Miedos frente al autoconsumo

¿Cuáles son los miedos, las barreras y frenos que nos impiden dar el paso hacia el autoconsumo de energía a través de instalaciones fotovoltáicas? 

Cada vez se escribe más sobre la nueva tendencia del mercado eléctrico que está dando un importante giro como nunca antes lo había dado en la Historia hacia el autoconsumo a través de energías renovables, en concreto la solar, con la instalación propia en hogares y empresas de paneles fotovoltáicos, comúnmente llamados “paneles solares”.

A pesar de ello, aún hay reticencias y la mayoría de consumidores ven todavía con desconfianza esta nueva realidad que se presenta en algo tan esencial para nuestro día a día y para nuestra economía como es la factura de la luz.

Algunos de estos miedos son:

1. Desconocimiento.

Existen 2 vertientes que provocan este miedo a través del desconocimiento: Uno es la falta de información en general, y en el otro extremo está la sobreinformación. 

Analicémoslas por partes:

    

- La falta de información: En nuestro entorno, nadie verdaderamente informa al usuario con el lenguaje llano apropiado del usuario sobre las ventajas que ofrece el autoconsumo para un ahorro en las facturas. Por ello, el usuario está desnudo ante nuevas circunstancias a las que podría acogerse con una buena información. Ésta, eso sí, puede serle facilitada por empresas del sector las cuales incluso ofrecen servicios de asesoría especializada. Como opción para informarse, sería muy interesante valorar acudir a ellas, desde 0, y que nos expliquen con nuestro mismo lenguaje.

- En el otro extremo como decíamos está la sobreinformación, en las noticias, en Internet, el boca a boca, todo el mundo habla de la luz, de las placas solares, del autoconsumo, pero nadie concreta. Es más, a veces, al usuario se le ofrece información detallada de cómo funciona el mercado eléctrico, a veces suministrada por las instituciones o a veces suministrada por las propias empresas eléctricas, que, de manera muy técnica y compleja dan información demasiado extensa y lían al consumidor.

2. Novedad del tema e incertidumbre asociada a la misma y a los cambios.

Aunque el auge del autoconsumo lleva mucho creciendo, es verdad que los últimos años está implantándose más que nunca, y para el cliente es algo muy reciente, muy nuevo y como tal, le provoca incertidumbre y dudas. Además, todo lo que suponga un cambio viene con una especie de barrera “mental” asociada al miedo implícito de cambiar. 

3. Inversión inicial.

Las instalaciones fotovoltáicas pueden dar miedo al principio al suponer una inversión importante a priori, será un dinero que al comienzo, quién lo asuma, podría interpretar que es considerable pero simplemente es el inicio de un paradigma de ahorro a medio y largo plazo. Como su propio nombre indica, es una inversión, que luego revertirá en beneficios para el bolsillo. 

4. Comodidad.

Normalmente, los cambios dan miedo porque vivimos en una falsa burbuja o “zona de confort” en la que pensamos que es mejor no tocar nada y dejar las cosas como están porque si no, irán a peor. La tendencia a creer eso es un completo error que nos puede salir muy caro. La comodidad, es cara.

5. Falta de educación.

Esta cuestión es fundamental y va asociada transversalmente a todas las demás. Es la que provoca o hace crecer los miedos anteriores. Y es que si desde las instituciones o desde la educación no se inculcan los valores medioambientales o se da una adecuada educación financiera, estaremos siempre vendidos al resto de miedos. Importante trabajo tienen las asociaciones de consumidores, las instituciones educativas, y las administraciones y gobiernos, que deben fomentar o al menos informar de manera adecuada y con un lenguaje adaptado a su interlocutor, que somos la mayoría de nosotros, las posibilidades que podría brindar un cambio de mentalidad para perderle el miedo al autoconsumo.