Ventilar y ahorrar energía, ¿es posible?
Aunque parezca mentira, la respuesta es que sí.
Y es que proporcionar una ventilación adecuada a nuestro hogar puede ayudarnos a tener nuestra casa más fresca en verano y más caliente en invierno. Así, por ejemplo, en los meses de más calor, una adecuada aireación nos ayuda a evitar poner en funcionamiento, más de la cuenta, el aire acondicionado.
En el caso del invierno, también es posible ventilar, no pasar frío y ahorrar energía. De hecho, gracias a la monitorización del espacio podemos controlar el nivel de CO2 y determinar cuándo son los momentos necesarios para proceder a la ventilación. Asimismo, los sistemas cada día evolucionan hacia soluciones más eficientes y respetuosas con la salud tanto de convivientes como del planeta.
Y es que pasamos la mayor parte de nuestra vida -alrededor de un 80% del tiempo- en espacios interiores, por lo que la mínima mejora en la eficiencia de nuestro sistema de ventilación, ya sea natural o forzada, puede suponerse un considerable ahorro. Así, por ejemplo, es la monitorización del aire en un hogar a la que hemos hecho referencia anteriormente.
En los últimos meses, la pandemia ha evidenciado que la ventilación es necesaria para nuestra salud porque se mejora la calidad de aire interior. El aire que respiramos en el interior puede tener elementos potencialmente tóxicos, entre ellos, grandes concentraciones de monóxido de carbono.
La adecuada ventilación, sin duda, es beneficiosa para nuestra salud porque favorece, valga la redundancia, la salubridad de la estancia eliminando esos elementos potencialmente tóxicos y, también, el exceso de humedad.
No obstante, ¿cómo podemos garantizar que estamos procediendo a realizar una buena ventilación en nuestra casa? En el caso de los sistemas forzados monitorizados no hay problema ya que constantemente se evalúa el estado de la calidad del aire.
Sin embargo, cuando procedemos a hacerlo de forma natural debemos abrir al tiempo las ventanas o puertas que sean necesarias para forzar una efectiva circulación del aire. De esta manera, en solo unos minutos, habremos conseguido renovar el ambiente en toda la casa.
La adecuada ventilación es uno de los aspectos clave para la mejora de la eficiencia energética en nuestro hogar. Contar con sistemas adecuados para ello puede suponerse grandes beneficios como ya hemos visto tanto para nuestra salud como para nuestro bolsillo. Es importante que en la concepción de nuestro proyecto tengamos muy en cuenta tres aspectos.
3 puntos clave para garantizar que nuestro sistema de ventilación mejora la eficiencia energética de nuestro hogar
- Ventilación cruzada
Es necesario que el aire circule, por eso, para favorecer los sistemas naturales es muy importante la colocación de ventanas y puertas de una manera sistemática. Es lo que llamamos ventilación cruzada, un aspecto muy a tener en cuenta desde la concepción de un proyecto.
- Materiales de calidad
Hay inversiones que, sin duda, merecen la pena. Así, por ejemplo, son todas aquellas que favorecen la eficiencia energética, ya que suponen grandes beneficios.
Contar, por ejemplo, con puertas y ventanas de calidad nos ayudará a minimizar las pérdidas de energía que se producen por la rotura de los puentes térmicos.
- Buenos acabados
De la misma manera que primamos los materiales de calidad, hay que hacerlo igualmente con los acabados. Por ejemplo, que una ventana esté bien sellada puede eludir pérdidas de calor y, también, suponer un ahorro energético de hasta el 18% en nuestro hogar.