La iluminación en verano
La iluminación exterior tiene una función práctica pero también decorativa. Para la iluminación de verano existen gran cantidad de posibilidades que permiten transformar el espacio.
Veamos cómo podemos iluminar diferentes partes de nuestra vivienda de cara al verano.
Para la entrada de la casa puedes elegir apliques de pared o plafones de techo con luz directa (focos) o indirecta (equipados con pantallas). Este tipo de iluminación permite resaltar la arquitectura del edificio e ilumina la zona de acceso de forma funcional. Los faroles o lámparas suspendidos también son muy indicados. Lo mejor es colocar varios para iluminar diferentes zonas, como la parte del comedor o la de descanso.
Para caminos y senderos. Tampoco en este caso las luces de verano son simplemente funcionales. Es cierto que una farola proyecta una iluminación fuerte y poco envolvente, pero resulta perfecta para la señalización de un camino y es un elemento resistente a los diferentes fenómenos atmosféricos.
Pero también hay soluciones a medio camino, es decir, igualmente eficaces desde el punto de vista lumínico, pero que emiten una luz mucho más difusa y cálida. Son las balizas, así como los focos empotrados en el suelo.
Para arriates, macizos y árboles. Puedes resaltar mucho estas zonas con vegetación si instalas la iluminación adecuada Las luces de verano crean unos efectos maravillosos. Solo un par de consejos: coloca las fuentes luminosas siempre a una distancia de 30-40 cm por encima de las plantas.
En terrazas, patios y balcones. Muchos de los sistemas de iluminación usados en jardines quedan muy bien también en este tipo de zonas. En estos casos, no son necesarias las luminarias para ver bien, sino para crear diferentes ambientes.
Una selección de luces de verano con luz cálida añaden mucho encanto a terrazas, patios y balcones. Coloca una lámpara suspendida sobre una pequeña mesa, con pantalla de fibras vegetales, metal, papel o cristal opalino… Además, puedes poner pequeños apliques a modo de farolillos.
Las guirnaldas están de moda. Este tipo de iluminación existe en diferentes modelos y colores, lo que dotará de gran encanto a la zona. Se pueden instalar enrolladas en un árbol, colgadas del techo…
Es fundamental colocar luces de verano en la piscina por dos motivos, el primero y más importante: para que no se produzcan accidentes. Pero la iluminación ornamental también es muy indicada para añadir un toque diferente a las noches de verano. Es recomendable saber que se requiere de un foco para cada veinte metros cuadrados de superficie de agua. También se recomienda que los focos se orienten en el sentido contrario a la casa, para que no se produzcan deslumbramientos.
El tipo de lámpara más conveniente es la iluminación LED, y el formato, el que más se adapte al estilo y gustos personales: hay focos, tiras, etc. que pueden ir empotrados en la pared o instalados en la superficie de la misma.
Además, también existen lámparas flotantes que pueden darle el toque final a tu piscina y a la iluminación veraniega de tu vivienda.