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¿Qué diferencia existe entre limpiar y desinfectar?

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Limpiar y desinfectar

Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, se ha recomendado la importancia de desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia.

Sin embargo, para hacer el trabajo correctamente, un desinfectante debe ser utilizado correctamente. De lo contrario, podría terminar con una superficie limpia, pero aún contaminada.

En este artículo te ofrecemos conocer cuales es la diferencia entre la limpieza y la desinfección de superficies y qué errores debes evitar para no hacer todo el trabajo en vano.

¿Cuál es la diferencia entre limpiar y desinfectar?

La limpieza elimina la suciedad y la mugre de las superficies y de los objetos. Consiste en utilizar agua y jabón para eliminar la capa superior de microbios que pueden vivir en las superficies. Aunque la limpieza hace que este limpia la vivienda y reduce el riesgo de propagación de infecciones, sin embargo, sigue dejando algunos gérmenes.

En cambio, la desinfección elimina los gérmenes de las superficies, al utilizar productos como sprays desinfectantes se elimina el 99,9% de las bacterias y los virus que viven en las superficies además de reducir considerablemente el riesgo de propagación de infecciones.

Pero el verdadero problema no es limpiar o desinfectar, sino limpiar y desinfectar. La mejor manera de reducir el riesgo de propagación de gérmenes: es limpiar primero las superficies, eliminando la suciedad adherida y luego desinfectarlas.

Al limpiar obtenemos una superficie físicamente limpia: es la limpieza visible. La desinfección produce una superficie bacteriológicamente limpia: es la limpieza invisible.

¿Qué hace la limpieza?

  • Al limpiar se elimina la suciedad adherida a una superficie con un producto detergente sin dañarla.
  • La limpieza es la consecuencia de dos fenómenos principales: la acción química que ataca la mancha para desnaturalizarla y/o hacerla soluble y el detergente que elimina y descompone progresivamente la mancha para hacerla en parte solubilizada y en parte emulsionada o dispersa.
  • Las reglas básicas de la limpieza son, ir de lo limpio a lo sucio y de arriba a abajo aplicando procedimientos bien definidos y materiales y productos adecuados.
  • El objetivo de la limpieza es obtener una limpieza visual y olfativa, garantizar la higiene y la seguridad a la familia.

¿Qué hace la desinfección?

La desinfección es la operación con resultado momentáneo que permite matar o eliminar microorganismos y/o inactivar virus, bacterias, moho, hongos indeseables transportados en medios inertes contaminados.

Puedes utilizar productos de venta en los supermercados o hacer una solución blanqueadora casera. Añade 1 cucharadita (5 ml) de lejía al 5% a 1 taza (250 ml) de agua, o añade 4 cucharaditas (20 ml) de lejía al 5% a 1 litro (4 tazas) de agua (si la concentración es diferente, sigue las instrucciones del fabricante).

Aquí tienes otros consejos para la desinfección:

  • Las soluciones a base de lejía sólo son eficaces durante 24 horas, por lo que hay que preparar la solución justo antes de utilizarla.
  • Diluye la lejía en agua a temperatura ambiente y no la mezcles nunca con ningún otro producto limpiador.
  • Utiliza un recipiente que no pueda confundirse con un líquido para beber y guarda la solución fuera del alcance de los niños y los animales domésticos.
  • Utiliza guantes desechables para proteger tu piel.
  • Ventila bien las habitaciones en las que se utilice la solución de lejía, ya que los ingredientes activos de la lejía tienen olor muy fuerte y permanecen en las superficies por varias horas.

¿Cuál es la forma correcta de utilizar un desinfectante?

El error más común al desinfectar una superficie es no seguir el tiempo de contacto, los desinfectantes necesitan tiempo para matar las bacterias. Si aplicas el producto desinfectante y lo limpias inmediatamente, tendrás una superficie limpia, pero la mayoría de los gérmenes seguirán activos.

Para garantizar la eliminación de todas las bacterias, hay que aplicar una cantidad suficiente de desinfectante, que quede la superficie húmeda y esperar de 15 segundos a 1 minuto antes de limpiarla, según el principio activo de cada producto y siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.

La mayoría de los desinfectantes pueden utilizarse tanto para limpiar como para desinfectar, pero si una superficie está visiblemente sucia, es mejor eliminar primero el exceso de suciedad con agua y jabón.

Eliminar el polvo, las partículas y la suciedad mediante el fregado, el lavado y el aclarado. Por último, te recordamos que la desinfección es una de las formas más fiables de ayudar a reducir el riesgo de transmisión de bacterias entre las superficies y las manos.