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La “Curva de Pato”, las comunidades energéticas locales y las VPP: expresiones de la transición energética

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Es probable que ya se esté familiarizando con un concepto cada vez más habitual en el sector de la energía, más concretamente aplicado a las energías renovables y el autoconsumo fotovoltaico. Nos referimos a la “Curva de Pato”, una realidad constatada ya en países como Australia y en Estados americanos como California. 

También es previsible que tarde o temprano este fenómeno llegue a España. Los últimos cambios normativos en nuestro país están facilitando la expansión de las instalaciones fotovoltaicas domésticas, que previsiblemente experimentarán un crecimiento exponencial en los próximos años. 

Bienvenidos a la transición energética.

 

Hablamos de curva de pato por el grafismo generado por el consumo de energía de una determinada zona como, por ejemplo, una ciudad, un gran territorio como el Estado de California (EE.UU.) o incluso de un país como Australia.

Analicemos estos casos.

 

Peu: Carga eléctrica por hora en California versus carga menos solar y eólica

 

A medida que las empresas y los ciudadanos han ido instalando cubiertas solares en sus fábricas, almacenes, locales, tiendas y hogares ha descendido hasta casi desaparecer el consumo de energía convencional hacia  el mediodía. ¿Por qué? Porque el consumo energético en esa franja horaria es masivamente de origen renovable y limpio y, al mismo tiempo, están siendo las energías renovables las que inyectan la carga al sistema.

En cambio, cuando la población regresa a su casa tras la jornada de trabajo el consumo de la red convencional experimenta un crecimiento espectacular hasta literalmente dispararse. El motivo, lógico, es que las placas fotovoltaicas no generan energía por la tarde/noche y muchos de estos consumidores que generan su propia no disponen de sistemas de acumulación energética en su hogar. 

Esta casuística provoca que en determinadas horas del día el sistema energético californiano experimente problemas serios de distribución, de flexibilidad y de gestión de la demanda de energía.

 

La solución, propuesta por las propias autoridades californianas, ha sido promover masivamente entre los usuarios el almacenamiento energético con baterías inteligentes con el objetivo principal de evitar que al mediodía el precio de la energía consumida sea negativo, como ya ha pasado. 

Es decir, las autoridades californianas han tenido que llegar al extremo de decidir que si un cliente tiene una instalación fotovoltaica, genera excedentes energéticos y los inyecta al sistema a mediodía tendrán una penalización económica.

Es entonces cuando el sistema energético se estresa porque recibe una gran cantidad de energía que, realmente, muy poca gente o nadie necesita y no va a ser consumida a la práctica. 

Al revés. Deben almacenarla en baterías para consumir esa energía excedente cuando la instalación fotovoltaica no pueda transformar la luz del Sol en energía.

 

En el caso de Australia, el país llegó a un hito histórico el pasado 11 de octubre de 2020. El mix de las energía renovables cubrieron el 100% de la demanda eléctrica del país y se generó la curva de pato.

 

Para nosotros resulta muy interesante fijarse en las variables de la generación energética cuyo origen son los tejados solares (amarillo claro) y las baterías (color gris).

 

El papel de las VPP

Como es sabido, las VPP (Virtual Power Plant) plantas energéticas virtuales son las encargadas de gestionar las comunidades locales de energía. Podemos simplificar que técnicamente comunican, gestionan y distribuyen la energía entre los prosumidores y con la red convencional.  En este caso, las VPP en California han sido capaces de generar y almacenar tanta potencia que han hecho bajar la necesidad de generación de la red centralizada a prácticamente cero. Solo acuden a ella en caso estrictamente necesario.

 

Experiencia en Alemania

Sin embargo, no hace falta irse hasta Estados Unidos o Australia para encontrar VPPs en pleno rendimiento.

En Alemania, sonnen opera y gestiona desde el año 2018 con su software propio su planta de energía virtual, que consta de miles de sistemas de almacenamiento doméstico en todo el país, haciéndola un 90% más rentable. 

Desde el punto del usuario final el beneficio es claro. Los clientes de sonnen ya se están beneficiando de la participación de su almacenamiento de energía en la planta de energía virtual. Pueden reducir sus costos de electricidad a 0 euros y también recibir una participación anual en las ganancias por participar en la planta de energía virtual.

 

Sobre el software VPP y la experiencia de sonnen en el mercado de energía en Alemania conviene subrayar la siguiente idea de Stephan Lindner, jefe del departamento de tecnología de VPP en sonnen eServices: "Este es un cambio de paradigma en el mundo de la energía, ya que los nuevos requisitos de TI de los operadores del sistema de transmisión colocarán a los prosumidores en la misma posición que las grandes centrales eléctricas y les permitirán asumir tareas de estabilidad en la red eléctrica. Eso se puede hacer con tecnología que muchas personas tienen en casa de todos modos: un dispositivo como un acumulador de energía o una bomba de calor y una conexión a Internet. Y para esto, ahora hemos desarrollado una aplicación real".

 

El cambio de paradigma es claro: con sonnenVPP es aún más fácil para los hogares realizar tareas en la red eléctrica que anteriormente estaban reservadas exclusivamente a proveedores industriales. 

 

Aspectos normativos de las comunidades locales de energía

Cabe recordar que la participación de los ciudadanos y autoridades locales en los proyectos de energías renovables, a través de comunidades energéticas locales, puede generar un valor añadido significativo en lo que se refiere a la aceptación local de las energías renovables y al acceso a capital privado adicional. Esto se traduce en inversiones locales, una mayor libertad de elección para los consumidores y una participación mayor de los ciudadanos en la transición energética.

 

La trasposición de ciertos aspectos de la Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, sobre comunidades de energías renovables se ha realizado a través del Real Decreto-ley 23/2020, de 23 de junio. Mediante esta trasposición se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica, mediante la modificación de varios artículos de la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico. En su Artículo 4.j. se definen las Comunidades de Energías Renovables como “entidades jurídicas basadas en la participación abierta y voluntaria, autónomas y efectivamente controladas por socios o miembros que están situados en las proximidades de los proyectos de energías renovables que sean propiedad de dichas entidades jurídicas y que estas hayan desarrollado, cuyos socios o miembros sean personas físicas, pymes o autoridades locales, incluidos los municipios y cuya finalidad primordial sea proporcionar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus socios o miembros o a las zonas locales donde operan, en lugar de ganancias financieras.” Por tanto, estas comunidades pueden basarse en instalaciones de cualquier vector energético, siempre y cuando sea renovable.

 

El Marco Estratégico de Energía y Clima lanzado en febrero de 2019 contiene las iniciativas necesarias para modernizar la economía e iniciar la transición hacia una economía descarbonizada. Dentro de este Marco se encuentra el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, actualizado en enero de 2020, donde se establecen objetivos y políticas y medidas en línea con un escenario para alcanzar la neutralidad climática antes de 2050.

 

Finalmente, en la “Medida 1.13. Comunidades energéticas locales” del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se establecen las líneas de actuación para desarrollar el marco normativo apropiado que defina estas entidades jurídicas y favorezca su desarrollo. 

Dicho marco normativo deberá tener en cuenta las figuras legales susceptibles de constituirse en comunidades energéticas locales, como aquellas derivadas del asociacionismo, cooperativas, gestores de polígonos industriales, parques tecnológicos, comunidades de propietarios o zonas portuarias, etc.