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Cómo ahorrar energía en tiempos de inflación: 3 consejos prácticos para restaurantes

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Conseguir ahorrar energía en el sector de la hostelería se ha convertido en uno de los principales objetivos para este tipo de negocios. Con la subida de la factura de la luz y la electricidad en general, junto con el resto de las facturas e impuestos, ha sido motivo para producir el cierre de numerosos locales.

En muchos casos se produce un estado de alarma ya que el funcionamiento de un restaurante requiere de una maquinaria en específico para hostelería que exige un consumo contínuo de energía eléctrica, derribando en una subida creciente en la factura de la luz.

Cómo ahorrar energía en tu restaurante

Son muchas las maneras de poder reducir nuestro consumo energético, no obstante nos vamos a centrar en 3 para comenzar a implementarlas en nuestro establecimiento e ir obteniendo resultados.

En primer lugar, hemos de plantearnos reducir las pérdidas energéticas, para así evitar un gasto innecesario de energía. ¿Cómo? Pues por ejemplo, optimizando el uso de la climatización manteniendo encendidos los equipos de aire acondicionado cuando sea necesario con la instalación de barreras de aire acondicionado en los accesos del local o evitando el uso de las cortinas de aire optando por mantener las puertas cerradas.

Elegir un buen equipamiento en cocina, sobre todo en el extractor de aire, debemos apartarnos del uso de campanas que expulsen calor por uno que contenga extracción de humos e impulse aire limpio hacia el exterior. De este modo ahorraremos en la factura de la luz pero también favorecemos el cuidado del medio ambiente

Aprovechar al máximo posible la luz natural, por ejemplo en verano podemos instalar toldos o cortinas interiores para generar una temperatura más fresca o colocar plantas en las ventanas para crear una pantalla verde. 

Algo muy importante es desconectar los aparatos eléctricos a los que no se les esté dando uso en un momento determinado. Es fundamental desconectarlos del todo, ya que la luz de stand by también consume. 

De igual manera, es recomendable revisar la potencia de luz contratada para ajustar la parte fija de la factura.

En segundo lugar hay que valorar el tipo de dispositivos de los que vamos a hacer uso y su mantenimiento, optando siempre por la eficiencia energética. 

Hemos de adquirir los electrodomésticos y la maquinaria más eficientes, para poder optimizar al máximo su rendimiento proporcionando un ahorro de energía a nuestro establecimiento.

Al mismo tiempo, hemos de diseñar un plan de revisiones periódicas para propiciar su correcto mantenimiento, reduciendo las posibles incidencias y generando soluciones ante los problemas que surjan.

Es conveniente que en la medida de lo posible los utensilios de cocina no sean eléctricos, inclinándonos de nuevo, hacia los instrumentos más tradicionales. 

Respecto a la ambientación del local, podemos sustituir las bombillas de uso cotidiano por luces LED derivando en un ahorro anual considerable en la factura de la luz. Igualmente el uso de colores claros proporciona una mayor luminosidad al local reduciendo el uso de luces artificiales.

Y en tercer y último lugar, es necesario implantar una cultura sobre el ahorro de energía en el personal, para promover una gestión más sostenible en el negocio.