Paga menos en tu factura de luz con estos consejos fáciles

Ahorrar en la factura de luz es más fácil de lo que parece y no requiere grandes inversiones. Muchas veces gastamos de más simplemente por desconocer algunos trucos o no ajustar ciertos hábitos cotidianos. Con algunos cambios simples, es posible reducir el consumo eléctrico de forma práctica e inteligente.

Optimiza tu contrato eléctrico

Reduce la potencia contratada

Uno de los métodos más efectivos para pagar menos en tu factura eléctrica es revisar la potencia contratada. Este es un coste fijo que pagas cada mes, sin importar cuánto consumas.

Si nunca se te han "saltado los plomos" al usar varios electrodomésticos a la vez, es probable que tengas margen para bajarla. Puedes comprobarlo en tu contador digital. Reducir sólo 1 kW puede ahorrarte unos 50 € al año.

Hacer el cambio es sencillo: puedes solicitarlo directamente desde la web de tu compañía eléctrica o por teléfono. Aunque hay un pequeño coste (unos 9 € + IVA), también puedes recurrir a asesorías energéticas para evitar complicaciones.

Revisa servicios adicionales

Aprovecha para analizar si tienes contratados servicios extra, como mantenimiento o seguros, que realmente no necesitas. Muchos hogares pagan entre 50 y 100 € al año en estos conceptos sin siquiera usarlos. Cancelarlos puede ayudarte a reducir tu factura de luz sin complicaciones.

Aprovecha la discriminación horaria

Ajusta tu consumo a las horas más baratas

Si tienes contratada la tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), el precio de la electricidad varía según la hora del día. Estas son las franjas horarias:

• Horas punta (las más caras): de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00.
• Horas llanas: de 08:00 a 10:00, de 14:00 a 18:00 y de 22:00 a 00:00.
• Horas valle (las más baratas): de 00:00 a 08:00. Los sábados, domingos y festivos nacionales se consideran siempre horas valle.

Para ahorrar, una buena estrategia es programar electrodomésticos como la lavadora, el lavavajillas o el termo eléctrico para funcionar en esas horas. Según la OCU, adaptar tus hábitos al horario puede suponer un ahorro de entre 200 y 300 € al año.

Cambia de compañía eléctrica si es necesario

Si llevas años con la misma compañía eléctrica, es buen momento para comparar ofertas. En el mercado libre existen más de 300 comercializadoras, muchas con descuentos, tarifas planas o promociones atractivas.

A diferencia del mercado regulado (donde los precios están fijados por el Estado) el mercado libre ofrece más variedad, pero también puede esconder condiciones poco claras.

Dedicar unos minutos a investigar puede ayudarte a encontrar una opción más económica. Y si la encuentras, no dudes en cambiar: el proceso es sencillo y no implica cortes de suministro.

Invierte en energía renovable

Aunque requieren una inversión inicial, los sistemas de energía renovable pueden ayudarte a reducir drásticamente tu factura eléctrica durante años. Algunas opciones interesantes son:

• Energía solar térmica: ideal para calentar agua sin usar electricidad.
• Energía solar fotovoltaica: te permite generar tu propia electricidad y depender menos de la red.
• Sistemas de aerotermia: aprovechan la energía del aire exterior para climatizar tu hogar con alta eficiencia.
• Energía geotérmica: una opción más compleja, pero muy eficiente si se instala durante la construcción de la vivienda.

Actualmente existen subvenciones y ayudas públicas que pueden reducir significativamente el coste de instalación. Si tienes la posibilidad de incorporarlos, ahorrarás a largo plazo y contribuirás a un consumo más sostenible.

Elige electrodomésticos eficientes

Invertir en electrodomésticos eficientes puede parecer más caro al principio, pero compensa con creces gracias al ahorro en consumo eléctrico. Busca aparatos con etiqueta energética A, B o C, según la nueva normativa europea.

Por ejemplo, una nevera eficiente puede consumir más de un 30 % menos que un modelo antiguo, lo que supone un ahorro constante. Además, algunas comunidades ofrecen subvenciones para renovar electrodomésticos poco eficientes.

Antes de comprar, haz un cálculo simple: suma el precio del aparato y su consumo estimado en 10 años. Así podrás elegir la opción más rentable a largo plazo.

Cocina y conservación eficiente para ahorrar energía

La cocina y la conservación de alimentos son grandes consumidores de electricidad. Para ahorrar, sigue estos consejos:

1. Usa más el microondas y menos el horno (puedes ahorrar hasta un 75 %).
2. Cocina varias porciones a la vez (batch cooking).
3. Tapa las ollas para conservar el calor y aprovecha el calor residual de la vitrocerámica.
4. Evita abrir la nevera innecesariamente y no metas comida caliente.
5. Mantén el congelador sin hielo y ajusta la temperatura: 4-5 °C en la nevera y -15 °C en el congelador.
6. No coloques estos electrodomésticos cerca de fuentes de calor.
7. Si son antiguos, mide su consumo y valora renovarlos para ahorrar más.

Ahorra energía con bombillas LED y elimina el consumo fantasma

Cambiar todas tus bombillas por LED es una de las formas más efectivas de reducir tu consumo eléctrico. Las bombillas LED consumen hasta un 90 % menos que las halógenas o incandescentes y tienen una vida útil mucho más larga. Aunque la inversión inicial es mayor, el ahorro constante lo compensa. Para un ambiente óptimo, usa luces cálidas (3000K) en habitaciones y salones, y luces frías (4000-4500K) en cocinas y baños.

Además, muchos aparatos consumen energía en modo “stand-by” o reposo, lo que puede representar hasta un 13 % extra en tu factura. Para evitar este consumo fantasma, prueba estos trucos:

• Usa regletas con interruptor para apagar varios dispositivos a la vez.
• Instalar enchufes programables que corten la corriente por la noche.
• Considera dispositivos “stand-by killer” que detectan cuándo un equipo no se está usando y cortan automáticamente la energía.

Con estos simples cambios, tu ahorro puede ser significativo sin grandes esfuerzos.

Usa la calefacción y el aire acondicionado con moderación

Los sistemas de climatización pueden disparar tu factura si no los controlas bien. Aquí unos ajustes recomendados:

• En invierno: calefacción a 19-21 °C de día y 15-17 °C de noche.
• En verano: aire acondicionado a 24-25 °C.

Cada grado extra puede aumentar tu factura en un 7%. Viste ropa adecuada según la estación y considera usar termostatos inteligentes o programadores.