Legalización de instalaciones
En la actualidad es obligatorio la legalización de instalaciones, tanto a nivel de vivienda como de edificios, como puede ser la electricidad, calefacción, ventilación, fontanería...
Legalización de instalaciones
La legalización de instalaciones consiste en la inspección, verificación y comprobación de que una instalación se adecúa a la normativa por parte de un técnico cualificado, como los del estudio InExt.
Algunas de estas instalaciones no sólo deben legalizarse en el momento de la construcción, sino también durante su uso, como las instalaciones eléctricas o de gas.
Proceso de legalización
Los pasos de una legalización suelen ser iguales a nivel nacional, puesto que están regulados por una normativa. Sin embargo, cada Comunidad Autónoma tiene ciertos poderes en el proceso.
Generalmente se podría decir que el proceso de legalización consiste en lo siguiente:
- Visita técnica para la recogida de datos
- Redacción del proyecto técnico y realización de los cálculos justificativos del cumplimiento de la normativa. En el caso de que sea una instalación ya existente se deberá redactar un proyecto que incluya las características actuales , además de realizar una verificación de que todo funcione de forma correcta.
- Visita técnica para certificar la coherencia entre el proyecto y la documentación realizada con la realidad actual de la instalación.
- Emisión de un certificado técnico que indique que la instalación cumple la normativa actual.
- Tramitación de la documentación frente a la Administración correspondiente.
Coste de la legalización de una instalación
El coste de la legalización dependerá, sobre todo, del técnico que lo realiza y de las características y el tipo de instalación a legalizar.
También hay que tener en cuenta aspectos como el tamaño del edificio o de la instalación.
Por último, también inciden en el precios las tasas administrativas que hay que pagar a la Administración, las cuales pueden variar según dónde esté el inmueble.
Legalización de una instalación eléctrica
Es una de las legalizaciones más comunes debido a las nuevas normativas que se han desarrollado sobre ello.
Existen diversas razones de por qué debemos legalizar una instalación eléctrica:
- Seguridad personal y material
- Si no está legalizada, en caso de siniestro no cubrirá nada el seguro
- Por ley, no hacerlo implica sanción
- Una legalización cuesta menos que una renovación total de la instalación según la normativa actual.
- Mejora de la eficiencia energética del inmueble
Instalaciones que deben pasar una inspección periódica
- Instalaciones comunes de edificios cuya potencia contratada supere los cien kilovatios
- Aparcamientos con más de veinticinco plazas
- Piscinas de más de diez kilovatios
- Locales de pública concurrencia
Estas revisiones se deben hacer cada diez años en el primer punto y cada cinco años en el resto de casos.