Más de la mitad de los mexicanos sufre estrés por problemas económicos
También conocida como “ansiedad financiera”, se trata de niveles de preocupación elevados por motivos económicos, laborales y/o crediticios. Es una problemática global y que, particularmente en México, afecta a más personas de las que imaginamos.
Podría decirse que la mayoría de las personas, principalmente quienes forman parte de la clase trabajadora, está expuesta a caer en alguna situación de desequilibrio financiero. Casos típicos de este tipo de situaciones son, por ejemplo, el no llegar a pagar los consumos hechos con tarjeta de crédito, tener que solicitar préstamos personales para llegar a fin de mes o inclusive dejar de cubrir las cuotas de créditos vigentes porque no se cuenta con los fondos para ello.
Son muchos los mexicanos que, especialmente desde la llegada de la pandemia, se preocupan cada día más con este tipo de problemas, especialmente teniendo en cuenta la inestabilidad que las economías han registrado desde entonces, con fuertes variaciones en puntos clave tales como la inflación, desempleo y crecimiento.
De hecho, según el reporte de Bienestar Financiero 2023 desarrollado por Invested, en nuestro país, más del 50% (55.7 por ciento) de la población sufre de estrés financiero. Esta figura suele desencadenarse, en la mayoría de los casos, ante un panorama de sobreendeudamiento personal, es decir, cuando una persona ha contraído más deudas de las que podía afrontar o, por algún cambio en su situación económica y/o laboral, ya no le es posible cumplir con sus compromisos financieros.
“Muchas personas llegan al sobreendeudamiento al punto de padecer estrés financiero porque siguen una dinámica de negación y confrontación. Podríamos decir que es como el alcohol, tomas una cerveza y crees que puedes tomar más porque aguantas, eso ocurre con los créditos, se tiene una negación que se alimenta de una idea esperanzadora, ‘no estoy endeudado en la siguiente quincena me pongo al corriente o con las utilidades puedo pagar mi deuda´” así lo explica Joselyn Quintero, especialista en neurofinanzas.
De acuerdo con su explicación, la persona sólo logra salir de esa fase de negación, aceptando que se encuentra sobreendeudada, cuando existe una confrontación con su realidad financiera, ósea, cuando recibe correspondencia relacionada con el inicio de procesos de cobranza, cuando los bancos rechazan sus solicitudes de créditos o cuando se encuentran con el sobregiro de sus tarjetas.
Una vez que se ha llegado a este momento de confrontación, la persona ya está expuesta a elevados niveles de estrés que se reflejan en sentimientos de culpa y vergüenza. De esta forma, los individuos suelen aislarse hasta de sus familiares y amigos más cercanos, sienten angustia al momento de administrar su dinero e incluso evitan todo tipo de acercamiento o contacto con las instituciones financieras, ya que este puede generarles mucha ansiedad.
Frente a este panorama, una vez reconocido el estrés por el cual se está transitando, lo primordial para disminuirlo es poder identificar qué comportamientos han llevado a la persona a ese estado de sobreendeudamiento. Este es un consejo esencial, especialmente teniendo en cuenta que nuestro país ha registrado un aumento en la demanda de créditos para el consumo, por lo que su utilización debe ser responsable.