Eficiencia energética y energías renovables en inmuebles de obra nueva
Los edificios que cuentan con calificación energética “A” suponen un ahorro energético estimado de un 90%, disminuyendo las emisiones de CO2 y una reducción significativa de la demanda energética del edificio en los tres bloques fundamentales de consumo: calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria-ACS. Además, esta calificación se traduce en un ahorro económico superior a 800€ anuales.
Debemos tener en cuenta que los edificios inteligentes son el futuro de las viviendas, es decir, tipo de edificaciones e inmuebles que reducen y controlan el consumo de energía, aumentando el confort y la seguridad desde el control de dispositivos móviles, siendo uno de los aspectos básicos el uso de energías renovables. En la actualidad existen normativas acerca de la construcción de edificios de obra nueva, los cuales deben tener, por ejemplo, instalaciones de placas solares o estaciones de carga de vehículos eléctricos. Los objetivos europeos de 2050 están en la integración de la domótica y las energías renovables, reduciendo el consumo eléctrico al mínimo indispensable.
El objetivo de la obra nueva es la concesión del consumo de energía casi nulo
La UE ha adoptado una serie de medidas que permiten reducir el consumo de energía y harán posible que se cumpla el Protocolo de Kyoto:
- Reducción de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, representado con un 20%.
- 20% de aumento de la eficiencia energética.
- Del consumo total de energía, un 20% procede de fuentes renovables.
Los edificios de obra nueva que se realicen a partir del 31 de diciembre de 2020, serán edificios de consumo 0, es decir, energía casi nula; es decir, los edificios de nueva construcción deberán tener una demanda de energías renovables.
Teniendo en cuenta que la inversión en un inmueble es una de las decisiones más importantes de nuestra vida debemos tener muy claro cuáles son los consumos o ahorros que tendremos. Para poder cuantificar el ahorro, tenemos que medir, por lo cual será básico que integre sistemas de información y control de los diferentes de la iluminación, telecomunicaciones, calefacción, refrigeración, etc. Dicho control automatizado o monitorización es básico en la gestión y mantenimiento del inmueble.
Para la consecución del objetivo consumo 0-energía casi nula, es fundamental que el inmueble sea autosuficiente, abasteciéndose de energías renovables; por ahora la única energía renovable que permite el autoconsumo es la energía solar fotovoltaica. Existen dos tipos de placas solares que se pueden instalar en edificios:
- Fotovoltaicas: convierten los rayos del sol en energía eléctrica.
- Colectores solares térmicos: absorben energía solar y la acumulan como energía térmica.
Dichos paneles se alimentan de la energía solar y nos proporcionan electricidad verde que tiene el mismo origen que el que se extrae en una central solar, con el ahorro en energía que eso conlleva.
La mayor eficiencia y rendimiento se obtiene cuando podemos cambiar la orientación del panel de forma remota, a través de un móvil o smartphone aprovechando los rayos del sol en función de la altura, hora, meteorología, etc. Además, los sistemas de energía solar permiten almacenar la energía que no usamos en baterías.
No hablamos del futuro, es el presente y una realidad en la obra nueva. En los casos de rehabilitación, tendremos que seguir esta tendencia, teniendo en cuenta la conjunción de la revalorización del activo por eficiencia energética y por situación.
ASECENER considera fundamental que los edificios nuevos formen parte de la tendencia al consumo casi nulo de la edificación.