Medidas pasivas para el ahorro de energía

Cada vez existe una mayor concienciación de la importancia del ahorro energético para reducir el consumo de recursos limitados, al mismo tiempo que observamos el encarecimiento de las distintas fuentes de producción energética. Todo esto ha provocado el estudio de nuevos diseños que reducen considerablemente el consumo energético de los edificios.

Aislamiento térmico

Uno de los principales aspectos a considerar es el aislamiento térmico. Antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación en el año 2006, el aislamiento térmico que se exigía a los edificios era mucho menor que lo que actualmente se requiere.

Este es el motivo de que los edificios que se construyeron en esa época tengan unos espesores de unos 4 centímetros de aislamiento térmico mientras que en las construcciones actuales ya es normal encontrar aislamientos con espesores de entre 10 y 12 cm de espesor.

Ventanas

Otro de los puntos débiles de las edificaciones por donde puede “escaparse” la energía son las ventanas. Actualmente existen en el mercado unas carpinterías con triple acristalamiento y rotura de puente térmico que evitan la pérdida de energía por estos elementos.

Si a estas mejoras constructivas le añadimos unas instalaciones de climatización mucho más eficientes y sostenibles, como puede ser la aerotermia combinada con placas solares, habremos reducido el consumo energético considerablemente.

Passivhaus

En arquitectura, un referente en el modelo de eficiencia energética es la arquitectura passivhaus que se basa en estudios de investigación del Passivhaus Institut fundado en el año 1996. Este Instituto ha creado un estándar que garantiza que una edificación que ha sido construida bajo esos criterios va a tener una demanda energética total (toda, incluyendo climatización, electrodomésticos, ordenadores, etc) que no superará los 120 kW h/(m²a).

Por eso, cuando nos dicen que un edificio tiene certificación Passivhaus, nos están garantizando que se ha construido bajo su estándar y por tanto, va a tener una demanda energética muy limitada lo largo de todo el año.

Para poder garantizar que la obra se realiza bajo el estándar passivhaus es necesario que el estudio de arquitectura que diseñe el edificio posea el “Certified Passivhaus Designer” o “Certified Passivhaus Consultant”, títulos reconocidos a nivel internacional y otorgado por el Passivhaus Institut.

Hay que aclarar que el estándar passivhaus no supone un estilo arquitectónico concreto o el uso de materiales específicos. En el estándar passivhaus hay libertad de diseño siempre que se garantice la optimización de los recursos existentes mediante el cálculo de las correspondientes pérdidas de calor. Para ello el diseño debe tener en cuenta aspectos como la orientación, el factor de forma, las protecciones solares,etc.

Puedes encontrar más información sobre los edificios passivhaus en este enlace