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Doble acristalamiento y ahorro energético

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Utilizar el sistema de doble acristalamiento permite un importante ahorro energético, ya que garantiza un menor consumo de electricidad, leña, pellets o cualquier otro combustible normalmente utilizado para alimentar los sistemas de calefacción de la vivienda.

 

De hecho, al elegir un vidrio que ha sido sometido a un tratamiento aislante permite ahorrar hasta un 60% de los costos de las facturas de calefacción.

 

Gran parte del consumo de energía de un edificio se debe a una pérdida excesiva de calor, debido al mal aislamiento generado por las ventanas.

Las puertas y ventanas juegan un papel importante en el consumo del hogar y a menudo impiden un buen ahorro al afectar fuertemente las facturas de luz y de gas.

La sustitución de cristales y ventanas, en particular, es el primer paso a dar para evitar desperdicios, especialmente si se utilizan soluciones de alto rendimiento como el doble acristalamiento.

Además de instalar ventanas ahorradoras de energía, como las de PVC, una de las mejores formas de asegurar el correcto aislamiento del edificio es precisamente elegir tecnologías capaces de reducir notablemente la infiltración de aire frío del exterior y evitar la fuga del calor doméstico con la introducción del “doble acristalamiento”, más a menudo llamado doble acristalamiento.

 

Así funciona el sistema de doble acristalamiento y cuáles son las características y ventajas de este tipo de ventanas aislantes.

 

Cómo funciona el doble acristalamiento: características y beneficios

 

El sistema de doble acristalamiento funciona a través de dos láminas de vidrio, que se encuentran a unos milímetros de distancia entre sí, dentro de las cuales se encuentra una cámara, el doble acristalamiento, aislados y debidamente sellados, evitando la dispersión de calor.

Para promover un aislamiento óptimo, se inserta un gas noble en lugar de aire, generalmente argón, un gas con baja conductividad térmica, ligeramente más baja que la de la atmósfera.

Para asegurar la resistencia a la transmitancia térmica sin afectar las propiedades de transmisión de la luz, la mezcla insertada en las unidades de vidrio aislante debe estar compuesta por un 90% de gas Argón y un 1% de aire.

Para permitir una perfecta adhesión entre las láminas y crear una cámara de aire entre los vidrios, se utilizan pegamentos o resina específicos.

Para que las ventanas de doble acristalamiento realicen eficazmente una función aislante y limiten la pérdida de calor del edificio, es necesario asegurarse de que los cristales, uno de los cuales puede ser simplemente reflectante y el otro aislante, sean de buena calidad y estén unidos por un canal de aluminio (intercalar).

Este espacio, que, dispuesto alrededor de todo el perímetro del vidrio, los mantiene unidos, también es útil para albergar el desecante, la sustancia que se suele utilizar para absorber todos los rastros de humedad dentro de los marcos y evitar la condensación.

La principal ventaja que ofrecen las ventanas aislantes, especialmente las de doble acristalamiento, es que garantizan un importante ahorro energético, al tiempo que se asegura un buen aislamiento térmico y acústico.

Si bien pueden representar una alta inversión en términos económicos, estos costos se pueden amortizar en el tiempo gracias a una importante reducción en los gastos de factura.

 

Las ventanas de doble acristalamiento garantizan un ahorro de miles de euros permitiendo reducir significativamente los costes de calefacción en invierno y los relacionados con el uso de aires acondicionados en verano.

Esto también conduce a una mejora en el rendimiento energético del edificio, lo que aumenta su valor en el mercado, al tiempo que genera un alto nivel de confort de vida.

En concreto, las ventanas aislantes de nueva generación, además de asegurar la capacidad de insonorización, también garantizan robustez y buen sellado y son capaces de ejercer un buen control de la condensación, evitando así la formación de moho.

También son particularmente resistentes a los agentes químicos y al desgaste con el tiempo y gracias al doble acristalamiento son particularmente seguras.

Gracias a la presencia de la resina transparente que a menudo mantiene juntas las dos placas externas se elimina el peligro de una posible fragmentación del vidrio en caso de rotura.

Si la resina también está presente en la placa interna, se denomina vidrio laminado doble, que garantiza estándares de seguridad aún más altos.