La importancia de una dieta variada
Una dieta equilibrada es una forma de comer correcta tanto cuantitativa como cualitativamente.
El objetivo de una dieta equilibrada es garantizar un suministro adecuado de energía y nutrientes, evitando tanto las carencias nutricionales como los excesos nutricionales (ambos perjudiciales).
La importancia de una dieta variada
Portal Bienestar nos explica que la dieta para ser equilibrada, la dieta también debe ser variada. Esto hace más probable que se consuman todos los nutrientes que el cuerpo necesita en las cantidades adecuadas. También minimiza las consecuencias negativas de la ingesta de sustancias potencialmente nocivas, que pueden estar presentes desde el principio o formarse como resultado del procesamiento, el almacenamiento y la cocción de los alimentos.
Antigua pirámide alimentaria
A principios de la década de 1990, se publicó en Estados Unidos la llamada pirámide de los alimentos para ofrecer una guía sencilla sobre la elección de alimentos y el tamaño de las porciones.
Los alimentos de la base de la pirámide eran los que debían consumirse en mayor cantidad y, a medida que se ascendía hacia la cúspide de la pirámide, había que ir disminuyendo la ingesta de los distintos alimentos indicados en la figura.
La pirámide se diseñó para enviar un mensaje breve pero contundente a la población estadounidense: la grasa es mala para ti y los carbohidratos complejos son buenos para ti. La transmisión de dicha señal era esencial para reducir la presencia de grasa en la dieta americana.
El llamamiento a reducir la ingesta de grasas surgió de la observación de que el elevado consumo de grasas en los países occidentales se asociaba a una alta incidencia de enfermedades cardiovasculares.
Posteriormente, una gran cantidad de pruebas científicas demostraron que esta correlación sólo es válida si se consume un exceso de grasas saturadas.
En cambio, los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 reducen los niveles de triglicéridos en la sangre y, por tanto, tienen un efecto antitrombótico. Además, los ácidos grasos monoinsaturados (como el ácido oleico, presente principalmente en el aceite de oliva) reducen los niveles de colesterol LDL sin afectar a los niveles de colesterol HDL.
También hay que tener en cuenta que no todos los hidratos de carbono complejos son buenos. Por ejemplo, los cereales refinados (pan blanco, arroz pulido) provocan subidas más rápidas de los niveles de azúcar en sangre que los cereales integrales (es decir, tienen un mayor índice glucémico). Además, el proceso de refinado agota la valiosa carga de fibras, vitaminas y minerales que contienen los alimentos integrales.
La antigua pirámide alimentaria no distinguía entre las distintas fuentes de proteínas, pero hoy sabemos que es mejor favorecer la carne blanca y el pescado porque son más pobres en grasas insaturadas, más fáciles de digerir y, en el caso de las especialidades de pescado, más ricas en ácidos grasos omega-3.
Por otro lado, se debe limitar el consumo de carne roja, huevos y productos lácteos.
Por último, los frutos secos deben incluirse en la dieta diaria, aunque en cantidades limitadas. Estos alimentos son valiosos porque son ricos en vitamina E y en grasas "buenas". Desgraciadamente, los frutos secos son extremadamente calóricos, por lo que deben consumirse con moderación (10-20 g al día).
La nueva pirámide para una dieta equilibrada
A partir de estas críticas, se ha publicado una nueva pirámide alimentaria en la que se destaca la extrema importancia de la actividad física diaria, la correcta hidratación y el control del peso corporal.
Las directrices de la nueva pirámide de alimentación saludable fomentan el consumo (moderado) de grasas saludables y cereales integrales.
En cambio, se desaconseja el consumo de carbohidratos refinados y de carne roja. Estas recomendaciones dietéticas se basan en estudios epidemiológicos, que han demostrado que este tipo de alimentación reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, el ejercicio constante y el mantenimiento de un peso saludable pueden reducir la incidencia de muchos tipos de cáncer.