La eficiencia energética al alcance de todos
Cada vez es más evidente que la eficiencia energética no es un lujo, y poco a poco se va demostrando que es posible edificar y rehabilitar viviendas sostenibles a un precio similar a una vivienda convencional; además del ahorro y del confort, debemos considerar la revalorización del inmueble en el mercado, porque una casa con muy bajo consumo energético supone entre un 10% y el 20% más que una vivienda normal, con la diferencia de que el consumo anual de energía es un 80% más bajo, es decir el gasto anual en energía es de unos 300 euros frente a los 2.000-3.000 euros de una vivienda tradicional.
Lo importante y fundamental es que sepamos que las cosas se pueden hacer bien y elegir viviendas con bajo consumo energético o según el término alemán "passivhaus" o “casa pasiva”, por lo que desde ASECENER apostamos porque todos somos capaces de promover el uso racional de la energía. Las tres principales características de este estándar es que el inmueble esté bien aislado, que sea muy hermético y que respire, para lo cual la vivienda se calienta y enfría a través de energías renovables; una correcta climatización mediante el uso de un sistema de ventilación mecánico de doble flujo, con estancias que sean estancas entre sí, algo que, además de suponer un menor coste económico, a la largo plazo, también contribuye a nuestro bienestar y salud, ya que elimina el aire viciado e introduce aire desde el exterior, filtrado previamente.
Además de contribuir a mejorar el planeta o a abaratar nuestra factura de la luz (hasta en un 40%), apostar por una estrategia de eficiencia energética en el hogar puede proporcionar a la familia una serie de beneficios, como un menor ruido en las habitaciones porque teniendo las ventanas cerradas no es necesario utilizar aparatos de aire acondicionado, manteniendo temperaturas más uniformes todo el año. Otro de los elementos clave es lograr un consumo óptimo de los electrodomésticos, favoreciendo la compra de aparatos eficientes (lavadoras, lavavajillas, hornos o microondas, etc.) bombillas de bajo consumo (aunque es cierto que puede llegar a costar dos veces lo que una bombilla normal, su vida útil puede triplicarse), lo que, en el largo plazo, supone un considerable ahorro en todos los sentidos. En el caso del aire acondicionado, cuyo consumo suele ser elevado, los ventiladores de techo pueden cumplir la misma función, recortando de manera significativa el consumo eléctrico. Disponer de ventanas y puertas estancas mejora enormemente la climatización, al igual que aislar la envolvente o fachada, porque evita que se escape el calor en invierno o que entre más del debido en verano. Por otro lado, los toldos o las cubiertas aislantes también son muy importantes para mantener estable la temperatura en el interior.
En relación con el calentamiento del agua, apostar en casa por las calderas de condensación puede que suponga un desembolso económico al inicio, pero a la larga, será una gran inversión, ya que son las más eficientes del mercado. Para conseguir un consumo menor de agua en el baño, los grifos monomando y el lavabo de doble pulsador son elementos de gran ayuda.
Hablamos del presente y una realidad en la obra nueva, que debemos aplicar a las reformas o rehabilitación, teniendo en cuenta la conjunción de la revalorización del activo por eficiencia energética y por situación.
ASECENER considera fundamental que los edificios formen parte de la tendencia al consumo casi nulo de la edificación.
En Madrid a 25 de mayo de 2021.
Belén López Fernández, Arquitecto – Gerente -
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