¿Qué garantías del pago de alquiler puedo pedir a la hora de alquilar mi casa?

Alquilar no es fácil y suele conllevar riesgos. El arrendador hace todo lo posible y entrega la casa que compró a cambio del alquiler mensual, y espera mantener una buena relación con el inquilino y garantizar el pago del alquiler. Elegir un buen inquilino es la clave. Además del papeleo, la casa también debe estar en buenas condiciones de vida.

Es muy importante conocer bien el perfil del cliente, el tiempo de estancia previsto y si es solvente.

Cada una de estas condiciones se puede verificar solicitando una serie de documentos. Los últimos tres recibos de pago, contratos de trabajo, siempre son obligatorios. Si trabaja por cuenta propia, debe pagar el impuesto sobre la renta y el impuesto al valor agregado. Si alquila un matrimonio, dos amigos o una pareja, se recomienda que dos personas firmen para que puedan pedir toda la información de ambos. Si lo ha alquilado antes, también puede obtener referencias de otros propietarios y saber por qué quiere cambiarlo, lo cual también es algo bueno. También podemos revisar los expedientes de atrasos con los inquilinos con la condición de que la Ley de Protección de Datos siempre obtenga el permiso del inquilino.

Con sus ingresos, ya puede ver lo que debe usarse para pagar el alquiler. Después de deducir las deudas y pagos restantes (como préstamos, etc.), la cifra debe ser del 30-40% del ingreso neto de la unidad familiar.

¿Qué garantías de pago de alquiler podemos solicitar?

El más común es un aval bancario, pero debido al alto costo (dependiendo del alquiler), cada vez es más difícil para los inquilinos producir el aval, lo más importante es que el banco les retiene todo el dinero.

Otra alternativa para los inquilinos es encontrar un avalista solvente.

También puede firmar un contrato de arrendamiento. Es relativamente barato, pero solo en poco tiempo se puede garantizar la defensa legal y la restauración de la casa. Un contrato de arrendamiento es un acuerdo de arbitraje adjunto al contrato de arrendamiento, que protege los intereses de los propietarios e inquilinos a través de un arbitraje legal. En caso de incumplimiento de contrato, los trámites legales se simplifican, ahorrando tiempo y dinero. Finalmente serán expulsados ​​dentro de 45 días.

Otra opción que funciona bien es adquirir un seguro de impago. Esto es costoso para el propietario, pero con el consentimiento del propietario, se realizó un estudio de solvencia del inquilino.

Una de las grandes ventajas de este seguro es que además del impago del alquiler, también brinda otras coberturas, como cobertura por vandalismo que pueda ocurrir (contenido y continente), defensa legal, honorarios de cerrajería en el momento de la expulsión, gastos de limpieza, etc. ...

No se arriesgue y contrata el seguro. Muchas veces no es tan caro como crees. Te da tranquilidad y elimina los dolores de cabeza. Además, puedes deducirlo como gasto. También puede optar por negociar la mitad de precio con el inquilino.

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