Huella de carbono: ¿qué es y cómo reducirla?
Todas las personas emitimos gases de efecto invernadero a la atmósfera, uno de estos gases, que además está teniendo un efecto devastador sobre el planeta, es el dióxido de carbono.
Detrás de las pequeñas y grandes actividades que haces a lo largo del día, dejas una huella de carbono.
¿Quieres saber más? Conoce a fondo qué es la huella de carbono y qué puedes hacer para reducirla y así poner tu granito de arena para cuidar nuestro planeta.
Qué es la huella de carbono
Seguro que has oído hablar del cambio climático en nuestro planeta. El aumento de las temperaturas está provocando el derretimiento de los glaciares, aumento del nivel del mar, escasez de agua, deforestación, lluvias extremas, extinción de especies de animales, etc.
Este cambio se debe principalmente a la actividad humana según los científicos. Y es que, el cambio climático actual se está produciendo porque en el aire está aumentando la cantidad de gases que atrapan el calor, son los gases de efecto invernadero (GEI).
El dióxido de carbono (CO2) es uno de los gases de efecto invernadero que más impacto provocan. ¿De dónde proviene? Cuando conducimos un coche, compramos un abrigo, encendemos la luz o cocinamos un filete, estamos emitiendo dióxido de carbono a la atmósfera.
Así, la huella de carbono, es un concepto que se utiliza para determinar el impacto que tiene una persona, una actividad, una industria o un país sobre el cambio climático.
Para averiguar tu huella de carbono habrías de hacer un cálculo:
- Primero tendrías que detectar todas las emisiones de dióxido de carbono que realizas.
- A continuación se suman todas ellas (el dióxido de carbono que emites al desplazarte en coche, al encender las luces de tu casa, al cocinar, etc).
- El resultado es tu huella de carbono.
Para que te hagas una idea, según la Unión Europea estas son algunas huellas de carbono que dejamos en nuestro día a día:
- Si te desplazas en avión emites 285 g de dióxido de carbono por kilómetro.
- Si viajas en tren, serían 104 g de dióxido de carbono por kilómetro.
- Cuando te mueves en coche, emites 14 g de dióxido de carbono por kilómetro.
Pero no solo dejamos una huella de carbono cuando nos desplazamos, lo hacemos constantemente: cuando nos compramos una camiseta, al adquirir carne o pescado, al darnos una ducha, cuando cargamos el móvil o al poner la lavadora.
Es muy importante que conozcas cuál es tu huella de carbono, para que puedas contribuir a reducirla, porque de esta manera, reducirás también el impacto de los gases de efecto invernadero sobre el planeta. Vemos algunas acciones que puedes realizar:
Qué hacer para reducir mi huella de carbono
Puedes pensar que lo poco que hagas tú no tendrá un impacto sobre el cambio climático, sobre todo cuando es el sector energético el que aporta dos terceras partes de las emisiones de GEI y representa el 90% del total de emisiones de CO2 de la industria. Sin embargo, las pequeñas acciones también cuentan y son fundamentales a largo plazo para cuidar nuestro planeta.
En casa
En el hogar utilizamos muchísima energía a lo largo del día, pero puedes reducir tu huella de carbono con estas sencillas acciones:
- Utiliza la iluminación natural siempre que puedas.
- Instala luces LED en toda la casa y apaga la luz siempre que salgas de la habitación.
- Evita tomar baños y, preferiblemente, toma duchas cortas.
- No enciendas la calefacción más tiempo del indispensable y evita que el calor acumulado se escape cerrando bien puertas y ventanas.
- No dejes el televisor u aparatos eléctricos en Standby, desenchúfalos.
- Desconecta el cargador del móvil si no lo estás utilizando.
- Evita lavar a altas temperaturas y no uses la secadora si puedes tender en el exterior.
- No metas en la nevera productos que no requieren de ella y pueden estar en lugares frescos.
- Compra electrodomésticos eficientes energéticamente, son aquellos que tienen la etiqueta “A”.
Al desplazarte
El transporte aéreo es el que más gases de efecto invernadero emite a la atmósfera, por lo tanto, siempre que puedas opta por los viajes en tren. Además puedes:
- Usar la bicicleta en lugar del coche para tus desplazamientos.
- Caminar si tu destino no está muy lejos.
- Utilizar el transporte público.
- Comparte el coche con varias personas que vayan al mismo destino para reducir el número de coches que ponemos en circulación.
Con las compras que haces
Compra principalmente productos alimenticios locales, de lo contrario, estarás tomando unos espárragos o un pescado que han tenido que navegar o volar alrededor del mundo hasta llegar a tu mesa, liberando en este trayecto gases de efecto invernadero.
Evita también tirar comida ya que, estás desperdiciando un alimento que ha requerido de dióxido de carbono para su preparación.
Esta misma idea aplica para las compras de camisetas, zapatillas, abrigos… Si llegan desde la otra punta del planeta, quizás ahorres unos euros porque ciertos productos son más baratos cuando proceden de determinados países, pero piensa en todo el trayecto que han hecho hasta tu armario y la huella de carbono que dejaron.
Es importante que seas responsable a la hora de adquirir nuevos productos y pienses si los vas a usar o han sido solo caprichos. Para elaborar cada uno de ellos, se usó energía y esto tiene un impacto en el planeta.
Sigue la regla de las 3 R
Todo lo que compras y usas, se convierten en basura que llegará hasta los vertederos para ser enterrados y allí se descomponen lentamente liberando gases de efecto invernadero. Sigue, por lo tanto, la regla de las 3R:
Reduce: consume de forma responsable y adquiere solo aquello que realmente necesitas.
Reusa: usa trapos de tela en lugar de servilletas de papel, evita los platos y vasos desechables, utiliza las dos caras del papel, usa pilas recargables, bolsas de la basura reutilizables, etc.
Recicla: separa los productos de deshecho por categorías y depositalos en los contenedores adecuados. Presta atención especial al reciclaje de cualquier aparato electrónico, ésta debe ser una práctica común para mantener nuestro ecosistema y nuestra salud en buenas condiciones.
Resumen
Cada uno de nosotros dejamos una huella de carbono a lo largo del día: cuando nos desplazamos, cuando calentamos el café en el microondas, al comprar unos pantalones…
Esta huella de carbono tiene un impacto sobre el cambio climático y las consecuencias que esto tiene para nuestro planeta.
Sin embargo, las pequeñas acciones que puedes llevar a cabo para reducir tu huella de carbono cuentan y tienen un beneficioso impacto a largo plazo.