Recomendaciones para protegerte de una ola de calor
Los veranos se están volviendo cada vez más intensos y mortales, por lo que es importante saber por qué está ocurriendo y qué debemos hacer en caso si nos exponemos al calor extremo.
A lo largo de la historia los humanos han logrado adaptarse a temperaturas extremas para sobrevivir, pasando por olas de calor parecidas a las de ahora, pero existe una diferencia que las hace más peligrosas en la actualidad: la humedad. No hay duda que el cambio climático ha influenciado en este factor.
Según el profesor y científico William H. Calvin, de la Universidad de Washington, la exposición al calor normalmente provoca sudor, el cual se evapora de nuestra piel y produce un efecto aliviador de enfriamiento.
Sin embargo, cuando existe una condición de humedad más alta de lo normal, este aire ya se encuentra saturado con vapor de agua, por lo que nuestro cuerpo ya no puede producir este efecto de enfriamiento mientras continuamos sudando, provocando que nos deshidratemos más rápido. Lo mismo sucede si las condiciones son extremadamente contrarias en un ambiente totalmente seco.
Países de todo el mundo han experimentado olas de calor extremas en los últimos años, el ejemplo más reciente fue en Sudamérica, donde países como Argentina, Uruguay y Brasil sufrieron olas de calor por encima de los 40°C, incluso llegando a los 44.5°C (Uruguay).
Efectos del calor extremo en la salud
Estos son los efectos y síntomas que puedes experimentar si te expones demasiado durante una ola de calor:
- Golpe de calor: se identifica con náuseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal arriba de los 40°C, mareos, problemas para caminar, confusión o desorientación y en los peores casos puede llegar a producir convulsiones o coma.
- Agotamiento: es parecido al golpe de calor, puede causar malestar, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y/o sed intensa. El agotamiento también puede suceder días después de estar expuesto a altas temperaturas o por no recibir la cantidad suficiente de líquidos para compensar la pérdida de agua en el cuerpo.
- ¿Qué hacer si encuentras a una persona con golpe de calor o agotamiento?: hazle preguntas como “¿Dónde estás? ¿Cuándo llegaste aquí? ¿Con quién viniste? Y si obtienes respuestas incoherentes debe ser tratado como emergencia. Mientras tanto se debe trasladar a la persona a un lugar con sombra, sentarlo y darle agua si está consciente; también se puede empapar de agua la ropa de la persona y el cabello.
Deshidratación: produce decaimiento, sensación de agotamiento.
- Calambres: esto lo pueden padecer personas que sudan mucho, ya que la sudoración excesiva consume toda la sal y humedad del cuerpo, provocando dolores musculares o espasmos en el abdomen, brazos o piernas.
- Sarpullido por calor: este efecto es más común en los niños pequeños expuestos al calor, irritando la piel por sudar demasiado. La irritación puede presentarse en grupos ojos de granos o ampollas en el pecho, los pliegues de los codos o el cuello.
Otros factores que pueden elevar el riesgo de tener alguna enfermedad por calor son los niveles altos de humedad, fiebre, obesidad, deshidratación, uso de medicamentos recetados, enfermedades cardiacas y mentales, mala circulación, quemaduras de sol y el consumo de alcohol.
Personas más vulnerables al calor extremo
- Personas mayores de 65 años y niños menores de 6 años.
- Personas con enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, problemas cardiacos u obesidad.
- Personas que realizan trabajos físicos intensos al aire libre, como obreros, albañiles, agricultores, entre otros.
medidas de prevención ante una ola de calor
- Evita salir de casa durante las horas con más exposición al sol, es decir, entre el mediodía y la tarde.
- Consume suficientes líquidos, en especial agua pura y jugos naturales fríos. Evita las bebidas alcohólicas.
- Evita las comidas calientes y pesadas.
- Reduce la actividad física, ejercicios pesados o trabajo en la intemperie.
- Procura descansar en lugares con sombra y ventilados.
- Usa ropa de tejidos naturales y ligeros, colores claros y accesorios que te puedan proteger del sol.
- Usa protector solar.
- Cierra las ventanas y persianas durante el día y aprovecha la noche para ventilar tu hogar.
- No dejes a ninguna persona, niño o mascota dentro de un auto estacionado bajo el sol.
Cómo proteger a nuestras mascotas y plantas
Sí, tus mascotas también pueden verse afectadas por las olas de calor, aquí te dejamos algunos consejos para ayudarlos:
- Procura mantener a tus mascotas hidratadas y con suficiente agua fresca disponible.
- No los dejes en las terrazas o patios bajo el sol, si es posible mantenlos dentro de casa.
- No des paseos con tus mascotas durante el día. En su lugar, puedes optar por un paseo nocturno.
- Si tu perro tiene calor, puedes darles cubitos de hielo, mientras que a los gatos puedes ponerles platos con agua fría.
- A veces se cree que rasurar a las mascotas, especialmente a los perros, les ayuda a sentirse más frescos, lo cierto es que su pelaje ayuda a aislar el calor, ya que debajo de su pelaje se forma una cámara de aire que los mantiene en una temperatura más fresca.
Para tus plantas o huertos puedes seguir estos consejos:
- Coloca sombra sobre los cultivos o huertos que tengas en el suelo, ya que así se evita que el agua se evapore más rápido.
- Mantén las malezas cortas o podadas, ya que estas consumen demasiada agua y le roban energía a las demás plantas.
- Crea tu compost, ya que este sirve como herramienta natural para mantener la humedad y nutrientes en las plantas.