la certificación del INTI”, adelantó Teresita. 

El punto no pasa desapercibido ya que esta característica, hace que los piladrillos de la escuela Beltrán sean únicos en su tipo, porque se descarta la contaminación u otros problemas que puedan ocurrir al trabajar con ellos. “Los años de trabajo nos permitieron hacer pruebas empíricas de exposición a altas temperaturas y resistencia, por ejemplo, en el verano entre el 2019 y el 2020, dejamos nuestros piladrillos a la intemperie, a más de 35°, ya saben cómo es el tema del calor en Corrientes y cuando regresamos había crecido pasto alrededor y hasta las lagartijas los habían usado de hogar. También por recomendación de especialistas, hicimos pruebas empíricas de resistencia, comprobando que los ladrillos aguantan muchas personas sobre ellos sin verse afectados, eso nos muestra que el producto es bueno”, resume la docente. 

Donaciones y expansión  

Al ser consultada sobre de donde llegan las pilas, destacó que el proyecto al participar durante el 2020 de varias actividades virtuales logró visibilidad nacional lo que hace que actualmente las pilas lleguen desde escuelas del interior provincial como así del interior de Chaco y también se recibieron donaciones de una escuela de Buenos Aires. 

“Hoy contamos con pilas que llegan de varios puntos, tenemos un molde que nos permite tener un ladrillo consistente, y todo eso nos los dio tantos años de trabajo”, remarcó la docente quien destacó que este año junto a otra docente participaron de un encuentro de profesores de educación técnica en Colombia donde pudieron contar la experiencia. “Hemos recibido el apoyo de una escuela ecológica de México con que la tenemos expectativas de comenzar a trabajar en vinculación”, adelantó. 

En lo que respecta al futuro, destacó que Piladrillo espera ser evaluado por el INTI para lograr el certificado de doble neutralización. “Estamos seguros del producto al que hemos llegado”, destacó la profesora. 

Entender que se trataba más que un proyecto escolar fue la clave de varias generaciones de estudiantes que vieron, en la fabricación de ladrillos hechos con pilas en desuso, un camino para llevar a la práctica una inquietud y sobre todo una preocupación. “Los jóvenes de hoy, en todo el mundo están preocupados por el cambio climático, con esta iniciativa lo que mostramos es que se pueden hacer cosas y creo que ese es un valor agregado, cada año piladrillo, nos enseñó a que había más cosas por hacer y digo 'nos', porque esto fue un aprendizaje para todos”, cunta Teresita. 

-¿Cómo fue el 2020? 

-El año 2019 lo terminamos muy entusiasmados, tanto es así que en enero y febrero -en plenas vacaciones-, los chicos siguieron en contacto en el grupo de WhatsApp porque estábamos participando de un concurso de escuelas emprendedoras. Marzo de 2020 llegó con la pandemia y la suspensión de las clases, las primeras semanas los chicos estuvieron tranquilos, pero a medida que pasaban los días, empezamos a pensar que todo lo que teníamos planeado lo íbamos a tener que posponer, todo lo que teníamos para trabajar estaba en la escuela, así es que adaptamos el proyecto a una modalidad virtual e hicimos Piladrillo virtual. 

Los chicos comenzaron a hacer producciones audiovisuales, al principio estaban tímidos pero rápido se fueron soltando. La idea era poder llevar información sobre cuidado del ambiente a nuestra comunidad, pero en internet es difícil saber a dónde va a llegar el contenido y la verdad que nos empezaron a seguir de distintas organizaciones y desde otras escuelas. Así, comenzamos a contagiar nuestro entusiasmo de piladrillos. 

Hasta ese momento, nuestra producción estaba detenida, teníamos muchas ideas, pero no podíamos hacer pruebas, tampoco podíamos acceder a materiales, pero se trabajó mucho, se investigó muchísimo y en noviembre decidimos hacer el manual del piladrillo, que marca pautas para quienes estén en la escuela en 6to o 7mo y quieran ser parte. 

En noviembre del 2020 hicimos el mentoreo para los nuevos integrantes y este año pudimos arrancar ya muy bien parados. 

-Además de los estudiantes de sexto y séptimo que se suman cada año, ¿quiénes más forman parte? 

Se han sumado la profe Ofelia y el profe Carlos García y Erika Acevedo, pero siempre hay algunos má que, de una u otra manera, nos suman sus aportes. 

Para conocer más de Piladrillo pueden seguirlos en su Instagram @piladrillos5.