Consejos para ahorrar en el consumo de gas en casa
De todas las consecuencias negativas de la guerra entre Rusia y Ucrania, hay una que afecta directamente al bolsillo de los consumidores españoles: la subida de la factura energética. Sobre todo el gas natural, pero también la electricidad.
Da la casualidad de que Rusia es el principal proveedor de gas de Europa: el 42% del combustible que llega a nuestro continente procede de Rusia.
Ucrania es geográficamente importante porque muchos de los gasoductos que realizan este comercio pasan por su territorio. Las condiciones inestables y las preocupaciones sobre las interrupciones del abastecimiento están empujando los costes a nuevos máximos históricos.
¿Cuánto puede aumentar el recibo?
Ante esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estimó cuánto podrían aumentar las facturas bajo tres posibles escenarios: desde una situación relativamente positiva (donde los precios se mantienen en los niveles actuales) hasta una situación muy negativa donde los precios se disparan, sin precedentes.
Según este cálculo, la factura del gas se quedará -en el mejor de los casos- en una media de 106 euros al mes. En el peor de los casos, casi se duplicará: 196 euros. Respecto a la media de 2021 (60€ al mes), el incremento será de entre el 77% y el 227%.
Mientras tanto, es probable que la factura de la luz se mantenga en los 112 euros actuales o alcance -según la previsión más negativa estimada por la OCU- unos 165 euros al mes. Con una media de 79 € al mes en 2021, las facturas serán entre un 42 % y un 109 % más caras este año.
Dichos cálculos se basan en un "hogar promedio" que consume 3.500 kilovatios-hora (kWh) de electricidad (4,6 kW de potencia contratada) y usa 9.000 kWh de gas para calefacción.
La OCU no es la única que reclama medidas gubernamentales para moderar el impacto de estas subidas: la inflación lleva décadas mostrando cifras que no se veían y todo apunta a que la escalada continuará. Reducir definitivamente el IVA de la electricidad y extenderlo al gas natural pueden ser algunas de las medidas.
¿Cómo podemos ahorrar en la factura del gas?
Además de las posibles ayudas estatales, vale la pena buscar posibles maneras de reducir el consumo doméstico de gas y electricidad, ya que se notará un aumento ligeramente menor al pagar las facturas.
Con respecto a las calderas de gas, es de suma importancia que funcionen correctamente para que todas estas medidas surtan efecto, así que si se está preguntando qué pasa si no hago el mantenimiento de la caldera, en este enlace podrá aclarar todas sus dudas.
1. Baje la temperatura de calentamiento
Primero, considere calentar a una temperatura razonable. Es decir, no le tienes miedo al frío en casa, pero tampoco tienes que llevar manga corta como en verano. Generalmente, 20ºC se considera una temperatura habitable. Además, asegúrese de que el espacio alrededor de la fuente de calor (radiador, estufa, etc.) esté despejado. Si están rodeados de muebles u otros objetos, el calor puede quedar atrapado en ellos y no llegar a los rincones u otras distancias más lejanas.
2. Termostatos digitales inteligentes
Los termostatos inteligentes pueden ser una buena inversión porque no solo regulan la temperatura ambiente, sino que también se pueden programar para que se enciendan y apaguen en momentos específicos.
Los dispositivos más modernos también están equipados con Wi-Fi, por lo que pueden controlarse a través de su teléfono desde cualquier lugar. Así es posible encender un rato la calefacción antes de ir a casa para no gastar de más, o por el contrario apagarla (incluso saliendo) si la vuelta a casa se retrasa por algún imprevisto.
3. Garantizar un correcto mantenimiento del radiador
Hay que tener en cuenta cuatro cuidados básicos para un radiador, ya que de no hacerlo se reducirá su eficiencia y aumentará significativamente su consumo, aumentando por tanto el coste en el que incurre.
Estas tareas básicas de mantenimiento son las siguientes:
Revisar los equipos por posibles fugas de agua
Purgar los circuitos para quitarles el aire
Controlar la presión del agua
Verificar que los conectores de los enchufes estén secos (reemplazar las tapas si no).
Está claro que el mantenimiento de la caldera es algo imprescindible para el buen funcionamiento del sistema
Si cree que su caldera no funciona correctamente, antes de contactar con un servicio autorizado, en este enlace puede saber cuánto cuesta la revisión de la caldera de gas.
4. La grifería, siempre del lado frío
Esto puede parecer un pequeño detalle, pero es un pequeño gasto que suma y suma. Al cerrar el grifo, siempre debe estar en el lado frío (lado derecho). Si el lado de agua caliente todavía está presente, la caldera se encenderá cada vez que se encienda, y el costo resultante es la suma del costo de cada encendido.
5. En la lavadora y el fregadero, usa agua fría (o tibia)
En algunos casos, el agua caliente es importante para la limpieza. Por ejemplo, en las sábanas y toallas en la ropa (cuando las temperaturas superan los 60ºC mueren los ácaros y otros microbios) o al lavar ollas y sartenes (el agua caliente afloja la grasa, permitiendo un lavado más eficiente).
Sin embargo, generalmente el resto de la ropa no necesita agua caliente en la lavadora, y los utensilios no necesitan que el agua esté cerca del punto de ebullición. Moderar su temperatura también te permitirá economizar mucha energía ya que se trata de quehaceres del hogar que se efectúan frecuentemente.
6. Ten cuidado al cocinar
Si es posible, se recomienda microondas antes que horno: además de ahorrar tiempo, cuesta menos. Si el horno está encendido, evite abrir la puerta durante la cocción (para evitar la pérdida de calor) e intente apagarlo un poco antes de terminar de cocinar para sacar provecho al "calor residual".
Otra medida productiva a la hora de cocinar es ajustar la llama del quemador según el tamaño del recipiente colocado encima (el fuego que sale por el lateral del recipiente representa un gasto inútil) y también tapar las ollas y sartenes y aprovechar al máximo el calor. 7. Ventilación La casa suele ventilarse un poco después de despertarse por la mañana. Pero no siempre. En los días de mucho frío conviene esperar un poco: abrir las ventanas durante la parte más calurosa del día hará que la casa pierda menos calor y luego se necesite menos energía para restaurarla. Además, en esos días, es conveniente mantener las persianas y cortinas corridas para que entre la mayor cantidad de luz natural posible al interior. Por la noche, es todo lo contrario: para que no se escape el calor. Por cierto, también hay que asegurarse de que la casa tenga un aislamiento eficaz.
En relación al funcionamiento de su caldera de gas, le recomendamos que contacte con una empresa homologada de mantenimiento de calderas de gas.