DE PONER EN VENTA A VENDER
Quizá la frase de nuestro título es la evolución natural de una propiedad que queremos vender.
Naturalmente de una acción a la otra suele pasar un periodo de tiempo que a veces parece que ese mismo periodo depende más del intermediario inmobiliario que del vendedor.
Los vendedores pasan la pelota a nuestro tejado, y entonces es ahí dónde hay que emprender nuestro plan de acción para vender el piso.
Nuestro primer caballo de batalla no es buscar a un comprador, no al menos en los primeros días después de la obtención del permiso de vender. Nuestra primera tarea es hacerle entender al propietario que, no queremos poner a la venta su piso. ¿Que? ¿Como vamos a decirle esto a ese cliente que ha venido hasta nosotros y confiado su piso para vender?.
Pues sí; no podemos pretender tener propiedades por tener, por si con suerte viene alguien a pagar por la casa, un precio que el mercado no dicta.
Tenemos que intentar razonar con el dueño que hay que ajustar a mercado lo más posible, pues es la diferencia más visible de poner en venta o querer vender.
Cuando se quiere vender, hay que alinear el precio a mercado, para poder ajustar los parámetros con la mayor exactitud para elaborar un plan de marketing personalizado.
Pues de nada nos sirve tener cientos de propiedades a la venta si están fuera de línea de venta, nuestro negocio se acabaría en poco tiempo si nos basamos en la suerte.
¿Cuánto vale nuestro piso? ¿qué es lo que dicta el mercado?
Existen multitud de herramientas online, bases de datos, y sistemas para tasar de manera superficial nuestra propiedad, a menudo, para un particular son algo costosas y es por ello que confiamos en un profesional inmobiliario para ello.
No podemos fiarnos de lo que hay publicado en portales de anuncios inmobiliarios porque a menudo son precios inflados, propiedades sobrevaloradas y aunque, haya anuncios de inmobiliarias publicados, en este caso tampoco son fiables pues muchas veces se publica a las órdenes de los propietarios, y entonces si valoramos en base a estas últimas herramientas, estaríamos en el mismo punto que al principio.
Es por ello por lo que a la hora de «vender» una propiedad confiemos en el gestor inmobiliario sin ofendernos, pues este, con su amplio conocimiento de mercado y de precios reales de venta en escritura, nos va a indicar el precio más adecuado, tomando luego nosotros como propietarios la decisión de realizar la acción que más nos convenga (obviamente), pero la que al final nos lleve a la clave de la venta efectuada.
Ya sabes la diferencia….ahora la decisión es tuya, quieres poner a la venta tu propiedad y estar 3 años hasta venderla, y aunque creamos que esto es ganancia para nosotros, a ese largo plazo puede que sea todo lo contrario; crisis inmobiliarias o hipotecarias, derramas, subidas de impuestos, etc.
Quizá lo que creíamos que iba a ser una ganancia finalmente con estos detalles hemos conseguido demorar la venta y con ello obtener un resultado diferentes