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Elementos de una vivienda bioclimática, parte II

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Grpode4

Como vimos en el artículo anterior, una vivienda bioclimática debe poseer una serie de elementos y características para que se pueda considerar como tal. Durante este artículo vamos a ver el resto de dicho elementos y características de un inmueble bioclimático.

8. lluminación natural

Este tipo de inmuebles debe tener una distribución y una propuesta de espacios que permitan que la iluminación natural se aproveche al máximo. Esto significa que los espacios que se vayan a usar como zona común deberán ser espacios exteriores.

9. Iluminación ornamental

En el caso de que la vivienda necesite de iluminación ornamental, el 80% debe ser de origen fotovoltaico.

10. Red de desagüe separativa

En este sentido, deben tener una doble red de desagüe, una de aguas limpias exclusiva para el agua de la lluvia, y otra para las aguas residuales de uso doméstico.

El agua de la lluvia se puede usar simplemente para el riego de las parcelas, puede conducirse hasta la red de pluviales o se puede redirigir hasta un depósito de gestión municipal para uso de riego público.

En el caso de las aguas residuales de uso doméstico deberán conectarse a la red separativa municipal, el alcantarillado.

11. Selección de residuos

Es importante diseñar los espacios y la existencia de un mueble o conjunto de cubos que facilite la selección de residuos de la vivienda.

Una vivienda de este tipo debe incluir un sistema de reciclaje para una selección mínima: Materia orgánica, cristal, papel y cartón, plástico y metal y desechos.

12. Materiales, electrodomésticos e instalaciones

Es obligatorio que la mayoría de los materiales que se usen para construir una vivienda bioclimática sean de bajo impacto ambiental. Los materiales deben ser naturales, de fácil mantenimiento, lo más estandarizados posibles y con un ciclo de vida largo.

Los electrodomésticos y aparatos electrónicos deben tener la máxima eficiencia energética posible.

13. Preinstalación domótica

Todas las viviendas bioclimáticas deben incorporar una instalación domótica. La domótica es el conjunto de tecnologías aplicadas a la vivienda para mejorar la seguridad, comodidad, eficiencia y ahorro de energía.

Muros trombe

El muro trombe es un tipo de fachada diseñada para aprovechar la radiación solar con el fin de calentar un inmueble. En términos de arquitectura bioclimática son considerados como una estrategia pasiva de calentamiento indirecto.

Edward Morse patentó este muro en 1881, pero se olvidó durante casi cien años, hasta que, en 1960, Jacques Michel y Felix Trombe, popularizaron este sistema con sus casas solares pasivas en Font-Romeu.

Su funcionamiento es muy sencillo y se apoya en tres principios básicos: la inercia térmica del muro, el efecto invernadero y la termocirculación.

Su diseño suele consistir en un muro orientado al sur con una hoja exterior de vidrio a cierta distancia, creando una cámara de aire la cual aprovecha el efecto invernadero para aumentar la temperatura acumulada en el muro. El grosor y el material del muro son los que determinan su inercia térmica y el grado de retardo en la transmisión del calor por radiación al interior de las estancias.

De manera opcional, la parte superior e inferior de este tipo de muros se pueden perforar.La diferencia de densidad entre el aire caliente y el frío produce un efecto natural de convección que permite la circulación del aire caliente de la cámara al interior de la estancia. El aire más caliente y ligero se eleva y se introduce en la vivienda por los orificios superiores, succionando el aire frío por los inferiores. Obtenemos en este caso una acción conjunta de calefacción por radiación del el muro y por convección del aire.

Que existan o no estos huecos cambia de manera drástica el funcionamiento del muro trombe, por lo que distinguiremos dos principales tipos, con modos de uso muy diferentes según estemos en invierno o verano, de día o de noche, los muros ventilados y no ventilados.

El no ventilado se puede denominar “muro captor” o “acumulador térmico” ya que no se produce el efecto de termocirculación. Es adecuado para edificios de usos continuados, como una vivienda, ya que se obtiene una mayor temperatura en la cámara de aire, y un mayor retardo de la radiación hacia el interior del espacio. En cambio, en verano se debe tomar la precaución de protegerlo del sol para evitar que se sobrecaliente la vivienda.

El muro trombe ventilado es mucho más polivalente, puesto que se puede usar de día y noche y en invierno y verano indistintamente. En este tipo, el usuario debe ser consciente de cómo funciona.

Por ejemplo, si cuando no hay sol se olvida de cerrar los orificios, la termocirculación funcionará a la inversa, lo que significa que durante la noche, la inercia del muro extraerá el calor del interior de la estancia para cederlo al exterior, que se encuentra a menor temperatura, produciéndose una refrigeración. Esta situación puede ser útil en verano, convirtiendo el muro trombe en una chimenea solar para extraer el aire de las estancias y ventilarlas.