¿Cómo prevenir daños en tu tejado durante el invierno?
El invierno está a la vuelta de la esquina y para nadie es un secreto que es durante esta temporada que los tejados sufren más daños, en algunas ocasiones, hasta el punto de perder su eficiencia energética.
Lo que sucede es que las temperaturas frías tienen la capacidad de cambiar las propiedades de la mayoría de los materiales utilizados para la construcción de tejados, haciéndolos más vulnerables ante el deterioro producto de las heladas y la acumulación de aguas en su superficie.
Por esta razón es tan importante que conozcas cómo prevenir daños en tu tejado durante el invierno. Sigue leyendo y descubre en estas pocas líneas cómo proteger tu tejado durante la temporada que ya se avecina.
¿Qué elementos producen daños en el tejado durante el invierno?
Antes de la llegada del invierno tenemos considerar los dos aspectos climatológicos que mayor incidencia tiene sobre el deterioro temprano de los tejados durante esta temporada para de este modo prevenir con eficacia los daños.
Dos son los elementos de mayor relevancia porque tienen la capacidad de producir un deterioro severo sobre la superficie de los tejados y estos son:
Acción de la carga de nieve sobre el tejado
El principal elemento que debemos considerar al momento de construir tejados en zonas propensas a las heladas es la carga de nieve, ya que de por sí todo tejado también soporta otras cargas, como la de los materiales que lo revisten y los que componen su estructura portante.
Por ejemplo, si tenemos un tejado de tejas de hormigón, este material, que naturalmente es pesado, tiende a pesar mucho más después de las nevadas, lo que podría producir daños de gran envergadura sobre la estructura de la cubierta si no se tiene un plan para prevenir este tipo de incidentes.
Recordemos los estragos que dejaron tras su paso la gran Nevada qué hay de Madrid y otras zonas del centro del país como consecuencia de la borrasca Filomena, los daños eran tales que generó un gran revuelo en la comunidad técnica española.
Era evidente que estos acontecimientos son producto del cambio climático, por lo que se consideró necesario hacer modificaciones en la ley de construcción, ya que esta condición difícilmente variará para bien durante los próximos años. Debido a esto, lo más recomendable es que al momento de la construcción de nuestro tejado se estime una mayor carga y se utilicen los materiales de más alta calidad.
Acción del viento en el tejado
El segundo elemento que pudiera generar daños graves sobre el tejado es el viento. Las ventiscas y los fuertes vientos son capaces de arrastrar las tejas tras su paso, dejando desprotegida la capa impermeable, que, en muchos casos, no es capaz de soportar los cambios a climas gélidos.
Aunque hay viento en todas partes, hay ciertas zonas más propensas a desarrollar vientos de gran velocidad e incluso huracanados. Razón por la cual debemos estar doblemente atentos a la acción de este si vivimos en una zona costera, en terrenos llanos sin obstáculos o arbolados que protejan el inmueble, en zonas montañosas, del Pirineo o simplemente si somos dueños de una edificación con más de 9 metros de altura.
Para proteger nuestro tejado de la acción del viento durante el invierno, es necesario anticiparnos a su llegada y verificar el estado de las fijaciones de las piezas que conforman la cobertura del tejado, comprobando así que no falte ninguna o no se hayan movido de su lugar. Además, se deben revisar todos los puntos vulnerables del tejado, como lo son el alero, la cumbrera y los laterales, ya que son los puntos más expuestos a la acción del viento.
Consejos básicos para preparar tu tejado ante la llegada del invierno
Una de las mejores formas de evitar daños en el tejado, es prepararlo antes de la llegada del invierno. Con ello estaremos protegiendo la integridad de nuestro inmueble y evitando costosas reformas.
Lo primero que debemos hacer es revisar a detalle cada parte del tejado. Con una inspección exhaustiva podremos darnos cuenta de cualquier signo de daño, tales como pequeñas grietas, tejas sueltas o rotas, juntas deterioradas, filtraciones por las claraboyas o chimeneas.
Al detectar a tiempo cualquier falla, tenemos la posibilidad de tomar una acción oportuna en pro del bienestar de nuestro hogar. En caso de encontrar alguna fuga, es necesario proceder de manera inmediata a repararla, puesto que tienden a agravarse durante el invierno.
Es importante verificar el estado de la capa impermeabilizante y del aislamiento para prevenir perdidas de calor y posibles filtraciones. De igual modo, es importante mantener libres de obstrucción tanto el tejado como los canalones y bajantes, esto permitirá que el agua de las lluvias fluya, evitando que se congele sobre el tejado.
Por último, pero no menos importante, debemos asegurarnos de evitar que las ramas y hojas caídas durante el otoño queden esparcidas por todo el tejado o cuelguen de él, ya que pronto se cargarán de hielo, ejerciendo un peso mayor sobre la estructura, lo que pudiera dañarla irremediablemente.
Soluciones efectivas para mantener tu tejado protegido en invierno
Además de todas las técnicas preventivas, es necesario tener en cuantas algunas soluciones que nos permitan mantener el tejado protegido durante el invierno, y entre las más efectivas hemos considerado las siguientes:
Mejoras en el Aislamiento
Hacer mejoras en el aislamiento y la eficiencia energética siempre será una apuesta segura durante el invierno. Un tejado con un buen aislamiento es capaz de mantener el calor y el confort en el interior del inmueble, reduciendo así los costes por calefacción. Hay materiales aislantes que ayudan en este sentido, como es el caso de las telas térmicas.
Telas térmicas
Las telas térmicas tienen la capacidad de conservar la temperatura del tejado cuando lo cubre. Se trata de un tejido diseñado con escasa conductividad y con gran capacidad de formar micro masas de aire. Estas cualidades facilitan la evaporación del vapor de agua, pues, gracias al calor que se genera, se va dispersando a través de sus fibras.
Entonces, una buena manera de mantener el calor del inmueble y evitar que el granizo y la nieve congelen el revestimiento de tu tejado, es cubrirlo con una tela térmica durante los días más fríos de la temporada.
Tela Isotérmica
La tela Isotérmica, por su parte, es un tejido que consigue conservar la temperatura, ya sea frío o calor, permitiendo que la temperatura del tejado permanezca constante. Las hay de diferentes texturas que mejoran sus propiedades aislantes e impermeables. Incluso mejora el aislamiento acústico, por lo que el ruido del granizo sobre el tejado será prácticamente imperceptible.
H3. Membrana drenante
Las membranas drenantes son láminas con nódulos que se fabrican con polietileno de alta densidad. Son utilizadas como una capa de protección y drenaje que impermeabiliza soleras que se encuentran en contacto con el terreno. Estas nos ayudan a mantener el agua alejada de la superficie, evitando así la sobrecarga por congelamiento.
Placa solar para calefacción
Las placas solares para calefacción también son una excelente opción para mantener nuestro hogar confortable. Se componen de colectores o paneles solares que captan la energía del sol y la transfieren a un líquido especial que va circulando por un circuito hidráulico cerrado qué mantiene caliente las paredes, las cubiertas y hasta el agua de la propiedad.
Pizarra fotovoltaica
Una excelente opción es instalar en nuestros tejados placas de pizarra fotovoltaica que no son más que una placa solar de imitación de teja de pizarra, por lo que no afectan la estética del tejado mientras aumenta la generación de energía en periodos con menor radiación.
Al utilizar placa fotovoltaica se mejora el rendimiento térmico y acústico de la cubierta. Además, como es menos pesada que la piedra natural, también favorece la conservación de la estructura, especialmente aquellas que deben soportar una carga de nieve elevada.
Pero si no te gusta el acabado de imitación de pizarra, puedes optar por utilizar paneles fotovoltaicos que imiten los tejados de madera, la verdad esta nueva tecnología ofrece un funcionamiento constante y regular durante todo el año con costes mínimos de mantenimiento. Gracias a sus 6 puntos de anclaje, cuenta con una resistencia al viento de al menos 400 km por hora. Con su instalación podrás estar seguro de ganar en estanqueidad, resistencia, versatilidad, durabilidad e inercia térmica.