Estancias temporales para mayores, ¿qué son?
Las estancias temporales en residencias para mayores, bien sea por respiro familiar o por recuperación física, son ingresos cortos en centros residenciales. El periodo de la estancia varía en función de las necesidades de cada persona y su familia: rehabilitación física, recuperación post-operatoria, tras una intervención quirúrgica, o para descanso del cuidador familiar, entre otros motivos. Su principal beneficio es que el mayor se siente seguro y con sus necesidades cubiertas. Pero, además, los familiares saben que su ser querido está bien atendido durante el tiempo que requiera.
En época estival, las estancias temporales aumentan. Esto permite a los cuidadores habituales descansar con la tranquilidad de saber que sus mayores están atendidos por profesionales en centros especializados.
En muchas ocasiones al conocer este servicio, son los propios mayores los que acuden a Residencia El Encinar, debido a que las estancias temporales en residencias responden a una necesidad en una situación o periodo de tiempo determinado, como convalecencias tras un ingreso hospitalario y recuperaciones tras una intervención quirúrgica. Ambas circunstancias hacen que el mayor requiera de unos cuidados profesionales que no siempre puede recibir en su domicilio. Porque vive solo o porque no tiene el apoyo profesional necesario. Este tipo de estancias tienen una duración que suele oscilar entre uno y tres meses.
Atención profesional
Las personas mayores que requieren una estancia temporal en residencias disfrutan de los mismos servicios que el resto de los residentes. Además del Plan de Atención Individualizado, que se diseña en función de sus necesidades, los profesionales de Residencia El Encinar se esfuerzan por integrar a la persona mayor en las actividades que se desarrollan en el centro, tanto sociales como aquellas relacionadas con la recuperación física y el apoyo psicológico.
De hecho, durante la estancia temporal, la persona mayor tiene acceso a todo el equipo multidisciplinar del centro. Médico, enfermera, terapeuta, fisioterapeuta, psicólogo, logopeda, podólogo y a otros profesionales como animadores socioculturales o peluqueros.
Otra de las prioridades de nuestro centro es que los residentes, tanto si son permanentes como temporales, tengan una adecuada alimentación y, además, disfruten de cada comida. Para ello, disponemos de cocina propia, donde se preparan menús adaptados a las necesidades de los residentes, diseñados por un nutricionista y revisados por un médico. Además, nuestros cocineros preparan menús texturizados para aquellos residentes con problemas de deglución (dificultad para tragar). Preservan los sabores y garantizan el aporte nutricional que necesitan las personas mayores.
Una nutrición adecuada, junto al desarrollo de actividades físicas y sociales, permite una mejor y más pronta recuperación de la persona.
De temporales a habituales o definitivas
Una estancia temporal por respiro familiar puede convertirse en definitiva, ya que los cuidadores comprueban que su ser querido es atendido por profesionales cualificados y, además de encontrarse bien físicamente, también lo está emocionalmente, porque ha compartido actividades con otros residentes y ha desarrollado vínculos sociales.
Por este mismo motivo, muchas de las estancias temporales por recuperación física se convierten en definitivas. Las personas mayores ingresan en Residencia El Encinar con problemas de salud y, a las pocas semanas, logran mejorar sus capacidades físicas, pero también cognitivas. Incluso, mejora su estado emocional gracias a las relaciones sociales que establecen.