Ahorro gracias a una instalación solar térmica para apoyo a generación de agua caliente sanitaria o agua caliente para calefacción
Una instalación de energía solar térmica transforma la radiación procedente del Sol en agua caliente para una vivienda o un edificio, y se puede emplear para producir tanto agua caliente sanitaria (ACS) como agua caliente para emplearla en el circuito de calefacción (ya sea de radiadores o de suelo radiante). Este sistema permite un ahorro que puede llegar a ser de más del 90% en las facturas de electricidad o combustibles usados para generación de ACS.
Se trata de una alternativa sostenible a combustibles fósiles, cuyas partículas nocivas que desprende su combustión agravan la crisis climática irreversible que padece el planeta en el presente. Una instalación solar térmica utiliza una fuente de energía renovable, que ofrece recursos inagotables, gratuitos y que proceden de la naturaleza, por lo tanto, nada contaminantes.
El ahorro energético que produce la energía solar térmica
El ahorro se puede apreciar tras un análisis en el que se compara el nivel de demanda de energía en una vivienda frente a la cobertura solar. Por ejemplo, en los meses de verano hay muchas horas de sol y además se necesita menos agua caliente y nada de calefacción, de manera que es ahí donde el porcentaje de ahorro es mayor.
En los meses de verano en España, los usuarios de este tipo de instalaciones pueden llegar a experimentar un ahorro de hasta incluso el 100% (siempre dependiendo de las condiciones climatológicas). Los meses de mayo, junio y octubre, que son los colindantes a los meses de verano, ahí el aporte solar disminuye un poco y también aumentan un poco las necesidades de agua caliente, con lo que el ahorro ya puede reducirse un poco pero aún se pueden conseguir ahorros de hasta un 85%.
Por contraposición, en los meses más fríos, enero y diciembre, épocas en las que la demanda de energía crece por el uso del ACS y calefacción a la misma vez que disminuyen las horas de sol, el porcentaje de ahorro disminuye y puede verse reducido en ocasiones a algo cercano al 25% en el peor de los meses. Por lo que, los cambios en las facturas, de electricidad o combustibles fósiles utilizados para la generación de ACS y calefacción, son realmente notorios ya que, incluso en las temporadas más frías y de menos sol, el sistema será capaz de reducir el gasto de consumo.
Así es como estos equipos son capaces de reducir el consumo en producción de ACS en un 80 - 90 % (de media anual) y de reducir el gasto en producción de agua caliente para calefacción de entre un 30 y un 50 %.
Gracias a que la energía solar térmica es mucho más limpia y renovable que las dispuestas a día de hoy en el mercado, como el gasoil, el gas natural, el propano o el butano, la instalación contribuye a reducir los gases de efecto invernadero. Se estima que una instalación con placas solares de dos metros cuadrados puede evitar la emisión de una tonelada y media de dióxido de carbono en la atmósfera.
Ventajas de las instalaciones solares térmicas
La energía solar térmica ofrece ventajas para el ACS y la calefacción de tres maneras:
- Sistemas ecológicos, ya que no generan contaminación y por tanto reducen la emisión total de partículas que pueden considerarse de riesgo para la salud pública.
- Ayudan a la independencia energética, ya que en muchas ocasiones las viviendas pueden generar su propia ACS sin depender de otra energía que no sea la solar durante algunos meses del año.
- Solución económica, pues la energía que se obtiene de una instalación solar es completamente gratuita. A medida que los combustibles aumentan de precio, esta alternativa permitirá un mayor ahorro.
Equipos en el mercado de energía solar térmica
El apoyo de la energía solar térmica a los generadores de ACS y/o de agua caliente para el uso en calefacción resulta de gran utilidad para garantizar un gran ahorro y dependiendo de las necesidades de cada instalación, se pueden utilizar los diferentes sistemas de energía solar térmica que se emplean en el mercado:
- Los equipos solares de circulación forzada permite un ahorro en todo tipo de necesidades de generación de agua caliente, ya sea para grandes consumidores domésticos o industriales, como para pequeños, tanto para uso en ACS y/o agua caliente para calefacción y/o climatización de piscinas. Estos sistemas solamente tienen los captadores solares en el exterior y el resto de equipo necesarios (depósito, termostato diferencial y grupo hidráulico) en el interior. Como su nombre indica, necesitan de un pequeño consumo eléctrico para hacer circular con una pequeña bomba, el calor generado en los captadores, hasta el depósito o intercambiador de calor situado en el interior.
- Los equipos solares termosifónicos, también conocidos como termos solares son sistemas más económicos y sencillos que el anterior supuesto. Pero estos equipos solamente sirven para la generación de ACS.