La electrificación de las flotas. El plan MOVES
La electrificación en las flotas es cada día un proceso con más adeptos y mayores beneficios, tanto económicos como medioambientales. Son muchas las empresas del sector que en los últimos años están apostando por motores eléctricos que reducen las emisiones de gases contaminantes. Proyectos como el Plan MOVES, impulsado desde la Administración pública, contribuyen también a la mejora de la calidad del aire y a reducir el calentamiento global. La electrificación es un fenómeno en alza, cuyo potencial aún está por desarrollar.
El proceso de electrificación de las flotas es reciente, puesto que su eclosión se ha dado en la última década y los años de mayor actividad están aún por venir. El sector automovilístico ha comenzado a tener en cuenta su valor en los últimos años ante el papel que ha adquirido el calentamiento global en el debate. Su principal objetivo es reducir emisiones de gases invernaderos en uno de los sectores más responsables de la contaminación, a través de medidas ambiciosas e incentivos en la adquisición de nuevos vehículos.
La electrificación no abarca solo a los nuevos vehículos eléctricos sino también a los híbridos de batería. Todos cuentan con una serie de ventajas que se imponen sobre las desventajas pese a que todavía hay cierta reticencia en su implantación. Entre los aspectos positivos cabe destacar la importancia que tienen las nuevas flotas sostenibles para reducir su impacto ambiental en el sector así como los avances tecnológicos. La autonomía de un vehículo eléctrico, frente a la idea preconcebida de que no es suficiente, es alta. Gracias a las baterías de iones de litio de nueva generación, se han realizado importantes inversiones para aumentar la autonomía de los modelos más recientes, llegando a ser capaces de recorrer hasta 480 kilómetros con una sola carga. También el precio es un factor al alza a la hora de hacerse con un vehículo electrificado ya que, pese a su elevado valor, este compensa con el ahorro asociado a su uso. Los vehículos eléctricos no disponen de motores que deban mantenerse, lo que significa que también podemos olvidarnos de los equipos asociados.
La electrificación presenta no obstante una serie de dificultades que no le han permitido hasta el momento sacar adelante todo su potencial ni muchas iniciativas que siguen en el cajón. Uno de los mayores inconvenientes es la recarga de las baterías, ya que el tiempo medio de recarga es mayor que repostar un coche de gasolina o diésel. Además, es más caro (con un impuesto doble, local y estatal, de 13,54 euros, a la implementación de un punto de recarga) y los espacios de carga pública son escasos (España está a la cola de puntos públicos de carga, con menos de 8.000). En contra del vehículo eléctrico también hay que reseñar que consume más con las bajas temperaturas del invierno, en otras palabras, que la autonomía real de la batería es menor en esas condiciones.
El plan MOVES como motor del cambio
En un impulso para cambiar el parque móvil en España a uno más ecológico y sostenible, desde la Administración central se puso en marcha en 2018 el Plan MOVES. Ante la dificultad y el desconocimiento de gran parte de la población que no se decide por un cambio al modelo eléctrico, el plan MOVES pretende ofrecer incentivos económicos para atraer a los potenciales compradores de automóviles nuevos y sostenibles. Con el Plan MOVES se quiere dar una salida del parque móvil a esos vehículos de más de 10 años y que ya son los menos seguros y los más contaminantes. El objetivo no es únicamente renovar este medio transporte sino que se pretende también mejorar la calidad medioambiental del entorno.
Con un presupuesto de 45 millones de €, se gestionaron ayudas desde las Comunidades Autónomas para la compra de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. También se incluyeron otras ayudas destinadas, por ejemplo, a la ampliación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos o a la implantación de sistemas de préstamos de bicicletas eléctricas.
Recientemente, en el mes de abril de 2021 se ha puesto en marcha la tercera edición del Plan MOVES, con una cantidad de ayudas que asciende hasta los 7.000 euros para la compra de un vehículo eléctrico y 5.000 por un híbrido enchufable. El total de las ayudas suman 400 millones de euros que podría llegar en determinados requisitos a los 800 millones. El tiempo de validez se extiende hasta 2023.
Con el objetivo de fomentar y facilitar la incursión del coche eléctrico en España, se prevé que en 2023 haya al menos 250.000 vehículos eléctricos en las carreteras y al menos 100.000 puntos de recarga. El MOVES III contribuirá a electrificar la movilidad y evitar más de 450.000 toneladas de CO2, además de generar empleo y actividad en el sector.
¿Qué fechas se barajan para una total electrificación de las flotas?
Resulta complicado confirmar una fecha en la que el 100% de la flota sea eléctrica. Aunque se vislumbra más cerca que nunca, todavía quedan muchos aspectos por pulir en este proceso para que se encuentre cerca la totalidad de la electrificación del sector. Se calcula que para el 2030 gran parte de las flotas de vehículos serán eléctricas y estarán 100% conectadas.
Según el estudio “Españoles ante la Nueva Movilidad”, elaborado por el Centro de Demoscopia de Movilidad, un 73% de los encuestados apuestan por la electrificación de sus flotas antes de 2030. No obstante, un 71% es todavía reticente al cambio debido a la escasa autonomía que aporta el motor eléctrico, el principal obstáculo para avanzar. No obstante, cerca de la mitad (46%) cree tener suficiente con 200 km y un 65% de los encuestados amplía a 300 km. Es por ello que el vehículo eléctrico hoy, donde tiene todo el sentido de eficiencia es en su uso urbano o interurbano en las grandes ciudades congestionadas. La falta de una infraestructura de recarga suficiente (28%) es la principal razón que los encuestados destacan para explicar la escasa penetración de este tipo de vehículos entre los compradores, por encima del precio (27%).