Qué es la energía aerotérmica y cuáles son sus beneficios
La marea verde energética crece sin cesar en todo el planeta. El auge se debe no solo a la preocupación por el cuidado del medio ambiente, sino también a los incentivos que revierte sobre el ciudadano que apuesta por las renovables. Con ello, la energía aerotérmica o aerotermia se ha convertido en una alternativa de lo más interesante, a pesar de su rendimiento no es muy conocido todavía. En este post te contamos cómo funciona la aerotermia y cuáles son sus beneficios.
¿Cómo funciona la energía aerotérmica?
A través de un proceso de extracción de la energía ambiental, contenida en la temperatura del aire, la aerotermia la transfiere a la habitación o al agua corriente, incluso a bajo cero. Esto es así por el ciclo termodinámico, que emplea un gas refrigerante comprimido a muy baja temperatura para extraer calor del aire exterior.
De este modo, la energía aerotérmica permite suministrar tres servicios: calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS). Es un 75% más eficiente que una bomba de calor inverter convencional y ofrece multiplicidad de posibilidades de distribución como el suelo radiante, mediante conductos en falso techo o fan coils de suelo y/o pared.
Ventajas de la energía aerotérmica
El principal beneficio de la aerotermia es que genera más energía de la que consume. El porcentaje depende del equipo y su calificación energética, pero puede llegar al 80% de la energía aportada gratuita. Así pues, es la calefacción con menor consumo energético lo que permite ahorrar notablemente en la factura mensual de luz.
Además, está catalogada como energía renovable en el Código Técnico de Edificación y en la actualización publicada en el BOE del 27 de diciembre de 2019 establece la aerotermia como sistema de climatización más beneficiado en los edificios de nueva construcción.
Al no producir combustión, ya que no es necesaria una caldera, no produce humo ni residuos, convirtiéndose en una opción segura tanto para hogares como comunidades de vecinos, tiendas o despachos profesionales.
Por último, a pesar de que su coste inicial es considerado, cabe señalar que se compensa a lo largo de los años con el ahorro en el consumo de energía.