Clínicas privadas elevan su actividad hasta un 20% por la saturación de la sanidad pública
Interminables listas de espera para una operación, agendas de los especialistas llenas y médicos de familia desbordados con el seguimiento de los casos covid y sus contactos. La pandemia está poniendo contra las cuerdas a la sanidad pública y los pacientes, hartos de esperar o de llamar en vano a su centro de salud o de especialidades tratando de conseguir una cita, están recurriendo en muchos casos a la sanidad privada.
Aunque la situación es muy desigual según el centro sanitario al que se consulte, y todos prefieren ofrecer sus datos de manera anónima, algunos centros cifran el repunte de consultas durante el último mes entre un 15% y un 20% y lo achacan directamente a la situación que sufre la sanidad pública. Más que intervenciones quirúrgicas se trata de consultas externas, «sobre todo en especialidades como Ginecología, Dermatología o Traumatología», señalan desde una de estas clínicas. También en el servicio de Urgencias se ha notado un aumento en este tipo de pacientes que buscan una alternativa a la sanidad pública.
No deberían hacer falta científicos para comprender que las inversiones en investigación, educación o salud garantizan un futuro social y económico saludable. La radiografía de la salud pública en España tras la COVID-19 nos muestra una imagen preliminar, pero suficiente, para idear una salud pública futura más enérgica, dinámica y eficiente para liderar junto a la sanidad privada la mejor sanidad de toda Europa.
Un seguro de Salud privado como el de la compañía líder del mercado Adeslas, puede ayudar a no congestionar la sanidad pública y dar servicio a aquellos pacientes que lo necesiten en estos momentos tan críticos.