Puente térmico
¿Alguna vez has escuchado la palabra “puente térmico” y no sabes lo que significa? Pues te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre este término, es un concepto mucho mucho más sencillo de lo que piensas, pero si no sabes de lo que hablamos puede que tengas una imagen errónea de lo que significa. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un puente térmico?
Un puente térmico, es la parte de un edificio por donde se produce una fuga o pérdidas de calor, y por lo tanto supone una pérdida de de energía, ya sea pérdida de calor o de frío.
Estas pérdidas las podemos localizar en el techo, el la pared, en el suelo, una ventana, etc… y en invierno suponen un derroche de calefacción y en verano un coladero de calor.
Los puentes térmicos los encontramos la gran mayoría de veces en los materiales que “envuelven” el edificio, ya que son los que se encargan de que proteger del frío y el calor.
El frontispicio,suele estar formado por una pared exterior, una cámara de aire, esta puede contener aislamiento térmico, o no, y un tabique interior; pero la composición de las fachadas, no tienen porque ser continuas, ni homogéneas, ya que la cámara de aire puede verse interceptada por un pilar o una viga que de a la fachada.
¿Qué tipos de puentes térmicos?
Un puente térmico puntual: puede ser un clavo que pasa de un lado a otro un trozo de madera, y por tanto a lo largo de ese “agujero” podría estar circulando el calor, pues el metal conduce mejor el calor que la madera.
Puente térmico lineal: Es el más normal. Consiste en una zona de contacto entre dos materiales distintos. Podemos pensar en una ventana y la conexión con la pared de ladrillo con un pilar de hormigón o de metal. Los nexos entre estos materiales no siempre están bien sellados y pueden facilitar que el calor se escape.
Puente térmico zonal: Este tipo lo encontraremos, cuando una pared con cámara de aire, tiene una zona en la que el aislamiento térmico se ha interrumpido o no se ha llegado a colocar.
¿Qué problemas encontramos con los puentes térmicos?
Si cuentas con una vivienda de construcción tradicional, es muy probable que experimentes pérdidas de calor muy frecuentemente. Ya que cuanto más antigua sea la vivienda más fugas habrá. Los puentes térmicos pueden llegar a suponer hasta un 15% del total de las fugas caloríficas de una vivienda. Y esto si lo traducimos en dinero supone una gran subida de tu factura al final del año.
Las viviendas de obra nueva, cuentan con mucha más tecnología integrada, por lo que todos estos detalles se les intentan poner una solución. Por tanto lo puentes térmicos, ya sea colocando materiales aislantes en los puntos críticos, o adaptando soluciones constructivas con materiales más eficaces, se están eliminando de los hogares nuevos. Otra de las opciones es que, si tu vivienda no cuenta con un buen aislamiento, contrates a un ingeniero profesional que te haga un estudio y veas si merece la pena la reforma.
En las viviendas más recientes, pero que ya las han construido, lo tenemos más complicado para conseguir una solución a los puentes térmicos, pero siempre podremos conseguir solventar este problema con alguna medida eficaz. Por ejemplo, aquí tenemos una serie de soluciones:
- Las ventanas de PVC son siempre una solución práctica y buena, los plásticos conducen muy mal el calor, y por lo tanto no se verán tan afectados como si usamos madera.
- El aluminio es uno de los materiales más empleados para las carpinterías pues no se cambia fácilmente por culpa de la variación de la temperatura y humedad, pero suelen tener como principal problema que transmiten el calor de manera muy sencilla al tratarse de un metal.
- Si aislamos térmicamente la fachada desde fuera del edificio el calor será interrumpido y habrá dificultades para trasladarse al interior de la vivienda.