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Cómo reducir tu huella de carbono en la vivienda y ahorrar al mismo tiempo

Actualizado el
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La Comisión Europea asegura que para hacer frente al cambio climático, es fundamental reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas por el hombre. Una tarea que deben abordar los gobiernos, impulsando políticas y leyes verdes, y las empresas, llevando a cabo una transformación de su producción y de su visión y política medioambiental.

Pero lograr reducir la huella de carbono de la humanidad, también es responsabilidad de los ciudadanos de a pie.

La comunidad europea ha alertado de que cada ciudadano de la Unión Europea emite una media de 8.400 kg de CO2 al año. En España, la media es de 7.500 kg de toneladas de CO2 al año.

Para ayudar a mitigar el cambio climático, nuestra media anual de emisiones debería ser de 600 kilos por habitante. Hay mucho trabajo por hacer para lograr esta cifra.

En este sentido, existen algunas maneras de reducir las emisiones en el área de la vivienda, que pueden ayudarnos a reducir nuestra huella de carbono anual. Incluso algunas de ellas, pueden beneficiar significativamente nuestro bolsillo.

1.Contratar luz en comercializadoras renovables

Actualmente existen un gran número de comercializadoras renovables en España. La mayoría de ellas ofrecen tarifas similares o incluso más baratas en comparación a las convencionales.

Como no deben pagar por cada tonelada de CO2 emitida, las comercializadoras de renovables ofrecen precios más competitivos. Por otra parte, las compañías de no renovables trasladan ese coste a las facturas mensuales de los ciudadanos encareciendo la factura final.

Según el Observatori de Canvi Climàtic de Valencia, contratando la energía a través de comercializadoras renovables podemos evitar la emisión anual de 1.500 kg de CO2.

2.Súmate al Autoconsumo eléctrico

Tanto si produces tu propia energía con placas solares fotovoltaicas, como si contratas tu suministro energético a una comercializadora renovable, en ambos casos tu huella de carbono eléctrica pasa a ser cero.

De todas formas, muchos españoles se han pasado al autoconsumo por los beneficios que ofrece a largo plazo. Además de conseguir una plena soberanía energética, la instalación solar fotovoltaica te permite ahorrar entre un 34% y un 100% en tu factura de la luz.

Aunque quizá el mayor inconveniente para decidirse por esta opción es la inversión que requiere la compra y la instalación de las placas. Una inversión económica que el usuario tardará en recuperar de siete a diez años.

Por este motivo, muchas personas se unen a sistemas de compra colectiva de placas solares, lo que les permite ahorrar entre un 20 a un 40% de la instalación.

3.Practica la eficiencia energética

Una vez hemos logrado tener un suministro energético ZEO -cero emisiones-, el siguiente paso es empezar a optimizar nuestro consumo eléctrico.

  • Evitando el derroche energético podemos reducir nuestra huella de carbono hasta un 6,5%.
  • Mejorar los hábitos domésticos permite el ahorro de hasta un 40% en la factura de la luz.

Cambiar el sistema de iluminación por alumbrado LED, comprar electrodomésticos de bajo consumo o con certificación ECO e incluso desenchufar los aparatos electrónicos cuando no los estemos usando en vez de dejarlos en stand by, son diferentes estrategias para lograr una mayor eficiencia energética.

4.Domotiza tu vivienda

La tecnología puede ser un excelente aliado a la hora de ayudarte a reducir tu huella de carbono. Actualmente, aplicar la domótica en los hogares permite obtener un importante ahorro en el consumo energético.

La domótica controla y automatiza la gestión inteligente de la vivienda. Los ciudadanos ganan en calidad de vida y pueden gestionar inteligentemente la iluminación, la climatización, el agua caliente sanitaria, el riego, los electrodomésticos, etc.

La domótica permite aprovechar al máximo los recursos naturales, gracias al uso de las tarifas horarias de menor coste, y lograr una vivienda más funcional para los que viven en ella.

Una decisión por el planeta

La manera en qué vivimos o cómo decidimos vivir, también influye en la lucha contra el cambio climático. Con un gesto tan simple como cambiar de compañía eléctrica, podemos reducir de forma significativa nuestra huella de carbono y contribuir a la acción climática.